Eider

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Era sábado, tenía mucha flojera como para hacer algo, habíamos quedado Bianca y yo en ir al parque después de las 12:00 pm, pero me había levantado muy tarde y sabía que si le decía que no, se iba a enojar conmigo por no levantarme temprano; me bañé rápido y me vestí, me puse un short, una blusa de tirantes y unos converse, mi mamá me dijo que me peinara y se me ocurrió plancharme el pelo, en eso mi mamá me pega un grito.

- ¡Eider ya mero son las 12 del medio día!, ¿tú vas a ir a su casa o ella viene? _ Me pregunta mi mamá.

-Má recuerda que vamos a ir al parque las dos, ella va a venir por mí.

-Pero a cuál parque van a ir, recuerda que en Taxtum hay muchos parques. _ Me dice mamá preocupada

-Creo que vamos a ir al más grande.

- ¡Pero eso está del otro lado de la ciudad Eider, te puede pasar algo, solo tienes 15 años chamaca! _ Me dice mi mamá enojada.

-Má, pero ya hemos ido hasta allá solas, solo estaremos ahí un par de horas, después iremos de compras.

- ¿Dónde Eider? _ Me dice a un molesta.

-Tal vez al que esta por la tienda Lysol.

-Bueno está cerca, solo te daré $500.

-Si, con eso está más que bien. _ Le digo satisfecha.

Llegó Bianca y agarré mis cosas para poder irnos, mi mamá me advirtió que no regresara después de las 6 pm porque si no estaría en problemas y ya no me dejaría salir, y por consecuencia de eso Bianca no dejaría de molestarme.

-Eider ¿quieres ir por unos cigarros antes de irnos al parque? _ Me dice vacilando.

-Jajaja, no Bianca como crees.

-Ándale Eider, solo una caja. _ Me dice implorando.

- ¿Por lo menos trajiste tu credencial falsa?

-Si.

-Bueno ándale vamos por ellos antes de subirnos al tren.

Fuimos a la tienda más cercana y Bianca pidió la caja de cigarros sabor cereza, me reí al saber que los quería de sabor sabiendo que ella no le gusta; fuimos a la estación del tren y estando ahí agarramos la ruta más larga para ver toda la ciudad, me preguntó Bianca que si me acordaba de Daniel.

-Daniel, ¿quién es Daniel?

-Eider no me digas que no te acuerdas, él era tu novio, antes de que te permitieran salir de Taxtum.

-Bianca, mira jamás me dejaron salir de Taxtum, sabes que es muy difícil salir de aquí, muy apenas puedes acercarte a las paredes.

-Entonces ¿por qué te fuiste por mucho tiempo y no supimos nada de ti?

-Me explicaron (allá a donde fuimos) que, a cada cierta edad te mandan a poner una tipo vacuna que para saber ciertas cosas y me la pusieron, él problema fue que al ponérmela vomité y me tuvieron en programas intensivos y cuando me recuperé me llevaron a mi casa y le contaron a mi mamá, claro que ella no supo la verdad, le dijeron otra cosa simulando la realidad.

Bianca me estaba preguntando algo cuando de repente él tren frenó en seco y muchas personas se fueron unas contra otras.

- ¿Qué pasa? _ Pregunto espantada.

-Al parecer hay un problema en la cabina. _ Afirma una señora.

-No, yo digo que algo pasa afuera. _ Dice Bianca observando las ventanas.

- ¿Como sabes muchacha?

-No hay gente afuera.

Bianca estaba en lo cierto, estábamos ubicadas en lo alto de unas columnas en donde pasaba él tren, y algunos metros abajo se encontraban tiendas comerciales, pero lo raro era que siempre estaban en movimiento y ahora que lo veíamos no había nada más que autos parados en desorden.

-Bianca mira los autos de las tiendas, no están en los cajones, están por todos lados

- ¡Ho por Dios miren a ese hombre!, parece que se está comiendo a la niña. _Grita una señora a lo lejos.

De repente un señor abre a la fuerza la puerta del tren y le empieza a gritar al hombre que se estaba comiendo a la niña, este se levanta y va hacia él señor, de inmediato una señora cierra la puerta que él señor dejó abierta y solo vimos como la niña se estampaba contra esta y la empezaba a golpear.

-Eider hay que irnos de aquí, mira sus ojos no son como los de nosotros, son blancos y tienen puntos negros.

-No.

- ¿No que Eider? _ Me pregunta Bianca muy asustada.

-Se está convirtiendo en algo, mira los puntos negros desaparecen.

La niña dejó de golpear la puerta y empezó a oler.

-Al parecer no nos pueden ver. _ Dice una señora.

-Porque lo dice. _ Dice una muchacha a lo lejos.

Al parecer esa cosa había oído él grito de la muchacha y fue directamente a su dirección olvidándose de que había un vidrio separándolos, solo se estampó y cayó al suelo.

-Se guían del ruido, tenemos que salir de aquí en él menos ruido posible pero lo más rápido que se pueda. _Contesta Bianca.

Tiempo después empezamos a salir por una de las puertas del otro lado, al parecer no había cosas de esas cerca y pudimos salir de inmediato, de repente la chava que gritó pasa muy cercas de un fierro haciendo una cortada como de 20 centímetros, de inmediato la niña empezó a golpear la ventana, atrayendo a más de esas cosas.

-No hicimos ruido, ¿qué la alteró? _ Pregunta una señora.

-Vuelen la sangre. _ exclama la muchacha que se cortó.

De repente él vidrio se rompe y la niña atrapa a la chava que se cortó, solo alcanzamos a correr unos pocos metros para que empezaran esas cosas a atraparnos, conforme íbamos corriendo Bianca me golpeo él brazo y pude observar como todas esas cosas se estaban comiendo a los pasajeros sin piedad, me puse a pensar que tuvimos suerte esta vez.

- ¡Miren una tienda, todos corran a ella! _ Exclama la señora.

- ¡Eider, al parque, ahora!...


La última salidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora