Planes sumamente perfectos.

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- S-solo... No me dejes. - Gritó agitado al ver como emprendía viaje caminando. Al voltear sonreí levemente, todo esto acabó.

- Esto jamás debió pasar... - Le di mi mejor sonrisa y di la media vuelta, tomé el paraguas y lo abrí, continúe mi camino.

Aquel hombre presente se incó y mientras yo seguía caminando lo escuché llorar, no debía detenerme. Rápidamente me subí al carro negro, ese que me esperaba desde hace rato, alguien tomó mi mano y me dirigió dentro de el coche, sólo la acepté y subí para irnos, era un día obscuro, frío y lluvioso, no agradable.

Desperté agitada, no era una pesadilla, pero si un sueño demasiado raro. Miré mi celular y me incorpore en la cama, lo desbloqueé y tenía una llamada pérdida, verifiqué y era Alex. Brian entró a la pieza y me dio una sonrisa, estaba completamente despeinado y su torso desnudo, maldito hombre provocativo.

- Deberías taparte. - Hablé y intente mirar a otro lado para evitar su perfecto abdomen y hermosos bíceps, nada funcionó.

- Sería una pena para ti. - Se tiró al lado de mi y me miró fijamente.

- No te hagas ilusiones, no pasaría. - Dije con egocentrismo.

- Tu culo correspondió a mi apretón, no creo que dudes en ser mía. - Me miró y se empezó a reír, al parecer era gracioso y me contagio.

- En ningún momento mi culo te correspondió ¿Y cómo sería eso? - Le miré algo confundida y el sólo paso su brazo encima de mi cintura.

- Es cuestión de espera, nena. - Bajó su mano a mi trasero y en un intento de apretarlo se la aparte.

- Hoy no, nene. - Reí y el me miró fijamente a los ojos.

- Hoy si, nena. - Volvió a bajar su mano y apretó mi trasero para luego darme una leve nalgada. Lo miré y alcé las cejas, reimos y nos levantamos de la cama.

Luego de risa y egocentrismo, saque ropa de una pequeña mesa y me dirigí a el baño que tenía el cuarto de huésped, coloque las cosas en una varilla que tenía colgando la regadera, dispuse a bañarme, enjuagarme el cuerpo y después secarme. Salí de la regadera y fui hacía mi maleta, me llevé los productos de lociones corporales y cremas al baño y las dejé ahí. Me acomodé el pelo de lado y salí fuera del baño, se me había olvidado la toalla en la maleta (Maldita genia)
Busqué entre mis cosas y no estaba, después recordé que la tenía en el cajón, me dirigí a buscarla en el, cuando de repente escucho abrir la puerta y una voz se hace presente en el cuarto.

- Oye, Sanders ¿Tendrías alg... - No completó la oración porque quedamos frente a frente, al parecer el llevaba toalla en la cintura y yo... Bueno, nada. Un silencio incómodo inundó la habitación y de repente me giré buscando algo con que taparme, sentí a Brian caminar hacía mi y ponerme una toalla alrededor de los hombros, me tapaba. Giré y lo miré, no tenía nada y bueno, alguien se había despertado. No pude apartar la vista y me captó mirándolo, empezó a reír y se puso detrás de mi, evitando cualquier contacto visual.

- ¡Mierda! No seas tan mal educado y avisa cuando vayas a entrar aquí. - Me arropé mejor con la toalla y me quede mirando atrás.

- Si hubiera sido educado, no hubiera tenido esta hermosa posibilidad, Sanders. - Habló y sentí su erección rozar contra mi pierna.

- Alejate, sólo... Quita eso de mi pierna - Reprimí una risa.

- Oh ¿No te gusta el pequeño Hanner? - Comenzó a moverse rozando su "amigo" contra mi un poco más cerca. - Por cierto, no estas nada mal, nena. - Me tomó de las caderas y siguió su "movimiento" erótico.

- ¡Deja de hacer eso Brian! - Me puse roja al instante y me volteé incómoda.

- Sabes que te gusta. - Le miré mal y me crucé de brazos. - Entonces es un no, Sanders. - Se apartó y se sentó colocándose la maleta encima.

- ¿Necesitabas algo entonces? - Pregunté y me senté a su lado.

- No... Ya no, ___. - Se sonrojó.

- Bueno... - Sabía perfectamente porque se había sonrojado, y exactamente no iba a preguntarle en estos momentos.

- ¿Sabes? - Me miró - Mis planes son sumamente perfectos. - Dijo y me sentó encima de él, sintiendo como estaba tan... Ardiente.

- ¿Osea que tu lo planeaste? - Abrí los ojos y el no los apartó.

- N-no... No hablaba de eso. - Rió - No sería capaz de hacer un plan así con tal de verte desnuda. - Tomó mis caderas. - Además... Todo va a su tiempo, Sanders. - Sentenció y sentí como su punta rozaba mi zona, abrí los ojos y intenté pararme sin caerme.

- N-no hagas eso... - Le dije y me quede roja como un tomate.

- J-joder... No fue mi intención. - Se tapó la boca. - Permiteme decirlo, quizá me lleve una cachetada pero igual. Estabas tan... Mojada. - Se giró a otro lado y nos sonrojamos al mismo tiempo.

- Olvida todo esto, ve a cambiarte. - Le dije.

- Es verdad... Hoy saldremos. ¿Te parece? - Me miró dudoso.

- Es una idea increíble. - Le hablé emocionada.

Pasamos toda la tarde conociéndonos mejor, teniendo trivialidades y riendo. Brian no paraba de mencionar el incidente de la mañana, cosa que me hacia sonrojar, hablábamos de demasiadas cosas, sobre eso no podíamos parar. Así que fuimos por ingredientes y hicimos una pizza, le ayudé en los preparativos y me sonrío mientras lo hacíamos, jugábamos con la masa y al final terminamos haciendo cosas idiotas, simplemente este era uno de esos días que no se olvidarían. Sobre todo si lo pasas con la persona ccorrecta, el lugar correcto y menos preocupaciones para los dos.

Electric souls. [NoMeRevientes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora