Yaguareté·Abà II

Capítulo 14

La luz despertó al lobo con un gruñido. Se llevó la mano a los ojos para desperezarse, y miró a su lado, donde el jaguar estaba en la misma postura en la que se había dormido, abrazado al costado de Derek, usando su pecho como almohada.

Pensó en despertarle, pues debido al follón de la noche anterior, Stiles no había preparado maleta... y en escasas horas estaría yendo con Deaton a nadie sabía dónde, pero decidió observarle y dejarle dormir un poco más.

La respiración del jaguar era relajada, pausada... casi inaudible. Sus ojos estaban cerrados, sellados completamente por largas pestañas castañas; sus labios entreabiertos, que parecían estar murmurando algo que no se oía... Derek sonrió al darse cuenta de que su Stiles no se callaba ni durmiendo. Su sonrisa se desdeibujó al notar cómo Stiles comenzaba a mover por espasmos, la mano que tenía sobre el abdomen del lobo, como si peleara en sueños, por lo que le cogió la mano con suavidad y se la acercó a los labios para darle un suave beso que, aunque relajó el sueño del jaguar, también le hizo sentir un cursi y anticuado caballero besando a la dama en la mano.

-Te he visto. -escuchó en bajito sobre su pecho.

-Estabas soñando. -se justificó el lobo.

Stiles levantó por fin la cabeza y le miró a los ojos, sin poder evitar sonreír. Se alzó un poco y le dio un beso en los labios para volver a recostarse en contra del lobo. Derek le acogió con los brazos abiertos y comenzó a acariciarle la nuca y la espalda, donde tenía la marca del Yaguareté Abà, tan sólo visible en los momentos en los que estaba completamente transformado.

-No quiero ir con Deaton. -refunfuñó el más joven.

-No quieres que te digan lo que tienes que hacer, pero... debes ir. Ya no sólo por ti y por controlarte, sino por dejar a tu padre salirse con la suya.

-Así que me exilio durante una semana por mi padre. -dijo mirándole a los ojos.

-Por así decirlo. -dijo rascándose la cabeza. -Piénsalo, Stiles... es el padre de un jaguar que es amigo de una manada de lobos y novio de un lobo. Lo sabe y lo acepta... pero también él debería tener algo de voz y voto, ¿no crees?

-¡Yo le tomo muy en cuenta lo que me dice! -saltó de repente ofendido Stiles.

-Lo sé. Lo sé yo, lo sabe Scott, e incluso tu padre lo sabe. Pero es tu padre, y tal vez quiera ser él el que por una vez, te reprende y te dice lo que hacer de un modo distinto a "ancla".

-O sea que lo que quiere mi padre es darme una "orden" y no un "consejo".

-Eso es.

-Maldito bastardo... tenía que haber escogido a Scott como ancla. -murmuró de nuevo enterrándose en el cuello del lobo, que estalló súbitamente en carcajadas y se incorporó de nuevo para mirarle, pasmado.

-¿El mismo Scott, tu alfa, al que llamaste ayer para maldecirle por no coger tus llamadas?

-Os odio a todos. -dijo riendo, dejándose resbalar fuera de la cama bajo la mirada verde del lobo. -¿Qué me miras?

-Pensaba que tendría que arrastrarte fuera de la cama. -comentó el lobo aún algo impactado.

-Tengo que ir con Deaton... -dijo justo antes de bostezar y estirarse ya en medio del cuarto.

-Y hacer maleta.

-No tengo que llevar demasiadas cosas... ropa, supongo. -dijo saliendo por la puerta. -Bueno, ¿y tú?

-¿Yo? -preguntó alzando las cejas.

-¿No te vienes a duchar? -preguntó con una sonrisa pícara el jaguar. El lobo bufó pero fue con él rápidamente.