La última salida

El espía

Voy rumbo a la escuela y tengo que pasar siempre por mi amiga, se tarda mucho, así que su mamá me tiene que pasar a la sala ya que no le gusta verme afuera sola esperándola. Me llamo Alelí y mi amiga se llama Judid, en ella siempre puedo confiar para todo, hasta en lo peor de la vida, yo tengo 17 años a punto de cumplir 18, estoy en preparatoria igual que Judid, ella también tiene 17 pero le falta mucho para cumplir los 18.

Cuando al fin salió de su cuarto nos dirigimos a la salida, le dije a su mamá que gracias y nos fuimos caminando; en el transcurso del camino nos dimos cuenta de que había una camioneta de color negro y blindado, del salió un tipo vestido de color negro y empezó a tomar fotografías hacia nosotras.

-Oye ese tipo nos está espiando, nos está tomando fotografías hay que ir a la policía para decirle que nos están espiando. _ Me dice Judid con tanto temor que mejor le aceleró el paso para ir a la escuela.

- Judid, tranquila, no lo hagas tan obvio, vayamos rumbo hacia la escuela y más a delante nos desviamos y vamos a la policía, pero no me pongas de nervios y no lo grites, luego se van a dar cuenta, mejor camina más rápido.

Apresuramos el paso e hicimos exactamente lo que dije, nos desviamos y nos fuimos hacia la policía.

- ¡Señor nos están persiguiendo, nos están vigilando, ayúdenos por favor! _ Le dice Judid como si alguien la quisiera matar.

-A ver señorita cálmese que no le entiendo nada y necesito que me diga como es, como se movía y como iba vestido, necesito todo eso si quiere que atrapemos al sujeto que las estaba acechando.

-Gracias señor, es que íbamos rumbo a la escuela y vimos a ese tipo que se bajó de la camioneta blindada y nos empezó a tomar fotografías, pero es que lo raro fue que, era hacia nuestra dirección.

-No se preocupen, vamos a investigar y les vamos a informar que es lo que pasa con este sujeto acechador, ¿correcto?...

-Correcto. _ Contestamos Judid y yo al mismo tiempo.

Nos fuimos tranquilas a la escuela, claro que íbamos tarde ya que tuvimos que ir a la policía y nos quedamos ahí un buen rato; el director nos mandó hablar y le tuvimos que decirla verdad, pero nuestra sorpresa fue que no nos regañó , al contrario nos dijo que bueno que fuimos a la policía y que bueno que no nos pasó nada, que tuviéramos cuidado cuando anduviéramos solas, solo le dijimos que sí y nos fuimos a nuestras clases y creo que los maestros también entendieron la situación.