CONFRONTACIÓN

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A la noche siguiente tenía tanta sed que me levante en el crepúsculo, fui a la cocina y los sirvientes me dieron una copa de sangre con vino, sabía tan deliciosa que me tome más de tres.
-Vaya mi hermanita tiene sed- dice George sentándose a mi lado, su cabello blanco está despeinado pero su sonrisa es verdaderamente hermosa
-Hoy amaneci sedienta- me encojo de hombros y le sonrio- como llevas la vida de casado
Miró a su esposa que cuchichea con sus amigas tal vez y hasta hablando de mi por la forma en que me mira.
-Es... Veamos como decirlo? Nefasta?- dice él tomando un panque de la mesa- Quieres?
Niego con la cabeza, recuerdo que de niña me gustaba comer y mucho pero después de que mis padres me convirtieran ahora la comida era insípida y seca. Pero en la corte siempre había comida y sangre...
-Por que?- Me rio- Pensé que eras feliz casado con una señorita de su clase
-Amm... No, para nada... Solo diré que nisiquiera me apetece comer de su sangre...
-George pero... No puede ser, se supone que cuando Estás casado es lo primero que hace un vampiro
-Ana de verdad no me gusta hablar de esto, ella nisiquiera me importa nuestro matrimonio fue arreglado y además nunca he podido superar lo que siento por ti...
-George por favor- le digo mirando a los que pasan a nuestro lado- nunca lo vuelvas a repetir. Me escuchas? Podrían mandarnos a la hoguera a los dos por eso
-Lo siento Ana- se encoje de hombros- me tengo que ir
Mi hermano se va y no se si por que tenga cosas pendientes o por lo que le dije, Bajo la mirada con tristeza.
Entonces veo a Alexander Grayson que está jugando cartas con nobles de la corte, decido ir vaya que estoy aburrida.
-Hola caballeros -los saludo sentandome en la silla vacía
-Lady Ana- sonríe Alexander como los demás lords- le gustaría jugar con nosotros?
-La pregunta aquí caballeros - le quitó las cartas a Alexander y comienzo a batajearlas con trucos que me enseñaron a Austria - Es, si ustedes se atreven a jugar conmigo
Todos se ríen y comenzamos a jugar, les gane a todos solo quedaba Alexander que había aguantado todos los juegos.
-Lista Lady Ana?- Pregunta sonriendo
-Vamos - reparto las cartas
-Pero que tal si subimos la apuesta? - Pregunta alzando una ceja
-Es mi resto- digo confundida
-Si gano tendrá que aceptar ir a dar una vuelta conmigo mañana a caballo
-Y si yo ganó me pagará con un anillo de piedra esmeralda- ladeo la cabeza en forma de coquetería
-Me parece justo- sonríe ampliamente
Jugamos y apuntó estuve de ganar pero el saco una tercia de ases perfecta. Todos los lords aplaudieron y Alexander tenía una enorme sonrisa en su hermoso rostro.
-Parece que he ganado mi Lady- dice Alexander con sus ojos grises sentellantes
-Estoy de acuerdo mi lord- le digo sonriendo
-Lady Ana- siento unas manos frías sobre mis hombros
Veo que todos los lords se ponen de pie y hacen reverencia
-Debe de tener cuidado con estos señores quita fortunas- escucho su voz aterciopelada y un escalofrío recorre mi espalda
-Cuidado nosotros- dice lord Brandon- nos ha quitado todo
-A sí? - Pregunta Enrique y se sienta a mi lado quitando a Alexander Grayson de su lugar
-Conozco muchos trucos de las cartas su majestad- barajeo las cartas- se leer la fortuna también
-Me encantaría saber mi fortuna mi Lady- dice él mirándome con esos hermosos ojos azules y penetrantes
Le colocó tres cartas frente a él y las volteo
-Veo felicidad, amor, pasión - Lo miro profundamente- Que tenemos aquí... Un heredero! Que traerá la época de oro al reino -le sonrió dulcemente
Los lords aplauden y Enrique sonríe ampliamente, acaricia mi mejilla y me hago un poco para atrás insinuando que estamos en público
-Bueno Lady Ana- se pone de pie y besa mi mano- es un placer estar con usted y conocer mi futuro
Se va con su escolta y yo lo miro con una sonrisa es mi rostro. Después de terminar de atender a la reina me retiro a mi habitación, cuando abro la puerta veo a Enrique que está en la ventana viendo la lluvia caer. Cierro rápidamente la puerta y voy a su encuentro.
-Mi amor!- digo y me cuelgo a su cuello para besarlo
-Ana, por fin estamos solos para comerte a besos- susurra a mi odio
Nos besamos apasionadamente y sus labios bajan por mi cuello olfateando el aroma de mi sangre.
-Muero por el momento que seas mía y tu sangre me pertenezca- dice con voz aterciopelada
-Enrique pronto... Lo sabes - acarició su cabello negro y sedoso
-Claro que sí amor mio, te he traído un obsequio
-De verdad?- Pregunto emocionada
-Recuerdas el relicario que te mande? Pues lo he mandado a mejorar, ahora trae tu retrato tambien- abre el relicario y estamos los dos
-Es hermoso- digo con una sonrisa
Me lo pone en el cuello y acarició la hermosa pieza con incrustaciones de diamantes
-Para mi único y verdadero amor!- me abraza y besa mis mejillas

Pasaron barias semanas en la corte, veía a la reina más triste y desesperada, rogaba por que esto terminará pronto pero por alguna razón los planes de divorcio se aplazaban.
Yo me veía con Enrique a escondidas y nos íbamos de caza al bosque, sentía en mi corazón como mi amor crecía cada día más por él y pronto solo sería mio.

Hasta qué una noche le estaba lavando los pies a la reina cuando los quise enjuagar ella los retiro, alce la mirada confundida y me veía enojada.
-Quien te ha dado ese obsequio?- Pregunta señalando el relicario- Parece caro, tal vez un pretendiente? Abrelo! - Me ordenó
Todas las damas me miraban ahí incada sin escapatoria, tal vez la mitad ya sabía de mi aventura con el rey y alguna le fue a decir a ella.
Con la mirada fija en ella abrí el relicario y sus ojos se llenaron de odio cuando miro los retratos de Enrique y yo.
-Y decías que no eras igual a tu hermana?- Pregunta déspota- resultaste ser peor que ella, lograste hacer que mi esposo se quiera divorciar de mi pero eso nunca pasara Me entiendes? Se va a cansar de ti- me dice enojada
-Y si no se cansa?- Pregunto poniéndome de pie
-No te he dado el permiso de dirigirme la palabra niña insolente!- esta furiosa y me grita humillandome frente a todos- largate de mi vista! Y no quiero volver a verte en mi corte, haré que corran a toda tu familia y te destierren del reino! Vete!
Sus ojos son rojos, me hago para atrás, pero oculto mi miedo, hago una reverencia y me voy de ahí.
Salgo corriendo hacia el jardín, no puedo evitar que las lágrimas rueden por mis mejillas, Enrique nunca permitiría que me corriera, pero tenía miedo. Y si lo convencía? Y si hacia algo para que me dejara?
-Lady Ana- Alexander salió de entre los árboles- Estas bien?
-Si- me limpio las lágrimas- creo que me metí en un gran problema
-Tranquila no pasa nada- me abraza sin mi permiso y me sorprendo pero lloro en su hombro
-Yo no quería esto... - Susurro
-Yo tampoco quería que me plantaras ese día que gane la apuesta pero... Las cosas pasan por algo - limpia mis lágrimas
-Eso Espero- digo más calmada- Que hacías aquí? Pronto amanecera
-Amm... Nada importante, ven vamos adentro, te acompañó a tu alcoba
Nos dirigimos juntos Hasta mi habitación tal vez Debería de ir a contarle lo que ocurrió a mi padre pero no tenía ganas de nada.

Sangre Y Amor Real (Ana Bolena Y Enrique VIII)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora