Llegamos a la casa de los chicos. A nosotras nos dolía tanto el cuello de mirar hacia el suelo que casí teníamos tortícoli. Ellos hacían bromas, igual que habían hecho todo el camino. Aparcamos en un espacio para coches que tenían en la parte delantera de la casa.
- Bueno, ya está...¿no? - dije con cara de pena.
- Vale, vale...pero es que sois únicas - contestó Niall, y se echó a reír otra vez. Era al que más gracia le había hecho todo el asunto. Resulta que la primera vez que me dicen que soy única es porque soy una pringada. Genial.
- No es para tanto. Le recuerdo, señor Horan, que usted se pasó la noche en el porche de su casa por un caso realmente parecido... - dijo Zayn, en un tono enigmático y haciendo que la risa del rubio parara en seco, dejando paso a una cara de "o callas o te rajo".
- ¡Oh! ¿Ah sí? ¡Venga, venga, nos morimos por saber! - dijo Irina, de repente animada.
- Aquí el muy cortito llegó a casa a las tantas y no encontraba la llave, así que se acurrucó en el felpudo y se quedó frito ahí mismo. ¿Sabéis dónde estaba la llave? En... - pero no pudo acabar la frase porque Niall le tapó la boca por detrás.
Bueno, ídolos de medio mundo o no, eran tíos y, por lo tanto, un poco niños en el interior. Lo único es que nos quedamos con la incógnita de la llave...en fin.
Louis sacó las llaves y entramos todos detrás de él. Tengo que decir que en mi vida habría imaginado que un sitio donde vivieran dos chicos de su edad, sin ninguna presencia femenina cerca, estuviera tan ordenado y limpio. Hice una nota mental: recoger nuestro loft en el caso de que algún día fueran ellos. Sólo con recordar como lo habíamos dejado todo antes de salir me moría de la verguenza.
También era tipo loft, pero era un duplex. El mobiliario era bastante moderno y las diferentes decoraciones también. En una estantería llena de libros había también algunos marcos de fotos de Harry y Louis con sus respectivos familiares/ conocidos y alguna había de ellos dos y con los otros chicos. La cocina, nada que ver con lo que nosotras llamábamos "la cueva" en nuestra casa. Era enorme y espaciosa y tenía una isla de mármol en el centro. Los fogones eran de vitro y debajo tenían un horno enorme. No pude evitar reírme ante la comparación con nuestros fogoncitos a gas y nuestro mini-horno. ¿Cuántas veces se había quejado Irina de que las galletas le salían quemadas? Estoy segura de que en ese horno saldrían perfectas. Estaba ahí plantada, mirándome la cocina, riéndome sola y tan absorta en mis cosas que ni me enteré cuando álguien se puso a mi lado, mirando también hacia donde yo.
- ¿Las cocinas te hacen reír? - preguntó Harry divertido y curioso a la vez.
- No exactamente. Es sólo que al lado de esta, la nuestra parece la cocinita de Barbie - contesté, y nos reímos los dos.
Louis nos asignó una habitación con una cama lo suficientemente grande como para hacer la croqueta tres veces de un extremo a otro (sí, lo comprobé), por lo que cabíamos las tres perfectamente y hasta sobraba espacio. Zayn dormiría con Harry en la habitación del segundo, la cual no llegué a ver pese a mis tremendas ganas; Liam con Niall en otra de invitados y Louis en la suya solito. Aunque tengo la impresión de que si Bianca se hubiera ofrecido para ser su osito aquella noche no hubiera dicho que no. E Irina y yo hubiéramos dormido cual reinas.
Para cenar pedimos unas pizzas y nos sentamos todos en la enorme mesa del salón. Me parece que nunca había comido tanto como en aquél fin de semana.
- Chicos, ¡tenéis la casa suuuper limpia! - dije yo entre trozo y trozo de mi pizza carbonara.
- Sí, bueno. Louis es un obseso de la limpieza - dijo Harry.
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London Adventures - Fanfic Harry Styles (& One Direction) Versión en Castellano
Acak¿Qué pasaría si pasases de ser una directioner normal y corriente a ser la novia de Harry Styles?