Sangre Y Amor Real (Ana Bolena Y Enrique VIII)

ME SALVASTE LA VIDA

No hubo ningún problema grave con la reina, Enrique dio la orden de que ya no sería más su dama de compañía y ahora ya ni tenía que volver a lavar sus pies ni humillarme ante ella.
Todos sabían que ahora era la amante del rey y aunque algunos lo tomaban de mala manera otros me trataban con más respeto y cariño.
Tenía dos damas de compañía que me hacían todo lo que quisiera y trataba de no cruzarme con la reina ni con su mirada de odio. Me urgía que se marchará de mi reino de una vez por todas.
-Ya he mandado los papeles del divorcio a Roma- me dijo Enrique mientras caminábamos por los jardines reales
-Cuando obtendremos respuesta?- le preguntó esperanzada
-Una vez que el supremo vampiro apruebe la anulación- Contesta pensativo
-Que dirás para que lo anulen?
-Que mi es... Que Catalina le dio su sangre antes que a mi a mi hermano Arturo
-Y eso es cierto?
Me mira largo rato y acaricia mi mejilla, besa levemente mis labios y sonríe
-Confía en mi- dice con voz aterciopelada- pero... Tendré que compartir la cama con Catalina durante el proceso si no quiero que ella me voltee la jugada
-Que?!- exclamó escandalizada
-No pasara nada. Sólo es algo que tengo que hacer si no quiero que se compliquen las cosas
-Si claro!- digo enojada
-Confía en mi Ana- dice acariciando mis brazos pero me quito molesta
-Confió en ti... Pero en ella no! Y si intenta algo?
-Como que?- Pregunta ahora el molesto es él - Ya te dije que a la única que amo es a ti y esto es por el bien de los dos entiende!
-Si claro!- pongo los ojos en blanco
-Como quieras! - Da la vuelta y se va
-Enrique! Espera Enrique!- le gritó pero no voltea
Estoy furiosa. Como se atreve a pedirme que no haga nada sabiendo que la mustia de su esposa dormirá a su lado? Cuando yo no puedo hacer nada!
Voy a las caballerizas y me monto a un caballo negro. Regalo de Enrique de cumpleaños.
Es la madrugada y cabalgo lo más lejos del reino, por el bosque, hasta que llegó al pueblo. Es deliciosos olor a sangre fresca invade mi sistema.
No hay mucha gente en la calle ya que es tarde pero no faltan los humanos borrachos en los bares.
Dejo el caballo en un callejón, entró a una taberna, sabiendo que llamaré la atención de todos.
Bebo una copa y después salgo a la fría noche, mi objetivo a sido alcanzado y tres hombres altos y fuentes me siguen al callejón. Planeo atacarlos y beber toda su sangre como lo hacía antes cuando era un neófito y cazaba humanos con mi hermano.
Espero a los hombres y sonrió al vez que llegan riendo por que han podido acorralarme. Estoy apuntó de atacarlos cuando un encapuchado llega y con una espada mata a esos hombres rápidamente.
Estoy asustada, voy a atacar al encapuchado, mis colmillos crecen sedientos de sed y nis ojos me anden poniéndose rojos. Pero se quita la capucha y reconozco el rostro de Alexander Grayson.
-Tu?- Pregunto sorprendida- Que haces aquí? Como te atrevez a quitarme mi cena? Ah! Claro Enrique te envío verdad?
-Lady Ana calmate- dice serio- en primera usted que hace aquí? En segunda nadie me envió y en tercera debería de darme las gracias por salvarla de estos hombres
-Disculpa? - Digo ofendida- Yo habría podido con ellos
-Licantropos- señala los cuerpos decapitados- la presa era usted, además su sangre está envenenada- se agacha y toca la sangre con sus dedos- yerba azul- dice pensativo
-Ellos... Eran licantropos?- Pregunto sorprendida, habría podido con uno pero esos tres me hubieran destrozado fácilmente- yerba azul?
-Dañina para los vampiros, en dosis altas puede causar la muerte para su especie
-Nuestra- le aclaro
-Si, nuestra especie- dice él- Pensé que está yerba ya no existía. El rey Enrique VII mando a erradicarla- toma un poco de la sangre en un recipiente y lo guarda- y bien Lady Ana?
-Gracias- digo con una sonrisa
-Vamos la llevaré de regreso al reino. La manada de estos licantropos no estará muy feliz con esto
Me apresuró a subirme al caballo y él al suyo, vamos por la fría noche por el bosque hacia el reino
-Que hacía en el pueblo?- Me pregunta
-Quería desestrezarme un poco- me encojo de hombros- fue una mala idea, si usted no hubiera llegado ahora estaría muerta
-No agradezca nada, pero no vuelvas a hacerlo... Por que querías huir?
-Tuve una discusión con el rey, todo esto del divorcio se complica demasiado, los ancianos vampiros de Roma no autorizan nada, me estoy volviendo loca
-No se por que el rey Enrique le sigue el juego a esos ancianos, teniendo él mismo el poder para gobernar su reino solo
-De que hablas?- Pregunto confundida- ellos son los que manejan el mundo sin sus leyes todo estaría horrible
-Manejan todo a su conveniencia- dice él y me entrega un libro de su mochila- leelo y me entenderás, es un libro antiguo que habla del poder que tenían antes los vampiros sangre pura para gobernar sin los vampiros ancianos, tal vez tu puedas hacer que Enrique lo entienda
-Dices cosas muy extrañas- le digo guardando el libro- pero esta bien. Lo leeré ya que esto puede ayudarme con mis problemas
Me dedica una sonrisa amable y llegamos al reíno, dejamos los caballos y es tiempo de ir a dormir antes que amanezca.
-Gracias por salvarme- le digo otra vez- No se lo menciones al rey porfavor. Si hay algo que pueda hacer por ti no dudes en decírmelo
-No le diré nada - me guiña un ojo- creo que ya tuvimos nuestro paseo a caballo, pensaré en otra cosa
Me despido de él, me da un beso en la mejilla,creo que esta enamorado de mi pero no estoy segura
-Oye Alexander, que hacías en el pueblo?- le preguntó antes de irme
-Nada importante- dice indiferente pero me sonríe- salvandote, cuidate Lady Ana
Ya en mi habitación no dejó de pensar en Alexander, es un tipo algo extraño y parece saber muchas cosas. Es el consejero real del rey y tiene una mirada fría y calculadora. Parece interesado en todo lo que me ocurre aunque no se por que. No se que hacía en el pueblo ha esas horas, ni tampoco se como supo que eran licantropos... Pero iba a averiguar que escondía tras esos hermosos ojos grises.