La última salida

El refugio

Saliendo de la casa sentía mareos, tenía hambre, Omar estaba al pendiente de mí siempre, no había momento en el que no me estuviera cuidando.

-Alelí, ¿te sientes bien? _ Me pregunta Angie preocupada.

-No muy bien, pero intento sobrevivir. _ Le digo agotada.

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Recuerdos...

- ¡Alelí!, ¿Dónde está tu chaqueta, llegaras tarde a la escuela? _ Pregunta mamá arreglándose los aretes.

-No se mami, por ahí la puse.

- ¿Cómo que por ahí?, ¡ve y búscala! _ Me dice mamá enojada.

-Es que, no la encuentro. _ Exclamo agobiada.

En eso llega mi mamá y me pone otra chaqueta a la fuerza, se agacha y me mira a los ojos.

-Aun así, te amo mi linda...

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-Alelí, Alelí.

Oigo que alguien me habla a lo lejos, pero no puedo prestar atención a la situación, en eso Judid me sacude y me hace salir de mis pensamientos.

- ¡QUÉ! _ le exclamo enojada.

-Pues ¡ya!, deja de pensar en Omar, si está guapo, pero ¡ya!, no nos haces caso por estar embobada con su cara de niño bonito.

Cuando Judid dijo eso, sentí que me puse como un gran tomatote rojo y gordo, sentí que me ponía toda colorada, jamás me había sentido tan apenada de algo.

-Judid, ya por favor, déjala en paz, si quiere pensar en mi cara de niño bonito, pues déjala, total, todos pueden pensar en ella, ¿verdad?

- ¡Y que me den pesadillas el resto de mi vida!, JA, claro que no voy a pensar en la cara de niño bonito que tienes. _ Dice Mello sarcástico.

El comentario que dijo Mello hizo que todo el grupo se riera, la verdad después de eso sentí que toda la tensión del lugar desapareció por completo, ya no me sentía como un gran tomatote enorme.

-Tenemos que movernos más rápido, a este paso llegaremos en varias semanas. _ Dice Mello angustiado.

- ¿Por qué?, ¿pasa algo malo? _ Pregunta Judid.

-Si, está muy mal.

Mello tenía una cara de preocupación que se le notaba mucho, era esa sensación rara que te indicaba que algo malo se aproximaba.

-Mello ¿cuál es la situación del problema? _ Le pregunto agotada.

-Alelí esto es malo, se supone que... ¡No Alelí no sé qué hacer!

- ¿Mello pero que pasa?, no te podemos ayudar si no nos dices. _ Le pregunta Angie confundida.

-Por Dios ¿qué?, ¡no, no, no, no, no! _ Empezó a exclamar Zahir de tal forma que me puse a su altura para observar lo que pasaba, me di cuenta de que el puente estaba derrumbado, no sabía que significaba, no puse ninguna expresión en mi cara.

-Alelí... Ese puente era la única conexión que había hacia nuestro refugio, sin el tendremos que rodear todo. _ Me dice Zahir frustrado.

- Pero ¿cuál es el problema?, digo, ya pasamos por mucho no creo que rodear todo él lugar sea tan malo. _Le digo despreocupada.