Habia transcurrido medio día y entre la soledad, la música alta y los recuerdos, lo dije; hacia tanto que no le confesaba a alguien cuanto odiaba la navidad, cuanto echaba de menos a los que no están. Él me dijo algo tan cierto: La muerte es un camino que todos tenemos que recorrer. Es cierto, pero no puedo evitar sentir este hueco enorme en el pecho: sigue siendo injusto. Me hubiese encantado ver al abuelo bailando mientras cantamos el feliz cumpleaños de la abuela. Y se que no volverán esos momentos y siempre los recordare. Rogando para no perder a ninguna persona especial para mi. Y a veces pasa, que las mejores fechas se vuelven las mas tristes.