Electric souls. [NoMeRevientes]

No todo es lo que parece.

Después de conducir por unos cuantos minutos llegamos a una casa beige, hermosa y con detalles rústicos en las ventanas o puertas. Parecía ser a las afueras de la ciudad porque cuando bajamos después de esta había unas cuantas casas más y ahí acababa, era como un terreno protegido. Brian salió y sonrío, corrió hacia la puerta del copiloto y se apresuró para abrirme. Yo sólo le tome la mano que extendió y baje, seguía mi mano en la de el, cosa que me incomodaba. Así que en una distracción la saque. Brian hizo una mueca y volvió a tomarla.

- No me sueltes, te vas a perder. - Y nos encaminamos a la casa terminando su frase.

Sacó su llave y la introdujo en la puerta, para después girar en donde se encontraba la chapa y adentrarnos a la misteriosa casa. Al entrar note como todo estaba ordenado, Por dentro tenía un extenso lugar como sala, sus muebles eran negros y las paredes estaban pintadas en blanco. Me dediqué a admirar su casa y cuando me dispuse a voltear a verle me sonrío.

- Espero y te guste estar aquí, a mi me agrada. - Soltó mi mano y se dirigió a lo que parecía ser una cocina. - ¿Deseas vino, cerveza, whisky o alguna otra bebida? - Se asomo por la puerta y yo sólo apunte a la cerveza.

Salió con una sonrisa radiante y dos cervezas en mano, me entregó una después de abrirla y di un leve trago para después ver como el tomaba con agilidad.

- Así que... ¿____ Sanders? Tu apellido es igual al de un amigo. - Volvió a tomar y yo lo imité.

- Si, y tu Brian Hanner, al parecer. - Sonreí y tomé un trago. - ¿A que se dedica el señor Hanner?

- No me gusta Hanner, así le llaman a mi padre, prefiero Brian, o Syn. - Se sentó y me invitó a sentarme al igual que el.

- ¿Syn? ¿Ese nombre es el segundo o algo así? - Pregunté confundida.

- No, así me llaman mis amigos, Sanders.

- Puedes decirme si quieres así, no me molesta. - Le guiñe el ojo y el asintió.

Después de estar conversando descubrí que era algo egocéntrico, súper bromista, sabía como entablar una conversación y jamas mencionó a que se dedicaba. Debo admitir que era guapo. Estábamos hablando y de repente sonó mi celular. Vi la foto de Pepe y lo tomé, el hizo una seña de que contestará, así lo hice. Brian tomó el celular y como niño curioso lo puso en altavoz.

- ¿____? Por dios... ¿____? ¿Estas ahí maldita seas? - Contestó del otro lado, arrastraba las palabras... Estaba borracho.

- Aquí estoy, Pepe ¿Que necesi... - En fondo se escuchó un "Mierda, José. No me dejes así."

- N-nada, te marrrcaba para ver donde estabasss. - habló y miré a Syn, el sólo levantó las cejas y paso su brazo por encima mío.

- ¿Y estas con Marcela? ¿Para que querías marcar? - Contesté escéptica.

- Es que... oh joder, como lo haces. - Susurro por lo bajo en la otra línea. Estaba engañándome.

- Vaya, que rápido lo haces, eres un imbécil. ¿Quieres saber algo José? Vete a la pura mierda. - Contesté tranquila, y no dejé que completara su frase porque le colgué.

Suspiré frustrada, quería llorar. Pero no lo iba a hacer con el presente, me miró y me atrajo a el, me apoyé en su pecho y comenzó a acariciar mi cabello, salían unas lágrimas de mi mejilla, Pero después me calme y sólo estábamos así, pero quedamos en esa posición.

- No nena, no llores... - Habló por primera vez. - No puedes vivir sufriendo por un idiota. Prestame tu teléfono, por favor. - Ordenó.

En un intento débil se lo pasé, vio mi fondo y lo eliminó, borró mi carrete de fotos con el, las conversaciones, videos y al final lo bloqueo de todas las redes sociales. Después de ponerle "Jodete imbécil, terminamos"

- Perfecto. - Sonrió y me besó en la frente, era un desconocido pero igual se sentía bien.

- Entonces, todo se acabó. - Le miré y suspiré.

- No nena, apenas va comenzando una nueva etapa en tu vida. - Me guiñó el ojo y se levantó. - ¿Crees que estén en su casa? - Preguntó.

- No lo sé, cuando nos vio dijo "Nos vemos en casa o algo así" - Me Pregunté en mis adentros que se tramaba.

- ¿Quieres ir por tus cosas? Puedes quedarte aquí un tiempo, no me molesta compañía de alguien.

Lo miré asustada, no podía quedarme con el después de lo que ocurrió y encima lo escuchó. Encima era un poco misterioso, no sabía casi nada de el.

- Anda, no seas aguafiestas, no haremos nada malo, te lo prometo. - Me miró y sus ojos brillaban. - Si quieres no vamos por tus cosas, acá conseguiremos alguna para ti.

- Si me llegara a quedar necesito mis cosas, Brian. - Le dije y suspiré vencida. ¿Cómo me dejé convencer?

- Entonces vamos por ellas... - Se levantó de su asiento y tomó mi mano, nos dirigió a su automóvil y subimos para regresar a mi departamento, perdón, su departamento.

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Primeramente lo siento por este capítulo, pero no todo se queda así. Habrá más emoción! Sigan leyendo y votando, gracias por las vistas, l@s amo.