Mamá nunca se atrevió a explicarme algo sobre el sexo siquiera sobre hacer el amor. Ella solo decía que aquello no estaba bien. Crecí, en medio de gritos, lágrimas y mucho dolor. Crecí, siempre teniendo en mente que debía buscar mi futuro lejos de aquí. Un día conocí a alguien, guapo, con muchas promesas de amor, al principio tuve miedo de que mamá fuera a reaccionar mal si le confesaba sobre todo aquello que vivíamos día a día, pero no estaba mal, solo buscábamos felicidad, solo nos entregábamos al amor sin pensar en si estaba mal o no.