EJECUCIÓN

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Abro los ojos lentamente, la habitación está oscura y me cuesta recordar en donde estoy, cuando miro las sábanas viejas y las pareces sucias, una lágrima escurre por mi mejilla al recordar que sigo en la Torre.
Entonces mis ojos se encuentran con la figura negra que se encuentra en la esquina la de habitación observandome.
-Has venido a terminar de matarme?- pregunto con voz débil
-Si quisiera eso ya lo hubiera hecho- dice con voz tenue
-Lo siento- digo apartando la mirada hacia la ventana donde la luna roja brilla en el cielo negro- los dos cometimos errores... Me deje guiar por mi avaricia y tú por el deseo... Pero a pesar de todo yo te amo con toda mi alma y siempre lo haré...
-No tengo duda alguna de eso- escucho sus pasos acercándose a mi, se sienta a mi lado y toma mi mano ente las suyas- lo siento mucho Ana... Lamento haberte metido en este mundo, yo fui el culpable de que cancelaran tu compromiso con Lord Persey... Me salvaste la vida, y ahora entiendo el motivo por el cual no pudiste darme un hijo varón...
-De que hablas?- digo sentandome y mirándolo
-Si la reina ha dado su sangre a otra persona que no sea su rey... Nunca tendrá un hijo varón, por eso Catalina tampoco me dió un hijo, su sangre ya se la había entregado a mi hermano... Pero tú lo hiciste para salvarme...
-No lo sabia- doy un pesado suspiro
Los ojos me arden de haber llorado tanto, sus ojos verdes brillan en la oscuridad, mirándome con el amor con que una vez me miró.
-Todo se ha complicado tanto...- digo en un susurro- ojalá las cosas hubieran Sido diferentes...
-Ahora no se que hacer para salvarte... No tengo la autoridad para cancelar la ejecución ahora todo Inglaterra sabe que me traicionaste... - pasa una mano por su cabello desesperado- trataré... Que tu muerte sea lo menos dolorosa posible, el mejor espadachín del reino hará el corte, mandé ha hacer una espada para que no te duela...
Bajo la mirada, aunque ya me había resignado a morir y ciertamente no tengo miedo, me confunde más que el hombre a quien amo me estés diciendo cómo va a mandar a matarme
-Te amo Ana Bolena- me abraza con fuerza y desesperacion y yo me quejo por la cortada del cuchillo que tengo en el vientre- lo siento... No quería lastimarte... Pero la traición me cegó... Ahora me doy cuenta lo equivocado que estaba, siempre amaste a tu hermano y él te amaba a ti desde que eran jóvenes un amor puro y perfecto... En cambio yo no me detuve al engañarte con Jane... Soy una persona horrible que se puso en tu destino y te destroso la vida por lo egoísta que fui
Las lágrimas comienzan a escurrir por mis mejillas, aunque vaya a morir y él sea el culpable de eso, estoy satisfecha de que por fin se haya dado cuenta de todo.
-Te amo Ana Bolena- dice con voz aterciopelada y besa mis labios
Un beso tan hermoso y perfecto, lleno de amor, un beso que me hace saber que en verdad me amo... Y con eso soy feliz.
-En un mundo de Dioses y Monstruos... tú eres un Angel- dice a pocos centímetros de mis labios- te amo Ana, siempre lo haré y espero que me perdones...
Se levanta y sin dejar de mirarme desaparece de la habitación, dejando su delicioso aroma y la sombra de su presencia.
-Yo también te amo Enrique Tudor...- una última lágrima escurre de mis ojos

Mis damas arreglan mi cabello y me maquillan, la ejecución será en unas horas y por alguna extraña razón me siento tranquila, liberada y ya no tengo miedo.
Mi vestido es morado, siempre he amado ese color, su exclusividad siempre me atrajo, morado... El color de la realeza... Iba a morir siendo la reina de Inglaterra.
Bajo las escaleras de la torre, no siento mis piernas, me dejan esperando en otra habitación, ahí caigo de rodillas y escucho a la multitud a lo lejos, mientras asesinan a Mark mi músico, un sirviente que confesó que él y yo manteniamos un romance en secreto, me preguntó cuánto le habrán pagado los Symur para decir eso...
Y mi hermano... Mi querido George... En estos momentos estaría siendo ejecutado por amarme, como quisiera salvarlo, dar la vida por él, siempre fue el único que me importo de toda mi familia.
Mi padre estaría siendo exiliado de la corte y él se iría por miedo traicionando a sus hijos, mi madre llorando la muerte de sus hijos y María, la única que se salvó de nosotros no sé dónde está, también se fue y nos dejó solos.
Cuando abren la puerta no sé cuánto tiempo llevo ahí, tienen que ayudarme a levantarme pero recupero las fuerzas suficientes para caminar con la mirada en alto como siempre.
Espero una buya llena de malas palabras y odio hacia mi, pero cuando salgo al fresco aire lo único que me reciben son personas llorando y suplicando que me perdonen, gritando que nada de lo que se me acusa es real, las personas tocan mis manos mientras lloran por mí y eso me hace sentir mejor.
Subo los escalones de madera y veo con nostalgia la sangre en el piso, mi hermano... Al menos tendré una parte de él mientras muera.
Mis damas me ayudan a quitarme mis collares y mis aretes, las manos no dejan de temblar me, me quitó la cofia para el cabello y este cae suelto y largo en mi espalda.
Las personas se quedan en silencio y se que quieren que diga mis últimas palabras, la luna roja está en lo alto del cielo oscuro.
-Soy la Reina Ana Bolena, se y acepto que este día será mi muerte y me gustaría pedirles algo a todos ustedes, sigan sus sueños, mi sueño era convertirme en reina de Inglaterra y a pesar de todos los obstáculos lo logré... Quiero que vivan, que amén, y sean amados, yo lo hice y ahora que ha llegado mi muerte me voy feliz y tranquila, mi amor siempre será el rey Enrique VIII, y aún muerta lo seguiré amando... Esa es mi petición si yo logré ser la reina de Inglaterra ustedes pueden ser lo que deseen, sigan sus sueños... Aunque estos los lleven a la muerte...
Las personas me dedican sonrisas y hay lágrimas en sus mejillas, cuando me inco frente al verdugo, miro la luna roja en lo alto, ha llegó mi muerte, mis manos acarician la sangre del suelo y pienso en George, en mi madre, en mi padre, en María en mi preciosa hija Elizabeth y pienso en él, recuerdo la primera vez que lo ví, recuerdo su rostro, su piel pálida y sus ojos... Lo último que veo son sus hermosos ojos verdes... Cuando la espada atraviesa mi cuello...

Sangre Y Amor Real (Ana Bolena Y Enrique VIII)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora