Corte de Austria

974 41 0
                                    

El día de irme a Austria llegó, me puse un vestido cómodo para el viaje, los sirvientes estaban terminando de guardar mis pertenencias en el carruaje que me llevaría a mi destino. -Buen viaje querida- me dijo mi madre abrazandome- Ya veras como te gustara la corte, aprende todo cuanto te enseñe la reina y sobre todo comportate como todo una dama
-Si mamá
Mi madre Elizabeth Howard, era una importante vampiresa de la corte inglesa, era la esposa de Thomas Bolena embajador real de Inglaterra.
Aunque ella no era mi madre biológica, ella me había dado su sangre para convertirme en un vampiro y eso me convertía en su creación al igual que me padre que me había dado el veneno de sus colmillos.
Así se creaba un vampiro nuevo, una pareja aristócrata robaba un niño humano y lo criaba como si fuera suyo hasta la edad adulta que era convertido, la madre vampiro da la sangre y el padre el veneno.
Solo los reyes vampiros de clase real eran los que podían engendrar vampiros biológicos pero eso era muy complicado y aveces no se lograba su nacimiento.
-Cuidate mucho Ana- me dijo mi padre- orgullecenos como siempre hermosa
-Lo haré papá - lo abrace - George! - Me colgué del cuello de mi hermano cuando salió a despedirme y bese sus pálidas mejillas
-Suerte mi Ana- me rodeo la cintura, me cargo y me dio vueltas- diviértete mucho, tratare de visitarte
-Vale- sonreí me subí al carruaje- los quiero
El carruaje se alejo apartándome de mi familia otra vez, les dije adiós con la mano mientras me sonreían calidamente. Una lágrima de sangre rodó por mi mejilla, odiaba tener que alejarme de mi hogar pero era mi deber obedecer lo que se me mandaba, ahí yo no tenía opinión alguna sobre mi vida, pero algún día sería libre y sería yo la que mandará a las personas.

~~~
Llegue a la corte después de barios días de viaje, estaba muy agotada gracias al sol que había tenido que soportar. Un sirviente me ayudó a bajar, mire la enorme fortaleza que estaba frente a mi, tal vez esto sería más divertido de lo que pensé
-

Lady Ana Bolena?- me pregunto una muchacha bien vestida, joven, rubia y hermosa- me han dicho que llegaría. Soy Lady Laura
-Mucho gusto - le sonreí- tu eres una de las damas de honor de la reina Margarita?
-Así es, seremos compañeras, ven te mostraré tus hábitaciones- me sonrió amable
Me condujo por el enorme castillo, todos los hombres nobles que nos encontramos en el camino se detenían para mirarme y sonreirme esperando que yo los mirara pero la verdad no me interesaba nadie.
Mi habitación no era tan grande pero era espaciosa y acogedora, tenía un baño propio y un enorme armario dónde guardar todos mis vestidos
-Quieres hacerte? - Me pregunto Lady Laura
-Si, gracias- le dije sentándome en la cama- el viaje es agotador
-Supongo que aquí hace menos frío que en Inglaterra, yo nunca he ido a ese reino
-Si. Haya hace mucho más frioque aqui- le dije- es muy hermoso, apenas me fui y ya extraño mi hogar
-Te entiendo, yo también extraño Francia- dice melancólica- pero no te preocupes seque te agradará Austria además la reina es una muy buena persona. Bueno te dejo para que descanses, en la noche vendre por ti para presentarte con la reina
Salió de mi, habitación, yo después me dormí plácidamente en mi suave cama.
Los días en la corte de Austria fueron muy divertidos, siempre había bailes en la noche, me hice amiga de las demás damas de la reina he incluso a la reina Margarita le llegue a tener un enorme afecto, en vez de ser nuestra ama nos trataba como sus amigas, enseñandonos muchas cosas y corrigiendonos otras más.
Los pretendientes no dejaban de llegar, todos buscaban hablarme y me regalaban cosas pero yo nunca las acepte, creía que me esperaba algo mejor.
Hasta qué me enamore perdidamente de un muchacho apuesto, de buena posición y buen apellido; él no llegó como los demás, deslumbrandome con sus joyas y sus títulos. Me conquistó con la forma en que me trataba además me escribía miles de poemas que me hicieron enamorarme de él.
Henry Persy, el hijo de un duque inglés, había venido a Austria a un encargo de su padre y durante todo el tiempo que estuvo en la corte nos la pasamos juntos gritando nuestro amor. Hasta qué lo mandaron que regresará a casa.
-Te extrañare mi hermosa Ana- dijo besando mis labios con amor
-Prometo escribirte- le sonreí- espero que algún día nos volvamos a ver
-Pero por supuesto que si Ana, volveré por ti para casarme contigo, serás mi esposa- me dijo incandose ante mi
-De verdad Henry?- le pregunté feliz- sabes lo mucho que te amo
-Yo te amo mas hermosa y pronto serás mi esposa- me juro
Pase esa noche es su alcoba demostrandole todo el amor que le tenía, amandonos hasta el anochecer que se tuvo que ir, pero volvería por mi y nos casariamos.

-En que piensa Lady Ana?- me pregunto la reina Margarita
-Me gustaría mucho tener una niña pelirroja como usted- le dije mientras peinaba su cabello
-Gracias- sonrió ella- Pues sólo tienes que casarte con un vampiro noble y convertir a una criatura, amenos que quieras tenerlas natural mente, convertirte en una reina
-Yo una reina?- pregunté sorprendida no, no lo creo
-Tienes mucho potencial Lady Ana, todo cuanto te propongas sucederá, eres astuta he inteligente, tu siempre vas a conseguir lo que quieras- me dijo sonriendo
-Muchas gracias Mi Lady- hice una reverencia- es un honor para mi que una reina como usted hable así de mi
-Es la verdad, lo he visto en tus ojos- una doncella entró y le entregó una carta, ella la leyó rápidamente y puso mala cara- tu padre ordena que vuelvas a Inglaterra, al parecer quieren que vayas a la corte de Francia
Me sorprendí y tome la carta que me entrego, la leí y en efecto mi padre ordenaba que volviera a Londres después de dos años de estar aquí. Cerré la carta y mire a la reina con felicidad aunque también con nostalgia, aquí por fin me sentía cómoda.
-Bien Lady Ana, el deber llama- me sonrió - espero volver a verte pronto y si no es así, espero que llegues muy lejos, tienes toda una vida por delante -Muchas gracias por todo mi reina- le hice una reverencia- es una pena muy grande dejar la corte, pero a la vez me siento feliz por volver a mi hogar
-Te extrañare- sonrió la reina- fue un honor tenerte aquí, hasta pronto Ana Bolena
Me retire con una sonrisa en el rostro, después de dos años por fin volvería a ver a mi familia. Me dolia dejar la corte de Austria pero había aprendido muchas cosas aquí, con la reina, ahora sabía cómo manejar a las personas para que hicieran lo que quisiera además había estudiado muy bien a la reina cuando manipulaba al rey para que la complaciera.
Por que mi padre había dicho que me quería en la corte francesa? Al parecer los problemas nunca acabarían.

Sangre Y Amor Real (Ana Bolena Y Enrique VIII)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora