Undress Me j.b

19. Matrimonio de papel

Justin's POV

—¡Otra más!—Grité golpeando mi vaso de cerveza ahora vacío contra la mesa.

—Vaya forma de reencontrarnos amigo mío...—Alguien dijo con voz alegre a mis espaldas. Sentí la mano del desconocido en mi hombro y lentamente me giré para encontrarme con Carter.—¿Hace cuánto no nos vemos?¿Todo el verano tal vez?

—No puedo creer que estés aquí, eres un cabrón tío.—Sonreí y me pare para darle un abrazo. Él se rió y me rodeó con sus brazos.

—He pasado todo este tiempo en Rusia visitando a mis padres y adivina qué.

—¿Qué?

—Voy a casarme.

Mis pupilas se dilataron y mi pulso se aceleró.

—¿Con alguien que conoces hace 4 meses?—No cabía en mi propio asombro.

—Veras amigo mío, mi padre tiene una empresa en Rusia como sabrás y se va a jubilar en dos meses.—Se sentó en la mesa conmigo y estiró su mano para que le dieran una cerveza.—Esta cansado de verme de flor en flor por lo que para poder heredar su empresa tengo que casarme. ¿Cómo te quedas?

Negué con la cabeza y se al pensar que yo estaba en una situación parecida.

—¿Recuerdas el trabajo que me ofreciste?

—¿Estrella porno?—Carter frunció el ceño.

Asentí esperando a que la camarera terminara de dejar nuestras cervezas en la mesa.

—Lo cogí, y al terminar de rodar la película, el director desaparició.—Le di un sorbo a mi vaso.—Y ahora apareció diciendo que para ver mis euros, tengo que casarme.

—¡Flipalo!—Gritó él. Reímos y nos miramos al uno al otro.—Pero, ¿quién es ella?

—Se llama Megan, es Española y grabó conmigo la película.—Susurré pensando en Megan. Desde la última vez que follamos ha estado actuando raro, sus manos se han hecho mantequilla y sus actos se han convertido en acciones secas. Me había sentido devastado cuando me confesó que me quería ya que no supe como tomarme su declaración pero, cuando estaba dispuesto a decirle que estaba empezando a sentir cosas por ella realmente, ella decidió decirme que lo que había dicho esa noche no tenía sentido y el orgasmo la hizo decir semejante tontería.

Cuando quise reaccionar a todo lo que estaba ocurriendo a mi alrededor, Megan había cogido sus cosas y se había mudado a un hotel. Solo la veía en el trabajo y cuando intentaba seguirla a su nuevo hogar, era imposible.

—¿Ella esta de acuerdo?—Oí que decía Carter terminando su cerveza de un solo trago.

—¿Qué chica está dispuesta a casarme solo para cobrar dinero?—Pregunté frunciendo el ceño.

—Mi Ana María.—Le dediqué una mirada confusa y el rió.—Es la mujer con la que voy a casarme. Le ofrecí una gran cantidad por casarme conmigo.

—¿Y dijo que sí sin más?

—Bueno, no estamos hablando de una mínima suma de dinero Justin, estamos hablando de una cantidad considerable.—Mi amigo sonrió y sonreí también negando con la cabeza.

—Ojala Megan fuera así de razonable...—Murmuré. Carter me preguntó por qué pero hice un gesto con la mano, indicándole que ya se lo contaría algún día. Charlamos un rato más hasta que el reloj marco la una de la mañana.

Como los viejos tiempos, pasamos de la una a las ocho en una discoteca de la zona. Había sido un sábado de esos en los que al otro día te pones a pensar en éste y dices; ha sido el mejor en mucho tiempo.
Con una botella de cerveza en manos y con el partido de fútbol a punto de empezar, marque el número de Megan. ¿Qué estaría haciendo ella? ¿Estaría bien? Una y mil preguntas cruzaron por mi cabeza pero como siempre, no muchas respuestas pero si muchos por qué.