Mi mejor amiga una vez me dijo que quizás tenía miedo de ser feliz porque pensaba que entonces ya no iba a tener motivos para escribir. Y juro que es así, he estado tan rodeada de dolor que a veces escribo para buscar un mundo mejor (aunque ruegue para no encontrarlo). Escribo del amor bonito, del amor de libros, de lo maravilloso que es el mundo, y mientras lo hago estoy sufriendo, mientras escribo no puedo sonreír. Quizás no soy un poeta (Dios sabe cuanto deseo serlo) pero puedo escribir versos felices mientras estoy triste y hacer suspirar a todo aquel que me lea, y que masoquista puede sonar esto, pero ansío escribir bonito, escribir del amor, escribir siempre, aunque eso me prive de mi felicidad.