Sobrevivir

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Nos detuvimos en una casa no muy lejos de las vías del tren, a cada quien le dije lo que tenía que buscar, a Claudia, Angie y otras 2 chavas que fueran a buscar ropa, a Omar y a otros 3 chavos por comida, Judid y yo estuvimos buscando cuchillos y linternas para defendernos. Pasaron un par de minutos y llegamos a otra casa, nos dimos el lujo de entrar en una de 3 pisos con 5 baños y 10 recámaras, una para cada quien.

-Si quieren un cuarto para cada quien, necesitamos todos juntos revisar cada rincón de cada lugar de esta casa.

-Yo no quiero dormirme en el último piso. _ Dice Claudia.

-Yo tampoco. _Dice Judid.

-Mejor solo revisemos el segundo piso y cerremos el tercer piso.

-Si, esta mejor. _ Todos opinaron.

Al día siguiente, estuvimos caminando hacia las paredes que encerraban a la ciudad, me preguntaba mucho como íbamos a salir de esta pesadilla, todavía no podemos explicarnos que paso cuando todos estábamos encerrados subiendo y bajando escaleras a oscuras, no sabíamos que eran esas cosas que nos perseguían a cada rato, de repente algo me saca de mis pensamientos, era Omar que me decía que había una niña parada en medio de la calle, no sabía qué hacer, solo la miraba y pensaba es un sik, o una de las cosas que no nos explicábamos al principio, de repente la niña se voltea y empieza a correr hacia nosotros.

- ¡CORRAN, AHORA!

- ¡Hacia dónde! _ Pregunta Angie.

-Esa casa de la esquina.

Cuando íbamos corriendo, observaba que los sik salían de todas partes, cuando llegamos a la casa de la esquina cerramos la puerta y le pusimos barios muebles, cuando me asomé por una de las ventanas, noté que los sik no nos estaban persiguiendo, estaban corriendo de alguien o algo, de repente veo una persona, era como aquella que estaba al pie de la escalera, enfrente de una puerta con los ojos negro y con una cadena, antes de que saliéramos de los túneles. Pasó un buen rato y la que decíamos que era una persona ya se había ido, se me ocurrió asomarme por la ventana y cuando veo que ocurre, veo que la persona está parada enfrente mía, sonriéndome, de repente le empieza a pegar al vidrio con su cabeza.

- ¡Levántense!

- ¿Qué pasa? _ Pregunta Claudia

- ¡El tipo está rompiendo la ventana, suban ya! Judid busca en los Archivos como se llama esta cosa.

Subimos primer piso y les dije a todos que buscaran un balcón para salirnos por ahí, de repente oigo que la ventana se rompe.

-Alelí, yo te dije que quería ser tu amiga, pero no quisiste hacerlo.

Cuando me dijo eso me acordé de la chica que estaba peleando por un pan y que la jalaron hacia los escalones; cada que hablaba le cambiaba la voz, se oía donde subía más y más rápido los escalones, no encontrábamos ni un balcón.

- ¡Alelí encontré uno! _ Me dice un chico llamado Cesar.

-Bien Cesar ¿dónde está?

Justamente cuando íbamos pasando para ir al balcón, el tipo ya había terminado de subir las escaleras, amarramos sábanas, toallas, ropa y de más para hacer una cuerda y poder bajar todos, le dije a Claudia y a Omar que cerraran la puerta y le pusieran cosas para que no se abriera. Omar bajó primero, luego Claudia, de repente tocan la puerta.

- ¡Alelí, sé que estas adentro ya no puedes escapar, aunque corras mucho, ya no vas a salir jamás de aquí, por favor abre la puerta y nadie saldrá vivo!

Cuando oí lo último, apresuré a los demás a que bajaran y que no se preocuparan por mí, empezaron a golpear la puerta con mucha fuerza, de repente se abre, le dije a la última chava que se apurara y que no se preocupara por mí, cuando la chava baja por completo yo no veía al tipo, de repente cuando me doy la vuelta él estaba ahí en frente de mí, suelto un grito y me voy corriendo hacia la puerta principal, cuando llego, el tipo me dice que corra más rápido en forma de broma, me acordé que la puerta estaba bloqueada pero la ventana estaba rota y cuando intenté salir por la ventana, esta estaba completamente intacta, no estaba rota, empiezo a quitar todas las cosas que bloquean la puerta con desesperación, pero es un intento fallido, él se acerca más y más, le grito a Claudia y a Omar que me ayuden, empiezo a gritar que me ayuden, logro quitar todo, y cuando abro la puerta, hay un montón de sik afuera, solo fue un segundo para que decidiera quedarme o salir, de repente alguien me jala, era un sik que estaba a mi derecha, intentaba comerme, pero agarré un pedazo de fierro y se lo clavé en la costilla, bastó como para que se cayera y me dejara, cuando volteo hacia atrás ya no estaba el tipo, empiezo a bajar como loca y ya abajo empiezo a correr, me refugio en un local, era una tiendita, no había señales de sik en mi camino así que me senté en un rincón mientras oía como llegaban y golpeaban la puerta.

Pasaron un par de horas, para que los sik se fueran, me estaba empezando a quedar dormida y de repente oí que algo golpeo la puerta que hizo que se me quitara el sueño.

-Alelí, ¿estás ahí?, contesta por favor. _Gritan desde afuera.

- ¿Quién eres?

-Soy Omar.

-Pensé que se habían ido.

-Yo te prometí que jamás te dejaría sola, y es lo que estoy haciendo, vámonos.

Cuando abrí la puerta Judid, Angie y Claudia me abrazaron, me dijeron que solo oían los gritos y que cuando quisieron ayudarme, llegaron un montón de sik, y se tuvieron que ir. Caminamos un par de horas vagando por las casas y robando en las tiendas ropa y comida, cuando llegamos a una tienda, decidimos descansar, ya era de noche y todos estábamos muy cansados.

-Oye Alelí, ¿te puedo decir algo? _ Me dice Claudia.

-Si, ¿qué pasó?

- ¿Te acuerdas de que en la casa en donde vimos a la cosa esa me dijiste que buscara en los archivos como se llamaba?

-Si me acuerdo, ¿lo encontraste?

-Si, mira, se llaman MONTIUS, hay como unos 40 alrededor de toda la ciudad, vagan por todos lados y los sik les tienen miedo.

- ¿Por qué?

-No dice.

-Bueno y esos que.

-Son seres sobre naturales, se clasifican en 2, los ángeles de la muerte y los ángeles del apocalipsis, estos se distinguen ya que los ángeles de la muerte te hablan y te matan y los del apocalipsis solo te miran y se presentan.

-Entonces el que me estaba persiguiendo ¿era un ángel de la muerte?

-Si, y el que estaba al pie de la escalera era un ángel del apocalipsis.

-Entonces, ¿porque mato a la chava?

- ¿Te acuerdas cuando intentábamos regresar y tomar otro camino?

-Si.

-Bueno el del apocalipsis se fue y llego el de la muerte, no le hablo, pero si la mató.

-Haaaaa, entonces...

Me interrumpió la voz de una joven, que llegaba y nos preguntaba si teníamos comida, para ella y los demás, entonces me di cuenta de que había más personas en esta ciudad...

La última salidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora