Capitulo 15

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El viernes llegó más rápido de lo que creí. Ya había pasado una semana de que Luke me llevó a aquel mini recital y conocí a la banda para la que supuestamente trabaja.

El reinicio de clases después de las vacaciones de Navidad había sido agotador. No porque nos hayan exigido mucho en el instituto ni nada por el estilo, si no que después de dos semanas de descanso, cuesta volver a la rutina.

Toqué el timbre de la casa de Jason y esperé a que este me abriera mientras una fina capa de nieve me iba cubriendo de a poco. Menos mal que llevaba puesto una gruesa campera que hacía al frío más soportable. Pasaron solos dos minutos hasta que mi amigo me abrió pero pareció una eternidad.

Solo eran las 5 p.m. pero debía llegar temprano para ayudar con algunos preparativos antes de que las demás personas llegaran. Aunque solo seríamos unos pocos había cosas que organizar.

Como los padres de Jason se habían ido a pasar el fin de semana a los Hamptons con una pareja amiga, me ofreció su casa para celebrar mi cumpleaños.

Su casa estaba a una zona media aislada de Brooklyn por lo cual no tendríamos problema con los vecinos. De todas formas,  solo seríamos unos pocos, como ya dije.

Al llegar, Emma y David ya se encontraban allí, y estaban en la cocina haciendo pizzas, mientras que jugaban con la harina como los típicos novios de las películas.

Jason y yo corrimos un poco los muebles de la sala para que quedara más espaciado y cómodo. Además el se encargó de la música. Consiguió un buen equipo, conectó algunos cables para ponerlo en el living y poder escuchar algo mientras comíamos.

Alrededor de las 8 p.m. llegaron Luke, Erik, Julie, Barbie y una chica de mi clase de literatura llamada Anna. Fuimos a la sala de estar donde ya habíamos prendido el equipo y se escuchaba música a un volumen bajo para que pudiéramos conversar entre nosotros. Nos pusimos cómodos en los sillones y esperamos a que Emma sirviera las pizzas.

No quería nada demasiado grande, debido a que mi grupo de amigos es muy reducido. Además no necesitaba una fiesta para disfrutar mi noche.

Comimos, bebimos unas cervezas, y conversamos un buen rato. David y Emma se encontraban muy cariñosos en el sillón, y parece que contagiaron su vibra amorosa porque Erik se le insinuó a Anna varias veces. Todo iba de maravilla.

Cuando ya habíamos lavado los platos y bandejas sucias fuimos nuevamente a la sala a seguir bebiendo y riendo entre amigos. Pero después de las 10 p.m. el timbre sonó, lo cual fue muy sorpresivo ya que no esperábamos a nadie más o al menos, yo no esperaba a nadie mas. 

Al mirar a Jason, note que este estaba sonriendo desconcertándome aún más. Me hizo gestos de que fuera a abrir la puerta. Y lo hice.

¡Todo el equipo de futbol estaba allí! