Stiles llegó a casa y nada más posar el primer pie en la entrada, un olor a cordero al horno le dio la bienvenida. Dejó las llaves en el bol del mueblecillo y fue hacia la cocina, donde escuchaba a su padre murmurar palabras sin sentido, siquiera para su súper oído felino.
-Hola papá.
-Ho-hola Stiles. -saludó el padre sobresaltado y con una sonrisa demasiado forzada en sus labios que hizo unir cabos a Stiles, quien suspiró y se dejó caer sobre una silla.
-Deaton ya te lo ha dicho y me haces cordero porque me vas a "castigar" por algo que no tengo culpa, ¿verdad?
-¡Claro que no! -Stiles alzó la mirada con una ceja y su padre suspiró y admitió. -Exactamente eso. ¡Tienes toda la razón! Y sé que tú no tienes la culpa, pero... lo siento, Stiles.
-¿Y cuál va a ser el castigo?
-No quiero que lo veas como tal... tan sólo serán un par de semanas y, de hecho, creo que lo disfrutarás.
-Y dime, papá, ¿qué hay en el mundo que me haga disfrutar cuando esté muriéndome de ganas por follar?
-¡Stiles!
-¿Qué? El celo es básicamente eso, ¿no?
-Ya, pero... -comenzó el padre, pero cortó su discurso porque sabía que su hijo tenía toda la razón. -Bueno, el caso es que he tenido una magnífica idea. Creo que lo mejor es que vayas a Londres con tu tío abuelo. ¡Siempre has querido ir! Así que... ¿qué mejor momento? Además, ahí podrás hacer turismo, disfrutar un poco, aprender modales...
-¿Y en qué solucionará eso mi "problemilla"?
-Pues estarás lejos de Derek.
-Así que lo que no quieres es que me tire a Derek, pero te da igual que lo haga con cualquier otro de otro país, de otro continente.
-Stiles... -dijo sonriendo tiernamente. -Créeme, desde el susto que tuviste cuando besaste a Peter, desde que pensaste que Derek te iba a dejar, no creo que siquiera se te pase por la cabeza volver a serle infiel... ¡Y no digas "tirarte" a alguien! -espetó golpeándole con la botella de agua en la cabeza.
-Vale, vale... Supongo que no estará mal... Hace siglos que no veo al tío Dmitri. -se resignó Stiles encogiéndose de hombros.
***
Una vez terminada la cena, Stiles subió a su cuarto y encendió su ordenador para buscar vuelos a Londres. Con tan poco tiempo de antelación, pues el padre quería que se fuera ese mismo viernes de tarde, los precios se disparaban, pero después de comparar muchos vuelos distintos, encontró uno que era "económico", justo a tiempo de escuchar el Camaro acercándose y aparcando unas casas más adelante para momentos después hacer aparición un moreno por la ventana.
-Ya tengo el vuelo. -dijo sin darse siquiera la vuelta, viendo cómo su impresora expulsaba su billete. -Me voy el viernes por la tarde.
-Yo... no te dije que te tuvieras que ir, Stiles.
-Ya, bueno... no dijiste nada. -dijo girando con su silla de ordenador. -Aunque lo entiendo.
-Tu resumen fue tal vez demasiado resumido. -bufó Derek.
-Te acojoné. -dijo el muchacho viendo cómo el moreno se tumbaba en su cama.
-No me acojoné, Stiles, es solo que... bueno, tenemos que tener mucho cuidado con que nos vean lo menos posible y si estás...
-Lo sé, lo sé. Soy menor y quedaría feo ver a un policía hacer la patrulla con un joven adolescente restregándose. Lo sé.
-¿Entonces te vas?
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Yaguareté·Abà II
Fiksi PenggemarSecuela de Yaguareté·Abà I Si no lo has leído aún... no te lo pienses más.