-Tienes una voz muy excitante nena...
-¿Qué quieres? –dije con enojo.
-Hay muchas cosas que quiero y lo primero eres tú...
-Déjate de babosadas... ¿Cómo conseguiste mi número?
-Eso no importa quiero verte, porque tu vas a volver a ser mía... ¿escuchaste? –dijo con voz burlona.
-Déjame en paz no quiero saber nada de ti...y ya no te tengo miedo...esto lo sabrá Sam...
-Uh Sam...Pues va tener otra paliza mucho peor...
¿Qué? ¿Sam peleo con él?
-No vuelvas a acercarte a Sam y a mi ¿entiendes idiota? –grite.
-Mira nena yo te quiero a ti, y lo voy a lograr...Voy a quitar a quien haga falta de mi camino para que tu estés donde debes...
-¡Cállate! –no pude continuar ya que me quitaron el celular de la mano.
-Mira idiota si te acercas a Rachell te mato, no la vas a volver a tener ¿entiendes? O quieres que te lo explique...-grito Christian y colgó el celular.
Camine al sofá me senté y puse mi cara entre las manos. ¿Cómo sabe todo de mí?
-Nena ¿estás bien? –Murmuro quitando las manos de mi cara- El no va a volver a acercarse a ti entiendes...no lo voy a permitir...
-Christian tengo miedo, y si le hace algo a Sam...-solloce.
-No le hará nada no lo voy a permitir, no te preocupes todo estará bien ¿sí? –susurro dándome un beso corto.
-Sí, pero tengo miedo de que te lastime a ti o Sam...-lo abrase y el hizo lo mismo.
-No me hará nada ni a Sam...te lo prometo...
Asentí con la cabeza.
-¿Qué quieres de cenar? –pregunte.
-Am no se ¿Qué se te antoja a ti? –me pregunto.
-Quiero...pizza ¿pedimos? –dije agarrando mi celular para llamar.
-Bueno, déjame yo marco siéntate –me quito el celular y llamo.
Después de 1hora ya llevábamos la mitad de la pizza, Christian no dejaba de quitarle los pepperoni a mis pedazos de pizza.
-Oye ya deja mi pizza –le di un manotazo- Tu tienes las tuyas...
-Mmmm es que las tuyas están mejor, no tu estas mejor nena...
Reí por su comentario y le embarre pizza en la cara.
-Me embarraste...mmm bueno señorita Thomson creo que me las pagara...
-¿Ah si? Y ¿Cómo Señor Clark? –pregunte con una sonrisa.
-Eso lo decidiré yo...-se limpio la cara y después en un movimiento rápido me cargo sobre su hombro dándome un azote.
-¡Oye! Deja de darme azotes...-reí.
Volvió a darme un azote y me mordió una nalga.
-Tienes unas nalgas hermosas nena...
Me dejo caer en el sofá y se puso encima de mí, me dio besos en toda la cara y después en los labios.
Comenzó a reír y a mover mi cara de un lado a otro, sus manos se fueron a mis costillas y empezó a hacerme cosquillas, grite y reí tratando de soltarme de su agarre pero no me lo permitió.
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Provócame
RomanceRachell Thomson es una joven de 25 años, que de niña sufrió de abuso por alguien muy cercana a ella, alguien que amaba con todo su corazón y que le confiaría su vida. Ahora lucha por seguir su vida junto con su pasado. Christian Clark, un joven de...