10. Desesperada y desamparada

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-¿Qué Eduardo que? - Gritaron Megan y Justin a la vez.

-Sí, se ha ido sin dejar ningún rastro. Ha vendido el set de grabación y en estos momentos se va a construir un monumento a Cristiano Ronaldo.

-No puedo creer que nos haya hecho esto. - Dijo Justin incapaz de creer lo que estaba pasando.

-¿Nada de nada? - Pregunté. La abogada negó con la cabeza.

-Solo el anunció de la nueva película. - Ella lanzó el folleto a nuestras manos. "Porno por Europa". Sólo leer el título me causaba náuseas.

-¡Tiene que haber alguna manera! Vendimos nuestro cuerpo, saldremos en una maldita película follando, ¿y no veremos ni un euro?

La abogada salió de la habitación luego de pedirnos disculpa, prometiendo que arreglaría esto.

-¿Y ahora qué? - Preguntó Justin.

-Tu por tu lado y yo por el mío. ¿Que pensabas?

Él mostró una de sus tantas sonrisas arrogantes. - Tal vez podríamos seguir follando, ya sabes... no tenemos cámaras ya. Puedes ser lo perra que te gusta ser en la cama.

-¿Disculpa?

-Vamos Megan, lo deseas igual o más que yo.

Cogí mi bolso y me disponía a salir cuando su brazo me sujetó.

-¿Me llamarás? - Preguntó.

-No.

-Vale, te llamaré princesa.

Rodeando los ojos, intentando de convencer a mi cerebro de que rechazaría la llamada, salí de la oficina. Sentí todos los ojos puestos en mí de repente, risas a mi espalda, lo que causo que me diera la vuelta cuidadosamente mirando a todos allí detrás.

-¿Qué es tan gracioso? - Pregunté mirando en general. Un chico moreno y alto se acercó a mi lado, pasó su mano por mi espalda y despegó un papel que contenía un dibujo tan obsceno como Justin en persona. - Gracias. Una pequeña broma de un gilipollas. - Dije antes de salir disparada para el ascensor. ¿Quién se creía para dibujar algo como eso? Saqué mi móvil y marqué su número.

-Sabía que llamarías...- Oí que dijo al otro lado de la línea.

-¡Que te quede claro que solo llamo para decirte que no impresionas ni a una gorda con tus notas por la espalda! - Grité sin medir mi tono de voz. Me encogí de hombros cuando la gente a mi alrededor me miraba raro.

-¿Hubieras llamado si no lo hubiera hecho?

-¡No!

Él rió al otro lado. - Por eso lo he hecho.

-Bien, te he llamado y solo tengo que decirte que te vayas al infierno.

Antes de que Justin pudiera decir algo, corté la llamada. La vuelta a casa fue una completa mierda, el autobús olía a sobaco sin lavar hacia semanas. Al sentir el aire en mi cara, le agradecí a Dios por que no todo fuera tan malo en este día.
Sumergida en mis pensamientos, abrí la puerta de la casa de Kim.

-¡Por el amor de Dios! - Exclamé cerrando la puerta de vuelta. Kim se encontraba recostada en la encimera de la cocina mientras alguien que no tenía idea quien era, la penetraba desenfrenada-mente. Sentí el grito de liberación de Kim y el chico segundos luego de salir e intentar recomponerme. La puerta se abrió y el chico salio con sus pantalones en manos con una maldita sonrisa en su rostro. ¡Había visto a mi amiga en acción!¡ Teniendo sexo!

-Hola Megan. - Dijo mientras ponía agua para el café.

-¿Hola Megan?

-A menos que ese no sea tu nombre, sí, eso es lo que dije. - Contestó tranquila.

Undress Me j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora