Max estaba comenzando a ponerse nervioso, apenas eran cómo la una, pero él no podía evitar sentirse mal.
Ese sentimiento que te da cuando sabes que estás haciendo algo mal y que si tu hermana hace algo mal, a los dos les va mal.
Caminaba por su habitación de un lado a otro, observando sus calcetas rozar el frio piso de madera.
También obsevaba los libros en la estantería.
De vez en cuando iba ahí y los acomodaba por autor y despes por titulo, y al último por orden alfabético.Se mordía las uñas, se quitaba el gorro gris dejando que su cabello negro le tapara la cara.
Se lo retiraba y lo mandaba para atras.
Jugueteaba con sus dedos.
Su respiración se volvía más agitada, pero debía controlarse, él más qué nadie sabía lo que pasaba si no se controlaba.
Sus manos comenzaron a ponerse frias y un ligero escalofrío le rozó la espalda.Se levanto al instante y decidió ir por su celular.
Caminó unos cuantos pasos y lo desconectó de la corriente para rapidamente teclear el numero de Alice.
Se quedó como un estupido dirante un buen rato hasta que la contestadora dijo:
Buzon de voz, su llamada será transferida después del tono.
Max se bufo por lo bajo y dejo el celular en el escritorio.
— Mierda!— Exclamo.
Fue directo a su armario y tomó las converse.
Comenzó a ponerselas.
Pero entonces, otro escalofrío.
Y un timbre lo saco de sus pensamientos.
Miro hacía donde estaba su celular.
Enseguida penso que sería Alice.Así que se levanto poniendose los converse hasta que llego al escritorio.
Vío el mensaje, y entonces comenzo a desatarse los tenis, creía que esa vez debería de llevar las botas.
• • •
Alice y Kim se desabrocharon los tacones y tocaron el frío suelo.
Lo cuál a la chica de ojos azules le causó un escalofrío por todo el cuerpo.
Los huesos de la espalda se le tensaron al sentir las miradas inyectadas de sangre.
Ambas chicas se quedaron estáticas, ambas con su par de tacones a cada lado.
Apesar de que Alice le había dicho a Kim que corrieran, no podían, estaban nerviosas hasta los huesos.El vestido de Kimberly estaba lijeramente caído, y el de Alice igual, y solo hizo un movimiento de hombro para tratar de acomodarselo.
Alice sentía algo extraño.
La gente pasaba detras de los chicos, pero al parecer no podían notar qué estaban ahí.
Entrecerró los ojos y pudo ver que justo detras de ellos podia verse una clasa de iluminación prismática.Pasó saliva y comenzó a dar unos pasos hacía atras, y cada paso era cómo caminar en hielo, en un glaciar que parecía interminable.
Y que probablemente, si llegara a la orilla, caería por aquel borde hacía el agua helada.
Y se hundiera sin poder hacer algun movimiento para poder intentar salvarse.Alice volteó a ver a su amiga, la cuál estaba en la misma situación qué ella.
Pero entonces el chico de cabello neon se irguió un poco y justo después, solto un grito tan sobrenatural.
Parecia el grito de una bañena con un caballo agonizando.
Y justo después, comenzaron a correr hacía ellas.Alice no lo pensó dos veces.
Tomó a su amiga de la mano y comenzaron a correr, Kim gritaba asustada.
Y no por que las estaban persiguiendo, si no por aquel sujeto de cabello estrafalario, solto un grito de pesadilla.
Y mientras las perseguía gritaba o rugía así.
Caminando de una forma antinatural, de lado y cómo si su espalda estubiera bastante erguida.
El otro chico pelirojo, que por sierto su cabello era de un tono rojo bastante falzo.
Pero aún así, tenían esa extraña, alarmante y salvaje, forma de caminar.Alice y Kimberly corrian cómo si fuera el fin del mundo, o cómo si una manada de animales hambrientos las estubieran persiguiendo.
Que Alice ya no dudaba de que no eran humanos.Pero si no lo eran, ¿Entonces qué eran?
Kimberly comenzó a cansarse.
— Alice...no puedo.— La chica comenzó a tambalearse justo cuándo doblaban una esquina del callejón.
Oscuro y con solo unas cuantas luces dando iluminación.—Aguanta Kim.— Es lo único qué pudo decir Alice antes de que su pie tropezara con un guijarro.
