Sangre Y Amor Real (Ana Bolena Y Enrique VIII)

VEREDICTO

Los días pasaron y no tenía noticias de nada ni nadie, mi estadía en la Torre de Londres era mi infierno personal en la tierra y con el tiempo preferí estar muerta que seguir esperando.
Pusieron a tres damas de mi confianza para atenderme , Lady Margot mi amiga que confianza se arriesgaba a decirme las cosas que había escuchado en la corte. Según ella el consejo estaba investigandome para lograr ponerme en libertad pero yo sabía bien lo que eso era, en realidad estaban buscando pruebas suficientes para inculparme tanto a mí como a mi hermano, mi padre estaba con ellos de brazos cruzados pues si decía algo indebido probablemente también lo tomarían como un traidor.
Eso era todo lo que sabía y cuando el consejero entraba a mi celda a comunicarme que aún no me podían dejar libre yo exigía una audiencia con el rey y él cruelmente contestaba que ya no estaba en posición de pedir eso dado que estaba en investigación por traidora.
Hasta una noche que entró a mi celda altivo y burlón Lord Brandon, estaba leyendo mirando por la ventana el cielo tras los barrotes y cuando mire sus crueles ojos azules la sangre hirvio bajo mi piel.
-Lord Brandon- sonreí irónicamente- que le trae por aquí?
-Lady Ana Bolena- hizo una leve inclinación casi imperceptible
-Reina Ana - le corrijo sonriendo- aún soy la reina nunca lo olvides
-Lamento informarle Reina Ana que el veredicto se ha dado y es culpable de traición contra su majestad- me dice con una sonrisa cínica
-Eso no puede ser- me sentía desafallecer pero no lo daría a notar frente a él- Cuales son los cargos?
-Adulterio, engaño hasta hay una acusación de supuesto intento de asesinato... Es su desicion aceptar el veredicto o afrontar un juicio en el cual posiblemente salga culpable de cualquier forma- se encoge de hombros- no creo que una lady tan respetada como usted quiera pasar por tal vergüenza
-Yo no soy culpable de estos cargos y por supuesto que exigiré un juicio- digo aún con la sonrisa confiada en mis labios
-Esperaba en el fondo que dijera eso su majestad- dice soltando una risita
-Cuando vuelva a ser reina juro que te cortaré la cabeza- digo mirándolo con odio
-Eso no pasara- dice negando y riendose- es más probable que se la corten a usted primero
-Vaya! Si que eres un maldito bastardo!- le digo riéndome a carcajadas- Supongamos que muero... Piensas que así Enrique se fijara en ti y satisfacerá sus apetitos homosexuales contigo?
-Esto podría ser una acusación muy grave- dice ofendido
-Enrique sabe que estás enamorado de él?- pregunto acercándome y alzando una ceja- o tienes miedo que te mate si le revelas tus verdaderos sentimientos? Por eso me odias no es así? Siempre tuviste celos de nuestro amor!
-Cállate maldita sucia!- grita negando con la cabeza- tu no mereces su amor! Siempre fuiste una maldita ramera
-Ya veo querido Brandon- sonrió acariciando su mejillas- paso por tu mente que tal vez cuando Catalina muriera se fijaría en ti como la persona que siempre le ha dado su amor y ha estado con él incondicionalmente.... Lamento desepcionarte pero Enrique no ama a nadie! Ni siquiera a mí me ama! Sólo se quiere él mismo
-Me sorprende que solo tú notarás que lo amo- dice con la vista fija en el suelo- y aunque no me ame nunca, seré feliz al saber que tú estás muerta! Cuando te conoció pensé que sólo ibas a ser una dama más en su cama pero se enamoro de ti lo embrujaste y cautivaste con tu belleza e inteligencia pero no siquiera tú Ana Bolena fuiste lo suficientemente lista como para mantener su amor
-Pero llegué a ser Reina -no ladeó la cabeza y sonrió triunfante- y así me mate y pasen mil años, jamás! Se podrá olvidar de mí!
- Es una pena Lady Ana, usted era una buena reina a pesar de  todo- dice él acercándose a la puerta- no estoy autorizado para decirlo pero quiero borrarle esa horrible sonrisa de confianza de sus bellos labios... Aparte de todos sus cargos... También está siendo acusada de insesto con su querido hermano Lord George Bolena, sólo piense muy bien lo que dirá mañana... Por que puede que eso también condene a su hermano
Cierra la puerta antes de que el jarrón que le avente lo golpeé, el vidrio se hace añicos en el suelo y las rosas negras caen al suelo, y por fin me derrumbó caigo al suelo llorando y gritando.
No puedo creer que me estén acusando de esto! Aunque si revisaran nuestras mentes se darían cuenta de que todo por lo que me están acusando es cierto y si lo hacen verán cuando de niña metía en la cama de mi hermano o cuando estuve con Lord Henry en Francia o cuando le di mi sangre a Alexander.... Y solo verían eso, mi traición y nunca se detendrían a pensar que lo hacía para salvar a Enrique...
Estaba perdida, si el juicio era mañana mi mente sería abierta al juzgado y verían toda la verdad, mejor hubiera aceptado el veredicto... Pero así él ganaría y mañana vería como lo engañe y que no está matando a una mujer inocente sino a la peor reina de la que se pudo haber enamorado, mañana Enrique pagaría todo el mal que me hizo pasar... Pero George... Su mente también sería abierta y sería condenado a muerte por amarme, amar a su propia hermana...
-Lo siento George- dije mientras las lágrimas escurrían por mis mejillas- lamento que te hayas enamorado de mí... Ojalá nos hubiéramos ido cuando me lo pediste...
Esa fue la primera noche que odie con todas mis fuerzas a Enrique VIII