LA GUERRA

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No encontraba a Enrique por ninguna parte, no lo había visto desde el día anterior cuando compartimos una copa de sangre en la madrugada.
Nadie me decía nada, los lords estaban ocupados y se les veía preocupados, ni mi padre ni mi hermano estaban por ninguna parte
Me fui a mi recamara decepcionada con mi búsqueda, comencé a leer un poco, mi preciosa bebé dormía plácidamente. Me quede dormida a su lado, cuando desperté sentí sus brazos al rededor de mi cuerpo, nos miraba a mi y a Elizabeth con ojos profundos.
-Enrique... Estaba preocupada, donde estabas?- pregunte mirándolo atenta
No contesto en seguida sino que nos siguió observando y sin dejar de abrazarnos dio un pesado suspiro
-Arreglaba unos problemas del reino- contesto con voz pausada
-Todo bien?- pregunte preocupada
-No...
Se levantó y miro por la ventana, yo me senté y espere, tenía miedo. Que era tan difícil que no me podía decir?
-Necesito que te vayas
La sangre se me fue del rostro y lo mire con ojos desorbitados.
-Que? Por que? Lamento no haber quedado embarazada aun pero pronto nacerá tu heredero.... Enrique por favor dime que esta pasando
Una media sonrisa apareció en su rostro, se arrodilló frente a mi y me abrazo.
-No preciosa, no es nada de eso, cuando ya no quiera verte ni siquiera te lo diré yo- bromeó - aunque ese día jamás llegara
-Entonces?- pregunte secándo las lágrimas que habían escurrido por mis mejillas
-Estamos en guerra- dijo con voz sería de nuevo- el reino de Escocia a caído, ha sido tomado por rebeldes licantropos y nos han declarado la guerra
-No puede ser- dije sin aliento- y no hay otra opción? 
-Me temo que no, el rey licantropo traidor niega nuestro derecho al trono, siempre nos han llamado asesinos, y ahora que me he separado de la hermandad y ya no tengo el apoyo de los vampiros ansianos... Viene por mi
Lo miro mas preocupada que antes, en mi corta vida nunca he presenciado una guerra y el recuerdo de mi infancia humana en medio de una ciudad en llamas me hace temblar.
-No hay nada que temer preciosa, es imposible que nos ganen, pero necesito concentrarme en esto, en la pelea, y no podré hacerlo si estoy preocupado por ti
-No te molestare, yo estaré aquí encerrada con guardias no tienes que temer por mi- le asegure
-No confío en ningún guardia más que en mi para protegerte pero debo de estar en la batalla. Te mandare a una hacienda solo mis caballeros de confianza conocerán la ubicación- acaricia mi mejilla con cariño- nuestra hija será enviada a More donde Thomas More cuidará de ella
-Elizabeth no vendrá conmigo?- pregunto alarmada- que mejor que su madre para cuidarla
-Lo se, pero es conveniente separarlas, tranquila nada les pasara confía en mi- me da un beso en los labios- daría mi vida para mantenerte a salvo
-Y yo la mía

Unos días después apenas eran las tres de la tarde, todos estábamos dormidos cuando un estallido me hizo despertar sobresaltada
Enrique entró a la habitación enojado y preocupado
-Trae la maleta de la reina y de la princesa- le ordenó a mi hermana- Ana vámonos, las cosas se adelantaron, tengo que sacarte de la ciudad cuanto antes
Me levante y me puse un vestido rápidamente, y una capa negra de terciopelo por el sol de la tarde
María me entrego a mi bebé, la envolvi con la capa y salimos rápidamente de la habitación
Había un alboroto gente corriendo de un lado a otro, los guardias y soldados vampiros portaban sus armaduras guantes y capas para cubrirse del sol.
Abrace a mi bebé con todas mis fuerzas y di un beso en su rostro, Maria se iba a subir al carruaje cuando la detuve
-Tomala - le entregue a mi bebé
-Pero Ana yo voy a ir contigo- dijo María tomando a mi hija
-Vete con Elizabeth, eres en la única persona en quien confío para cuidar a mi bebé, y necesito que te vayas con ella... Protegela- se me partió la voz
María asintió con la cabeza y me abrazo
-Tranquila amor mio todo estará bien- Enrique me beso con amor despidiéndose de mi- volveré por ti y todo habrá terminado
-Confío en eso, te amo Enrique, cuidate mucho
Le di un último beso y subí al carruaje, este comenzó a correr a toda velocidad, vi antes de alejarme como María subía con mi nena al carruaje.

La noche llego y aun no llegábamos a nuestro destino, no pude dormir nada por la preocupación, frente a mi iba un caballero de confianza de Enrique con su brillante armadura y su espada lista.
Había otros tres guardias a caballo cuidando el perímetro, me sentía a salvo.
No dejaba de pensar en mi bebé y en Enrique, temía que algo les pasara y no podía hacer nada.
De pronto el carruaje se detuvo y mire al caballero que tenía delante con pánico el enseguida empuñó su enorme y hermosa espada
Se escuchaba una pelea afuera y mi corazón latía a mil por hora
-Tranquila majestad antes muerto a permitir que le pase algo- dijo con voz grave
Abrió la puerta y salió del carruaje con agilidad, yo tenia que salir de ahí no me podía quedar quieta sin hacer nada
Cuando salí estábamos en una emboscada, diez hombres peleaban con sus espadas contra mis cinco guardias.
Licantropos... Sus ojos grises me lo confirmaron, salí corriendo pero me sujetaron dos que no vi en el bosque.
-Sueltenme! - Grite
Mi grito distrajo a mi caballero y entonces una espada atravesó su corazón
-No!
El que mató a mi caballero se quito el casco un hombre alto moreno cabello negro y largo de ojos grises me miró
-Hola Reina Ana Bolena- hizo una reverencia- creo que nos vamos a divertir mucho
Una sonrisa malvada cruzo su rostro y una capucha lo oscureció todo. 

Sangre Y Amor Real (Ana Bolena Y Enrique VIII)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora