Hacia bajo

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Después de a ver visto cuanta gente había o mejor dicho de cuantos chavos y chavas había, yo fui la primera que me paré y di unos pasos hacia donde estaba la puerta, primero empecé a tocar las paredes para ver si no hay puertas a los lados, le dije a Angie que me ayudara y que hiciera lo mismo que yo; al terminar llegamos a la puerta principal y le dije a Angie que se regresara corriendo y que trajera a los demás.

-Oigan Alelí confirmó que este pasillo es seguro y que podemos pasar sin temor.

- ¿Quién es Alelí? _ Pregunta con una voz ronca un chavo.

-La chica que se arriesgó para sacar tus nalgas fueras de este lugar. _ Le dice toda enojada

-Perdón, me llamo Omar creo que estuvimos en la clase de matemáticas III juntos

-Creo que, si te recuerdo, ¿bueno nos vas a ayudar a sacarlos a todos de aquí?

-Si. _ Dice todo valiente, sin miedo de enfrentarse a lo que viene.

Judid, Omar y Angie trasladan a todos por el pasillo con el temor de que alguien los jale, aunque vieron a Angie y a mí tocar las paredes, Omar nos dijo que sus 7 amigos estaban aquí y que se comprometieron a que protegerían por la parte de atrás para que nadie los jale mientras caminamos; estos chavos miden como 1.79 metros, están súper altos.

Al abrir la puerta, vi que las escaleras solo daban hacia abajo y lo que me ha enseñado una película de terror es que nunca vayas hacia abajo, pero es la única opción, todos vamos en bola y claro que nadie se le ocurriría salir de la bola, los más protegidos son los del medio; nos vamos adentrando más y creo que ya vamos muy abajo.

-Alelí ¿Cuantos pisos bajamos ya? _ Me pregunta Judid.

-Creo que ya bajamos como unos diez pisos, pero no estoy segura.

-Bajamos 13. _ Nos dice Omar todo confiado.

De repente oigo una puerta abrirse, estaba muerta de miedo al igual que todos los demás e indico que se alejen muy lentamente, Omar se ofreció para ir a ver qué pasaba; pasan unos segundos y digo su nombre, pero nadie contesta, lo digo más fuerte y no me contesta, me empiezo a preocupar y oigo los ruidos de una cadena bajando las escaleras, estoy muerta del miedo y por instinto meto a todos por donde se metió Omar, le digo a uno de los amigos de Omar que cierre la puerta y que le ponga una silla atorada para que al intentar abrir no se pueda, les digo que se alejen de la puerta y que retrocedan en silencio y que se fijen en donde pisan, volteo de repente y me encuentro a Omar a mi lado, me pega un gran susto que casi grito, pero Judid me tapa la boca en seguida.

- ¿Dónde estabas? _ Le digo furiosa.

-Estaba buscando una salida, pero la única salida que hay es hacia abajo.

-No, mientes, debe de haber algo más.

- ¡No Alelí!, es hacia abajo.

-Que más encontraste.

-Linternas, funcionan.

-Al fin, ya después de estar caminando a ciegas, ¿Dónde están?, llévame hacia ellas.

Al llegar a esas linternas, cuando prendí una, algo me goteo en la cabeza, miré hacia arriba y esperaba ver un cuerpo colgado en el techo descuartizado y lo que vi fue una tubería que goteaba agua, literalmente creo que me saco un gran susto.

Vi las escaleras que conducían hacia abajo, antes de bajar Angie les dio una linterna por pareja; Angie, Judid y yo nos alumbramos con una ya que son veinte y conmigo son veintiuno, Omar se alumbró con un chavo un poquito más bajito que él así que Omar le alumbraba el camino al otro.

Al fin dejamos de bajar y al fondo había muchas puertas en todos los lados laterales, pensé que nada nos iba a pasar cuando estuviéramos atravesando estas puertas, con el temor de que a alguien jalaran, pero de repente se oyó un grito y después el silencio.

- ¡Alelí que pasa, tengo miedo! _ Me dice Angie temblando del miedo.

-Alelí hay que seguir, camina más de prisa. _ Me dice Omar muy alterado.

Oímos un grito muy agudo, algo jaló a una chava hacia una de las puertas y se cerró de portazo, intentó Omar abrirla, intentaron tirarla, de repente solo se abrió, vimos a la chava en una silla con los brazos amarrados, Omar se dio cuenta de que tenía una flecha en la cabeza y una en la panza, poco a poco todos se estaban acercando para ver lo que pasaba, no sabíamos cómo se llamaba, de la nada la puerta se cerró en nuestras narices, le dije a Omar gritando vámonos.

Recorrimos el pasillo esperando que nada más nos asustara, segundos después llegamos a una última puerta y una chava se soltó llorando.

- ¡Solo quiero irme de aquí, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, solo quiero irme con mi mamá! _ A pleno llanto.

-Tranquila trataremos de seguir adelante, nada te va a pasar. _ Le dice Judid.

- ¿Cómo?, aquí no estamos seguros, mataron a una chica, inocente, no sabíamos ni como se llamaba y ustedes lo toman como si no les importara y aparte quien los nombraron jefes como para guiarnos. _ Nos lo dice muy enojada, llorando y a pleno grito la chava.

-Para empezar, tienes todo este lugar como para que tú te vayas sola, toma tus cosas y vete para que así te maten y estés feliz porque ahora si hiciste lo que tu quisiste, no creo que seas lo bastante fuerte como para que te pares enfrente y encamines a los demás hacia otra dirección, ¿quiénes somos nosotros? los que tratamos de salvarte tu lindo y hermoso esqueleto, así que o sigues con nosotros o tu sola._ Le dice Angie y Judid todas molestas. Agradezco tener amigas como ellas, bueno Angie era una examiga ya que casi ni hablaba con ella, pero me ayuda con la situación.

-Ah y también si quieres puedes tomar el lugar de los chavos de ahí para que a nadie jalen por detrás. _ Se lo dice Judid con mucho valor.

Vemos otra entrada al fondo, pero esta vez se dirigía hacia arriba....... 








La última salidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora