PROMESAS

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Mi hermana fue mandada de vuelta a Francia, la criatura que nació de sus entrañas fue llevado a un castillo lejano dónde se convertiría en Lord por el simple hecho de ser hijo del rey.
María ni siquiera me miró cuando se fue, me odiaba lo veía en sus ojos yo le había robado al amor de su vida según ella, debo de aceptar que si sentí un poco de remordimiento cuando se fue pero mi ambición no me dejaba ver el sufrimiento de mi propia hermana, además Enrique siempre fue mío ella fue la que se entrometido desde un principio.
Después de eso me fui un tiempo a mi fínca para no levantar sospechas de nadie, Enrique me visitaba con regularidad, me traía obsequios caros y hermosos y me llenaba de cartas confesandome su amor.
-Bien Ana ahora que tienes el amor del rey debemos de aprovechar tu relación con el para sacar ventaja- dice mi tío una noche que fue a visitarme junto con mi padre
-A que se refiere?- pregunto mientras bebo una copa de sangre para calmar mi sed
-Wolsey, el hechicero - dice mi padre - el mayor consejero y amigo del rey, siempre lo maneja a su conveniencia, dejándonos a nosotros a un lado
-Además Wolsey siempre ha visto por los intereses franceses, se quiere convertir en el Hechicero supremo pero jamás lo logrará- se burla mi tío- Debes de hacerle entender a su majestad que Wolsey no es de fiar y ahí entraremos nosotros
-Creen que me escuche? - Pregunto indecisa - Wolsey cuida los intereses de la reina, si me meto con él hará todo lo posible por perjudicarme y ayudar a esa anciana
-Ana- dice mi tío - lo lograste ahora tu eres lo único que le importa a su majestad, te escuchará o has lo posible además ahora que eres su amante...
-Yo no soy su amante y nunca lo sere- digo ofendida - el rey nunca me ha tocado
-De verdad?! - Pregunta sorprendido y luego sonríe con malicia - deberás de encontrar algún método para atarlo a ti entonces
-Se llama amor- sonrió confiada
Enrique vendría a visitarme está noche, iba a dejar sus importantes obligaciones reales solo para venir a verme, hice que arreglaran todo el salón, con música y la más fresca sangre de ese día recién sacada de los cuellos de unas jóvenes humanas que yo misma encontré bajando en el bosque.
Escucho el trote de su enorme caballo cuando entra a la hacienda, me miró al espejo por última vez, me he puesto un vestido rojo escotado con encajes negros, mi cabello negro suelto que tanto le gusta y me colocó en el cuello un perfume exquisito.
Los sirvientes le abren la puerta y él entra tan hermoso y altivo como siempre es, sus ropas negras con diamantes y esa capa de piel de oso lo hace ver perfecto.
Yo estoy frente a él Lo miro profundamente le sonrio levemente y hago una inclinación, él se acerca a mi me toma de los hombros levantandome y me besa apasionadamente.
-No sabes cuanto te extrañe hermosa- dice sin dejar de besarme
-Y yo a ti Enrique - lo beso y acarició su barba perfecta
-Vuelve conmigo a la corte, te prometo que nadie se meterá contigo, no lo permitiré - dice sincero mirándome con sus profundos ojos verdes
-Mi amor- digo dándole la espalda - No estoy segura que sea una buena idea, tengo miedo de que todos me desprecien por lo que hizo mi hermana, además...
-Que?- pregunta esperanzado
-Wolsey no es muy amigo de mi familia...- bajo la mirada - No dudo que te llene de ideas mundanas sobre lo nuestro cuando se entere
-Que se vaya al infierno - dice decidido - No me importa lo que piensen de ti, por mi todos se pueden ir al demonio si no aceptan que eres la mujer más hermosa inteligente noble de todo el mundo
Toma mis manos entre las suyas y me vuelve a besar. Pronto estamos en mi habitación, sus apasionados besos llenan todo mi ser consumiendome desde adentro de mis entrañas de un fuego abrazador.
Se quita la capa dejándola caer al suelo, me arranca el vestido con facilidad y me acuesta en la cama, me besa todo el cuerpo y entre todas las ganas que tengo de él recuerdo que aún no es momento de entregarme por completo a ese hombre tan hermoso que está loco por mi.
-Beberas de mi sangre?- pregunto entre besos
-lo que llevó queriendo hacer desde que te conozco hermosa, tu sangree atrae como ninguna otra
-Anelo que bebas mi sangre y tomes mi cuerpo... Y yo te prometo amor mío que te daré un hijo barón- sello con un beso mi promesa
De pronto el se queda quieto, me mira directamente a los ojos y veo su brillo de esperanza.
-No, esto no debe de ser asi- dice quitándose de ensima de mi - Ana, mi amor por ti es inmenso y por eso nuestro hijo no debe de ser un bastardo....
-Enrique sabes que eso es imposible- digo con tristeza- Tu estas casado...
-No por mucho amor mío - me besa y toma su capa- regresarás mañana mismo a la corte no soportare más días sin verte, yo me encargare de lo demás, soy el rey y se hará lo que yo quiera. Te lo juro
Dicho esto sale de la habitación y se va rápidamente en su caballo, doy un suspiro, funcionó...

Holis :) lamento haber tardado tanto en escribir pero he estado ocupada, espero les este gustando n.n pueden dejarme sus comentarios vale ;) gracias por leer y voten n.n

Sangre Y Amor Real (Ana Bolena Y Enrique VIII)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora