Undress Me j.b

22. Sexo en la cocina

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Megan's POV

—¿Qué te vas a qué?—Gritó Kim al otro lado de la línea.

—Voy a casarme en dos días...—Repetí cuidadosamente. Habíamos estado hablando por dos horas seguidas y no encontraba el momento de decirle que me iba a casar, con Justin.

—¡No puedo estar en dos días ahí!—Gritó.—¡Robert haz las maletas, nos vamos!—Oí que gritaba.

—¿Vendrás?—Pregunté emocionada.

—Megan, ¿crees que me perdería la boda de mi mejor amiga?

Sonreí y luego de eso la línea se cortó. Ella y su novio estaban en Hawaii disfrutando de unas vacaciones, y esto la había pillado de sorpresa, aún así... Vendría.

—¿Has llamado a tus padres?—Entré en la cocina y le pregunté a Justin quien estaba poniendo los pimientos para el arroz.

—No.—Dijo simplemente.—No me parece bien que los invitamos... Él vendrá con Ana y se que no te cae bien. Mi madre por su parte no se si seguirá con Bob, o ya habrá cambiado de hombre.

—Si es por eso, yo tampoco debería invitar a los míos.—Me acerqué a él y lo abracé por detrás.—Mi madre tal vez ni siquiera me coga el teléfono y mi padre estará tan borracho que no recordará la fiesta.

Justin se giró y me abrazo también.—Supongo que al final del día son nuestros padres.

La última vez que hablé con mi madre fue antes de empezar a grabar la película. La llamé para quedar un día por la tarde y dijo que tenía cosas que hacer, por lo que sabía estaba por abrir una empresa de aceite de oliva junto a su tercer marido. Y mi padre...era un caso perdido. Estaba en alcohólicos anónimos y iba una vez por semana a visitarlo pero no lo hacía desde el última incidente. Fui a visitarlo y comenzó a decir tonterías, sin sentido alguno... Dejándome en ridículo frente a los enfermeros y médicos del hospital.

Cuando me separé de Justin y me acerqué para oler la olla del arroz, aspiré el olor exquisito y me sentí satisfecha. Tenía muchas ganas de hablar con Justin sobre lo que había sucedido anoche. Aún seguía dándole vueltas al asunto...Me asustaba la idea de que no hubiera sido producto de mi imaginación pero a la misma vez me causaba un cosquilleo en el estómago de solo saber que Justin podía amarme.

—¿Lo qué dijiste anoche era verdad?—Pregunté de repente. Justin no se tenso, tampoco de giro a verme.

—¿Anoche?—Preguntó confuso.—No recuerdo que dije anoche Megan.—Se dio la vuelta con los platos en mano. Se rió y comenzó a poner la mesa.

—Dijiste que...—Me empezaron a sudar las manos de una forma subnormal.—Bueno...

El móvil de Justin comenzó a sonar y se disculpó saliendo de la cocina. ¿En serio? Había sido la peor humillación de mi vida, y el mejor platón. Minutos después, apareció mientras yo servía los platos.
Por mi orgullo no iba a ser yo quien sacara el tema de conversación.

—Mi familia se ha enterado de que me caso.—Murmuró.

—Vale.—Dije simplemente. No quería que se me notara el enfado pero era inevitable.

—¿De que estábamos hablando?—Dijo sentándose en la mesa.

—No recuerdo...—Susurré con una sonrisa sarcástica.—Ahora que tu familia lo sabe, tengo la obligación de invitar a la mía.

Él asintió y así fue como transcurrió el almuerzo, en pleno silencio. Fui yo quien rompió el silencio cambiando de tema.

—Supongo que no tienes traje.—Susurré.