❝just Abby❞; michael clifford.

011; devuelta en casa.

Observé la ventanilla después de que despertara, el autobús había pisado un bache y mi sueño embellecedor había sido interrumpido. Noté que Michael permanecía concentrado en una serie medieval, la cual supuse que era Game of Thrones, en su Ipad. No había pronunciado ninguna palabra en todo el camino de vuelta a Sídney y eso me preocupaba un poco bastante, creo que ha roto con su novia Abigail. ¡Qué bonito gesto, Mickey! La tipa no me caía mal, pero tampoco me caía bien, era más una persona muy mdi. (Me da igual)

—Llegamos —Gruñó el conductor, deteniendo el autobús.

No estaba muy segura de a dónde me esperaban mis familiares, pero de lo que sí estaba segura es de que ellos estarían aquí. Recogí mis pertenencias y me paré en puntitas de pie para buscar con la mirada a mi familia, daba pequeños saltos de vez en cuando porque la numerosa cantidad de personas no me permitía ver absolutamente nada.

— ¿No debiste tomar el otro autobús? —Preguntó Calum— Ya sabes, él que te lleva a Bondi Beach. Allí simplemente debías caminar unas pocas cuadras y estarías en tu casa más rápido que viniendo por Riverstone.

Rodeé los ojos.

—Me da igual el tiempo, Calum. Yo sólo quiero pasar tiempo con ustedes antes de que nos separemos por un largo rato, recuerda que no voy a verlos hasta enero —Suspiré, frotando mi brazo— ¡Será mucho tiempo, Cal! Voy a extrañar a mis cuatro mugrosos.

Ashton rió, abrazándome por sorpresa. Sus enormes brazos se enredaron en mi cintura, mientras su cabeza permanecía en el hueco de mi cuello; sin decirme nada, me levantó en el aire y gracias a su altura, conseguí ver a mi hermana Adelaide. Alcé los brazos repetidas veces, buscando que ella me viera y lo conseguí. Había cambiado su color de pelo, ahora estaba mucho más rubia que antes. A su lado estaba Carter, quién también se había cambiado el color de cabello y ahora también tenía un piercing en su labio inferior.

—Vaya que la familia White tiene algo con las perforaciones —Rió Ashton, bajándome. —Los veré luego chicos, ¡Feliz navidad, Abbie!

El siguiente en despedirse fue Calum, quién fue interceptado por su hermana Mali. Nos saludó amablemente y luego se llevó a su hermano mayor, Luke por su parte debió llamar a sus padres para informarles que estaba aquí. Michael en cambio permanecía como una roca, sin moverse y sin expresión.

— ¿Tus padres vendrán a recogerte, Mikey? —Mi hermano mayor cuestionó con amabilidad. Michael levantó la mirada y negó con la cabeza.

—No estoy seguro, ambos están en el trabajo —Él gruñó.

—Entonces ven con nosotros —Ofrecí— no tenemos ningún problema en alcanzarte hasta tu casa.

Debí sospechar que algo andaba mal con Michael en el momento que nos ignoró por completo, en el momento que no se burló de Calum por abrazarme. ¿Por qué no noté la tristeza detrás de aquellos bellos ojos? Él sólo me dedicó una sonrisa y comenzamos a caminar junto a mis hermanos.

— ¿Estás seguro de que todo está bien, Michael? —Pregunté una vez que nos encontrábamos dentro del automóvil de Carter.

—Todo está bien, Abbie... no te preocupes —Respondió.

Mordí mi labio, asintiendo con la cabeza. No quería presionar a Michael, si deseaba que Michael me hablara sobre lo que pasaba por su mente, no era bueno presionarlo. Ambos tenemos unas personalidades muy chocantes, la mayor parte del tiempo nos lo pasamos discutiendo o siendo unos completos idiotas el uno con el otro; pero en el fondo lo quiero mucho y él lo sabe.