Como era de esperar, seguímos en shock toda la tarde. En el super compramos cosas que no necesitábamos, y llegamos a casa con una vayeta super absorbente, un brick de zumo multifrutas, tres ambientadores diferentes, un rollo de cinta aislante y una botella de Martini blanco. Pero nada con lo que podernos preparar algo de comer, así que tuvimos que comprar bocadillos de camino a la universidad.
En clase Bianca se olvidó de medio monólogo de Romeo y Julieta de Shakespeare, su favorita. No se lo perdonó nunca. A Irina le salió un gallo que se oyó desde Timbuctú durante su solo en la clase de canto, acto digno de entrar en Expediente X por lo menos, porque hacía años que no le pasaba ni con un catarro de los gordos encima. Yo en clase no tuve mucho problema, si no contamos con que no recuerdo nada de lo que explicaron los profesores y mis apuntes de ese día se basan en dibujos y garabatos por todas las hojas. Pero al salir, iba yo con mis andares de zombie y con la mente en blanco cuando me comí la puerta de cristal que daba a la entrada. Olé! Por un momento pensé que no me había visto nadie, y me levanté deseando no haberme roto la nariz, pero era hora punta, y estaba TODA mi facultad fumando y charlando fuera, por lo que ahora soy Gabri Come-puertas. Popular, como siempre. Me las apañé para pasar entre las risas y comentarios hasta donde estaban mis amigas con lo que me quedaba de dignidad y mi barbilla adolorida bien alta.
Al llegar a casa decidimos hacer una reunión de emergencia. La situación no podía continuar así.
- A ver, necesito decirlo en voz alta porque si no seguiré pensando que me lo he imaginado - dije yo la primera - hoy hemos ido al Starbucks y nos hemos encontrado con One Direction, cierto?
- Cierto - respondieron las dos al unísono.
- Bien, luego hemos hablado con ellos toda la mañana y...¿le hemos dado el teléfono de Bianca? - el nivel de excitación de mi voz iba subiendo.
- Sí - respondió ella.
- ¿Creéis que van a llamar...? - dijo Irina con esperanza.
- Bueno...tienen el número. No es muy probable pero no es imposible - respondí.
- De todos modos ha sido sin duda la mejor mañana de nuestras vidas, a la par que la más surreal. Mañana no hay clase. Sugiero que celebremos nuestra suerte haciendo uso de una de nuestras compras poco útiles - dijo Bianca usando su mejor vocabulario a propósito
- Yo no pienso ponerme a lavar los platos - dije.
- Chica, deberías teñirte de rubia. Se refería al Martini, no a la vayeta - me contestó Irina riéndose mientras iba a la nevera a por la botella.
- Muy graciosa. Sabes que hoy estoy tonta. Me parece una buena idea lo del Martini, y tengo algo que añadir. Pondremos el móvil de Bianca en una almohada así en el centro de la mesa, como si fuera un altar - dije poniéndolo efectivamente encima de la mesa en la almohada estapada de la Union Jack.
Seguidamente le dimos a la botella y bailamos y cantamos como locas por toda la casa al son de la lista de reproducción de One Direction en el ipod de Irina, que no recuerdo acabar de escuchar entera. La verdad es que no sé ni cómo no vinieron los vecinos a decirnos algo, pero nos habíamos portado muy bien desde que llegamos así que supongo que pensaron que por un día no pasaba nada.
A excepción de unas cuantas imágenes borrosas de la noche, lo siguiente que recuerdo es despertarme con un mareo impresionante en el suelo del salón, concretamente debajo de la mesa. Aunque la casa me daba vueltas me las apañé para levantarme y mirar a mi alrededor. Sorprendentemente no estaba todo patas arriba, solo los muebles un poco movidos y algunas cosas por el suelo. Irina estaba boca abajo en el sofá durmiendo alegremente, con todo el rímel corrido y una mini sonrisita en los labios.
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London Adventures - Fanfic Harry Styles (& One Direction) Versión en Castellano
عشوائي¿Qué pasaría si pasases de ser una directioner normal y corriente a ser la novia de Harry Styles?