Inglaterra

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Posó casi medio año para que me llamaran a la corte inglesa; entre a la corte con una sonrisa de oreja a oreja, el porte altivo y la mirada llena de expectativa.
-Lady Ana- me saludaban todos haciendo una inclinación
Está era mi corte y todos me conocían, llevaba un vestido color vino hermoso y joyas caras que me habían obsequiado, siempre iba bien vestida me declararon "El espejo de la moda"
-Adelante mi lady- me dijo abriendome la puerta el consejero de la cámara real
Entre con toda la seguridad del mundo, solo lo mire de reojo, seguía igual de hermoso que como lo recordaba sus ropas negras, su porte inmaculado, su mirada sería y penetrante, su sedoso cabello largo y negro y esos ojos verdes centellantes.
Alado de él estaba la reina Catalina de Aragon, tal vez en su tiempo fue una de las mujeres más hermosas de Europa pero ahora tantos abortos la habían dejado como un cadáver, viejo y triste, aunque era elegante con semblante inteligente.
-Lady Ana Bolena- Me anunciaron y yo hice una inclinación
-Su majestad- dije con todo el respeto del mundo aunque también lo hice para mostrar mis atributos al rey
-Otra zorra Bolena- dijo con desprecio la reina- has venido desde Francia a insultarme más? Tal vez vienes como tu hermana a quitarme lo que es mío, pero ninguna cortesana como ustedes me lo quitará
-Su majestad- dije con inocencia- Si usted cree que mi hermana y yo somos iguales está muy equivocada- yo soy peor pensé- he venido aquí por órdenes de mi familia y me alegra mucho que me hayan llamado para poder ser una de sus damas, lo único que quiero es ganarme su respeto y confianza
La reina me miró y con mis palabras logre suavizar un poco la situación.
-Eso espero Lady Ana- dijo la reina
-Con su permiso- hice otra reverencia y salí
Nisiquiera voltee a ver al rey, aparte de que no quería levantar sospechas con la reina tampoco quería darle ese lujo, él me dejo, me cambio por mi hermana y lo haría pagar por eso.
Fui a las habitaciones de los Bolena mi hermana se había encargado del futuro sin problemas de mi familia y ahora teníamos muchos privilegios.
En el comedor privado de los Bolena me esperaba mi familia, los salude a todos y ellos estaban muy felices de volver a verme.
-Ana, es un fortuna que estés aquí con nosotros- dijo mi padre
-A mi también me da gusto volver a casa- les dije mientras me sentaba y bebía una copa de sangre que me había dado un sirviente- y bien, ahora que hizo María?
Mi pregunta los tomó por sorpresa pero no era algo que pudieran ocultarme a mi, bien sabía yo que me habían hecho volver a Londres para que arreglará alguna tontería de mi hermana.
Observe la cara de molestia de mi madre y la risa oculta de mi tío, los mire esperando a que me contestaran.
-Veras... Esto es algo muy delicado y no te lo hemos dicho antes por que sabes que las cartas no son seguras- explicó mi padre
-Y...?- pregunté esperando
-Tu hermana espera al hijo del rey- dijo miadre
Sentí como el estómago de me revolvio del coraje, pero lo oculte todo, esa maldita mustia tenía todo lo que me pertenecía, y ahora iba a tener un hijo de mi rey.
-Y seguros que es de él? - Pregunté indiferente
-Ana! Como se te ocurre siquiera mencionar eso!?- exclamó mi madre escandalizada - Si alguien te escuchará... Claro que es de él, si no como podría tener un hijo natural?
-Solo digo que no es el primer vampiro sangre pura con el que está ella- comentó con malicia
-No se puede hablar contigo!- grito mi madre enojada y salió de la habitación
George me sonrió y tomó mi mano por debajo de la mesa, mi tío hacia un enorme esfuerzo por no reírse mientras mi padre se frotaba el rostro exasperado.
-Escucha Ana, él rey ya no frecuenta a Maria- dijo mi padre
-Pobre María- dije con lastima fingida
-Pobres nosotros- contestó él - mira todo lo que hemos conseguido gracias a ese pequeño que viene en camino, y tu sabes que si el rey se olvida del bebé este no puede sobrevivir sin el amor de los dos
-Y yo que puedo hacer?- le preguntó arrogante
-Salva la vida de tu sobrino- me dijo mi tío serio- sin el amor del padre el embrión muere, has que el rey vuelva a Maria
Me puse de pie confundida, genial Ahora tenía que hacer que el rey volviera a amar a mi hermana para que mo sobrino no muriera, lo que más odiaba era que ellos no lo hacían por el bebé sino por su beneficio, solo de pensar cuantas cosas tendrían por un hijo bastardo.
-Quizá sea mejor que muera- dije antes de salir de la habitación- ser un niño bastardo es horrible

Me cambie me puse mi vestido de dama de honor y fui al salón principal a que las personas importantes de la corte conocieran a las damas nuevas.
Cuando entre al salón vi a Lord Henry Persy, el me miró y quedó sorprendido con la boca abierta, se iba a acercar a mi pero negué con la cabeza aún no era el momento.
El rey estaba en si trono junto a la reina y no me quitaba la vista de encima, tal vez estaba enojado por la trampa que le había hecho o tal vez me había extrañado mucho.
La ceremonia fue larga y tediosa, cuando comenzó el baile mire a Henry que me sonrió, le hice una señal para irnos de ahí. Nos encontramos en el pasillo de mi cuarto ahí me tomo en brazos y me beso.
-Oh! Mi preciosa Ana, no sabes cuanto te he hechado de menos, cuando te vi pensé que estaba soñando, pero no, eres real y estas conmigo hermosa- dijo Henry sin dejar de besarme
-Hola Henry- le dije con una amplia sonrisa- yo también te he extrañado amor mío
-Ahora que por fin estamos juntos hablaré con mi padre y le diré que nos casaremos lo más pronto que se pueda- dijo emocionado
-Eso sería maravilloso- dije y lo abrace
-Llegó en mal momento?- una persona carraspea atrás de nosotros
Nos separamos y frente a mi está él tan hermoso y elegante como siempre, me pierdo en sus ojos azules que me miran fijamente.
-Su majestad- dice Henry haciendo una reverencia
-Que son esas muestras de afecto tan... Efusivas?- pregunta Enrique
-Disculpe su majestad pero Lady Ana es mi prometida- dice él con orgullo- pronto nos casaremos
-Prometida...- dice Enrique alzando una ceja- bueno muchacho tengo que hablar con Lady Ana me permites un momento con... "tu prometida"- dice burlón lo último
-Si su majestad- dice Henry y besa mi mano- te veo luego hermosa
Henry se va rápido, todos deben de obedecer las órdenes del rey, miro al rey y él me devuelve la mirada llena de odio.
-Me mentiste!- dice enojado y me toma del cuello
-Yo?- pregunto inocente pero lo reto con la mirada
-Nunca me dijiste que la zorra de tu hermana era la amante de mi primo!
-Nunca lo preguntaste- le contestó
-Ana...- me mira largo rato y me besa apasionadamente- como quisiera que no me volvieras loco, esto no ha terminado me entiendes
Se va y me deja ahí confundida y sola en el pasillo.

Sangre Y Amor Real (Ana Bolena Y Enrique VIII)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora