Treinta y cinco.

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Una madrugada escuche a mamá llorar y repetir el nombre de papá treinta y cinco veces. Y precisamente ese fue el tiempo que lloro, treinta y cinco minutos y nunca obtuvo una respuesta. Treinta y cinco lágrimas para terminar con el corazón aun mas roto. Treinta y cinco suspiros antes de que entrara la luz del sol por las ventanas. Treinta y cinco mentiras y todo para nada, él le daba dolor, pero ella siempre lo acepta porque piensa en el amor. 

Prohibido olvidar{me}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora