Yaguareté·Abà II

Capítulo 16

A la mañana siguiente, Stiles se levantó y fue directamente a por su móvil que, tal y como su padre le había dicho, estaba sobre la mesa de la cocina. Lo cogió y vio varias llamadas perdidas, mensajes y algún otro mail. Los mensajes eran todos de Scott, que le proponía planes para pasar el sábado antes del comienzo del curso. Las llamadas, en cambio, eran más variadas.

Se calentó algo de agua para hacerse un té (un té tragable, no los asquerosos que le daba Deaton y que ya habían comprobado que eliminarían de la dieta) y mientras tanto contestó a su amigo y alfa. Cuando terminó de enviar el mensaje, aceptando la invitación de practicar algo de Lacrosse para comprobar si podría apuntarse o no durante este curso, su teléfono sonó. Esta vez era una llamada. De Peter. Stiles dudó durante un rato largo si debía coger la llamada o no, pero al final decidió cogerla, pensando que tal vez, Peter no supiera que el número de su sobrino había sido temporalmente usurpado por Stiles.

-Peter, no soy Derek. Llevo unos días con su móvil...

-Lo sé. Quería hablar contigo.

-¿Conmigo? Yo... creo que no es lo mejor.

-¿Que no crees que es lo mejor? Bueno, puesto que mi sobrino va a estar encerrado en sus quehaceres toda la mañana, creo que ahora es el mejor momento para hablar unas cosas.

-No... es que Derek se va a enfadar.

-No se tiene por qué enterar.

-¡Ja! -rió irónico. -Se enteraría y se cabrearía. Y con razón.

-Me da igual. Ábreme la puerta. -dijo antes de colgar.

Stiles se quedó mirando el teléfono molesto y, momentos después, alguien llamó a la puerta. Rodó los ojos y fue a abrir la puerta, sabiendo quién estaría allí. Y en efecto, no se confundió ni un ápice.

Frente a él estaba el mismísimo Peter Hale, aunque considerablemente desmejorado. Su barbita no estaba tan cuidada como de costumbre y tenía unas grandes ojeras rodeando sus ojos azules. Llevaba una camiseta y unos vaqueros... demasiado "casual" y sin tener ni el más mínimo olor de fanfarronería que el lobo solía arrastrar tras él.

-Es absurdo que llames si ya estás delante de la puerta. -dijo apartándose para dejar entrar al lobo. -Me vas a meter en problemas.

-¿Yo? Fuiste tú quien me besó.

-¡Ala! Directo al grano... y yo sin haber desayunado. -dijo yendo a la cocina para sacar el agua del té del microondas. -¿Quieres algo?

-No.

-Vale... -dijo sacando dos galletas del paquete y sentándose sobre la encimera. -Mira, Peter... No debí hacer lo que hice. No sé por qué lo hice... bueno, Deaton tiene una teoría, pero a lo que me refiero es que no debí hacerlo y lo siento.

-Stiles, sinceramente... me da igual que me besaras. De hecho, si quisieras volver a hacerlo, me daría igual. -dijo haciendo que Stiles abriera los ojos desmesuradamente y negara enérgicamente con la cabeza. -Lo que quiero es que hables con Derek.

-¿Con Derek?

-Fuiste tú quien me besó y es a mí al que odia. -espetó de repente.

Stiles sonrió de medio lado recordando cómo había logrado que le perdonara... pero la sonrisa de tonto se le borró de inmediato al ver los ojos azules del mayor clavados en él.

-Vale... quiero decir... que lo intentaré. Pero tu tema es como un tabú para Derek, intentará esquivar el tema...

-Me da igual. Insiste.