Y se fue para abajo con su amiga también.
Ambas se desplomaron hacía el frío suelo.
Y Alice tenía razón, se había sentido como caer en sgua helada.
Oscura, distante y profunda.
Fria... Sin poder hacer nada mas que esperar que el aire se agotará.Los tacones hicieon un ruido seco al caer, indicando que quizá alguno se habría quebrado.
Ambas chicas miraron a los hombres.
Los cuales estaban quietos, mirándolas cómo si fueran dos presas suculentas.Alice trago saliva y justo en ese momeno el chico de cabello de neón comenzo a contorcionarse y a convulsionarse.
Se tiro al suelo y justo después, seis enormes patas, como las de los insectos, le salieron de la espalda.
Sin hacer un grito las patas estiraron la piel y abrieron por la mitad el cuerpo, o mejor dicho, el traje.
Salieron tres pares de alas de diferentes insectos.
Y una piel rugosa y pegajosa.
Justo después, Alice se dio cuenta de que tenía mas patas, también de diferentes insectos.
Y entonces su cabeza apareció.
Horrorosa y asquerosa, con una forma como de un escarabajo, pero a la vez como de una mantis.
Ademas de que su pose la asemejaba a una.
Una gigantesca y grotesca mantis.
Abrió la boca y mostro unos afilados dientes.
Y justo después un gran grito, un poco diferente a los que ademas hacía.
Cómo un elefante y un millar dé cuervos en sufrimiento.—Carne humana... Huelo carne humana... Necesitó comer.— Dijo la cosa.
Y comenzo a caminar pesadamente, haciendo que el suelo se simbrara a cada paso.
El chico de cabello rojo, solo se retorcía cómo si estuviera feliz y alegre.
Alice pudo observar que Kim se había desmayado.
Y no supo cuando sucedió.
Y no podía dejar que esa cosa se acercara a su mejor amiga.
Afortunadamente había un pedazo de vidrio cerca de la mano de Alice.
— Alejate Mosntruo!!— Grito Alice.
Pero el insecto al parecer se comenzo a reír.
Su voz era escalofriante y profunda, cómo si varios animales agonizantes gritaran al mismo tiempo formando palabras.
— Necesito comer!— La cosa se avalanzo sobre Alice.
Y callo al instante.
El enorme insecto le rugió en la cara.
Su aliento olía a muerte, y no por qué oliera asqueroso, es por que encerio olía a muerte.
Desesperacion, angustia, y cualquier cosa que podia describirse como mala.
Pero entonces miro a Alice.
— Arcángel!— Exclamo la cosa.Y enseguida una gran flecha roja atravesó el estomago del insecto.
El cual grito agonizante cómo a lo que olía; y justo cuando se desplomó, Alice salió rapidamente debajo de él.
Hasta ese momento no se había dado cuenta de que estaba llorando.
Llorando, y al parecer el rímel se le había corrido, y su peinado se había aruinado.La cosa se retorcia mientras la enorme flecha roja luminiscente parecía quemar la piel del monstruo.
— Arcángel!!— Exclamó también, pero esta vez fue con un tono de horror.
Y comenzo a correr.Entonces un destello azul cruzo la mirada de Alice, y una enorme lanza azul hecha del mismo material que la flecha, con algunos detalles en la punta, se clavó en la espalda del chico.
Y este se desplomó.Ocacionando un efecto igual que en él insecto.
La respiración de Alice comenzo a calmarse.
Y entonces Alice se dio cuenta de que la lanza también venía acompañada de un hombre.
De cabello largo y negro, rizado, una camisa blanca pegada al cuerpo, al igual que sus pantalones de cuero negro y unas botas largas.
Y cuando se giro, Alice se quedo con la boca abierta.
El hombre quito su lanza del chico.
Y justo en ese momento otro hombre aparecio.
Este era rubio, de piel blanca, unas orejas largas, su cabello largo.
Una camisa de vestir algo holgada, y luego unos panatalones de cuero con unas botas.
Se impresionó aún más.
— Estan bien?— Preguntaron Baxter y Ronald.
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Arcángel 1: Fuego
Fantasy"El fuego carece de emoción, mas sin embargo es ese fuego, el que aviva las llamas del amor..."