Mamá siempre decía
que ella me daría lo mejor
para que pudiese ser feliz.
Nadie lo entendía,
nadie se daba cuenta
de por que me aferraba tanto a ella
y nunca le pedí mas que su compañía.
"Le temo a la soledad,
no me gusta pensar en
la idea de que quizás nadie este a mi lado."
confesé entre risas y ron,
todos se quedaron en silencio.
Yo me levante,
camine a ciegas por la casa
hasta llegar a aquella habitación.
Entre,
seis meses sin sentir aquel calor,
seis meses sin poder estar sola allí.
Una foto de un niño siendo feliz,
seis fotos mías,
ellos,
allí,
juntos,
él sonriendo,
ella como toda una princesa.
"Cuanto los echo de menos,
abuelos,
déjenme ser feliz un poco mas junto a ella.
Explíquenle a Dios que he tratado
de llenar aquel vació que me dejaron ustedes dos,
aunque comprendo que no funcionara.
Siempre seré la niña de sus ojos, lo prometo".
