013; axl rose.

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Abrí los ojos y supe que no estaba en mi habitación. Me aterré al notar que algo se movió al lado mío, «okey Abby, quizás esto no esté bien, pero comencemos con lentitud fíjate debajo de las sábanas.» Obedecí las órdenes de mi subconsciente y levanté el edredón, estaba casi desnuda. Mis pechos estaban al descubierto pero aún tenía mis bragas puestas, había un brazo alrededor de mi cuerpo. Cerré los ojos y giré mi cabeza, en cuanto los abrí, de mi boca salió un ahogado grito. Era Luke, ¡Era Luke Robert Hemmings! ¿Qué carajos había pasado aquí? ¿Por qué estábamos en la misma habitación y desnudos? No puede ser real, claro que no. «¡Pero claro que es real! ¡Te c*giste a Luke! ¡Maldita ninfómana!» Oh, cállate, ¡Ahora no tengo ganas de hablar contigo, estúpida!

Lo que estaba a punto de hacer era un acto de cobardía total, pero yo estaba segura de que él no iba a recordar con quién se había acostado. Así que sólo debía marcharme sin hacer ruido y todo estaría bien, todo seguiría igual que siempre. Tenía que ser un maldito ninja, lo que me resultaba estúpidamente difícil, era demasiado torpe.

Tomé mi ropa del piso y me la coloqué, intentando no hacer ruido. Debía mantenerlo todo encubierto, tendría que sacar mi lado de puta salvaje para que Luke no sospechara. Tomé un pequeño folleto que había sobre la mesa y le escribí una pequeña nota: "ha sido una gran noche, rubio. Gracias por complacerme, nos veremos en alguna otra ocasión" «o quizás nunca». Cogí mi celular y salí de la habitación, cerrando la puerta con sumo cuidado.

Tomé el metro y ni siquiera recuerdo como llegué a casa sin haber sido violada por alguien que no sea Luke. Toqué timbre varias veces y Connor salió a abrirme, él traía su traje de baño y me observó con una mueca de desaprobación.

—Tienes suerte de que no haya nadie más en casa —Me regañó, tomándome de la muñeca. Él me dirigió escaleras arriba después de cerrar la puerta principal, empujó mi cuerpo hacia el baño principal— Toma una ducha y me cuentas todo, quiero saber qué demonios te pasó anoche.

—No puedo ducharme si estás tú aquí, genio —Le recordé, empujándolo hacia fuera. Me deshice de la ropa y abrí el grifo, colocándome detrás de la opaca cortina de baño que mi padre le había puesto a la ducha.

Su gusto en decoración era espantoso, teníamos suerte de que mi madre había sido la encargada de decorarla en vez de él, porque ahora mismo viviríamos en una piña debajo del mar... ¡BOB ESPONJA! ¡BOB ESPONJA! Bueno, ya. Su gusto era horrible y las cortinas de cangrejos no iban del todo bien en un baño moderno, pero mi madre accedió a que él las colocara después de que dijera "¡Siento que alguien me observa! ¡Nunca debimos poner un vidrio transparente, necesito mi propia privacidad!" Síp, él está algo chiflado.

— ¿Entonces qué pasó? —Gritó Connor del otro lado de la puerta.

—Te contaré después, dejame cambiarme, maldito molesto —Chillé.

—Bien, estaré en el jardín. ¡Será mejor que bajes o te bajaré a la fuerza, pendeja! —Escupió, y no volví a oír una palabra de su parte.

Me deshice de todo el maquillaje y olor a transpiración que tenía, no lo soportaba, sinceramente esto me perseguiría por el resto de mis días. ¿Cómo es posible que hubiera estado con otro de mis compañeros de banda? Esto no podía ser real, la había cagado una vez más.

Envolví mi cuerpo en una toalla y caminé hacia mi habitación, tomando mi bikini y unos shorts. Había unos pequeños chupetones en mis pechos, pero la parte superior del traje de baño era lo suficientemente grande como para cubrirlos. «Vaya que el rubio es un vampiro, eh» Rodeé los ojos, tomé las gafas de sol y el sombrero para cubrirme de los rayos ultravioleta.

❝just Abby❞; michael clifford.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora