Undress Me j.b

4. Comienzo.

-No estoy tan segura de hacer esto. - Comenté tocando mi taza de café.

-¿Qué?¿Te arrepentirás ahora? - Dijo mi amiga.

-No, no es eso...Solo que él chico con el cual, ya sabes, debo actuar...No me gusta.

-¡Por el amor de Dios, si lo han elegido como estrella porno, debe ser un bombón!

Rodeé los ojos. Ella nunca entendería.

Los bullidos de aquel lugar, quedarán marcados en mi memoria por el resto de mi vida, pensaba mientras me abría paso a los camerinos, que cabe destacar estaban al aire libre. Miré a mi alrededor, en busca de una mirada conocida. Alicia no tardó en correr a mi cuando me abrí paso en su campo de visión.

-¡Menos mal! - Gritó. - Un minuto más y Eduardo se hubiera vuelto loco, le gusta la gente puntual, por lo que chica...-Me miró fijamente con una mano apoyada en mi hombro. - con Eduardo Vergas, debes estar una hora antes de que arranque tu hora.

-¿Me la pagarán?

Alicia rió. - Tu camerino esta junto al de Justin, quien no ha llegado.

-Tal vez se arrepintió. - Dije con una sonrisa, deseando que fuese eso lo que pasase.

-Justin Bieber no se arrepiente de sus acciones Megan Jones.

Cerré mis ojos fuertemente y luego me di la vuelta, aún con Alicia, quien no podía dejar de babear a mi lado. Fingí una sonrisa en su dirección, ganando otra de su parte.

-¿Cómo es que mi secretaria de hace 15 años no tiene a mis estrellas más importantes listos todavía? - Un Eduardo enfadado venía gritando a paso decidido. - Te comeré la cabeza Alicia, los quiero listos en 5 minutos. ¡Joder!

-Hola a ti también. - Dijo Justin.

Eduardo lo miró por unos segundos. - Lo siento, es el estrés. No podría enfadarme con mis estrellas. - Comentó sonriente. El silencio reinó. - ¡Ya han perdido 2 malditos minutos!

Con los ojos bien abiertos, los tres salimos caminando para nuestros camerinos.

-Se le ha ido la pinza. ¿No? - Coqueteó Justin, rodeó su brazo en el cuello de Alicia, haciendo que esta se sonrojase. Rodeé mis ojos ante tanta cursilería barata.

-¿Y los camerinos? - Pregunté. Esperé hasta que la paciencia se me colmó. - ¡Alicia!

-El segundo a tu izquierda. - Dijo sin mirarme. Sus ojos estaban conectados al perfecto rostro de Justin. ¿Perfecto? Yo no había pensado eso.

Me reusaba a ponerme semejante desnudez. Mis ojos observaban las prendas con la cuál se comenzaría a firmar la primera escena. ¡Quería matar al canalla que haya inventado esto!
Lencería negra, no podía haber nada mejor...

Me miré al espejo con el traje ya puesto. ¡No podía! Mis pechos quedaban completamente al descubierto, al igual que todo mi trasero. Si esto era el principio, cuando esto terminará tendría que salir a grabar en huesos, porque no hay más desnudez que esto.
Quise llamar a Kim pero cuando iba a coger el móvil, Alicia tocó a la puerta de mi camión camerino. Cerré los ojos fuertemente pensando en el dinero, cogí la bata y salí de allí dentro.

-¿Ya comienzas a esconderte? - preguntó sonriendo. - Cuando veas a Justin no querrás ni siquiera tener el traje que te he escogido.

-¡Fuiste tu!

-Claro que fui yo. ¿Quién más?

-¿Por qué algo tan desnudo?

-Porque esto es porno, no juego infantil.