Yaguareté·Abà II

Capítulo 18

Stiles se revolvió en la cama hasta quedar acunado en el costado de Derek, que le rodeó con un brazo, sabiendo que buscaba calor. El jaguar gimió de gusto al notarse abrigado y siguió durmiendo un rato hasta que un pitido llamó su atención. Abrió un ojo y miró a la mesita, donde había una luz parpadeando.

-Tu móvil, Derek. -refunfuñó el jaguar.

-Está en silencio.

-¿Cuándo entenderéis que esa luz emite un pitidito?

Con un suspiro, Derek cogió el teléfono, miró el contacto que llamaba, y colgó sin contestar. Stiles levantó la cabeza y lo miró, despelurciado y con cara de sueño, al notar el cambio en el pulso del lobo.

-¿Quién es el que ha puesto gruñón a mi lobo gruñón?

-Peter.

-¿Le has colgado?

-¿Hubieses querido contestarle tú? -contestó de malas formas al jaguar, que se incorporó para mirarlo severamente.

-Tranquilito, fiera. Yo no he dicho nada. -dijo levantándose para ir al baño. -Lo único que te diré es que pongas calefacción, que esta casa es una maldita nevera.

Cuando Stiles volvió, Derek estaba con la espalda apoyada en el cabecero de la cama, mirándole. El jaguar reptó por la cama y se volvió a acostar a su lado.

-Ayer me lo pasé bien. -comentó con una sonrisa en los labios. -Excepto lo de Mark. Eso no me gustó, pero por otra parte me hizo sentir guapo.

-Eres guapo, Stiles.

-¿Tú crees? -preguntó ensanchando la sonrisa.

-Te encanta que te adulen, ¿no? -dijo el lobo agachándose para besarle.

El beso fue interrumpido por la vibración del móvil de Stiles. Derek se separó para acercarle el teléfono y, mientras tanto, vio quién le llamaba: Peter.

-¿Quieres descolgar tú? -preguntó Stiles.

-Le colgaría.

-Pues entonces descuelgo yo. -dijo antes de escuchar un bufido molesto salir del lobo. -Dime, Peter.

-¿Estás con Derek?

-Sí.

-Me ha colgado.

-Lo sé.

-¿Por qué me ha colgado? Creí que ibas a hablar con él.

-Y he hablado con él, pero él sigue sin querer hablar contigo.

-Dile que se ponga.

-Ya me ha roto un móvil, no quiero que...

-Pásame con Derek. Si te rompe el móvil, yo mismo te compro otro.

-No me pases el móvil, Stiles, o se hace añicos. -advirtió el lobo cuando vio que el jaguar le acercaba el aparatito.

-Oye, Peter... llama en diez minutos, ¿vale? -dijo antes de colgar.

Derek lo miró con el ceño fruncido y los brazos cruzados sobre el pecho, pero Stiles puso su mejor mirada de corderito apaleado y se tumbó sobre él para comenzar a besarle el cuello.

-No, Stiles. No hagas esto para que hable con Peter. No funcionará.

-Oh, vamos, Derek. Es tu tío.

-¿Y?

-Tu única familia de sangre.

-Tendría a Laura, pero él la mató.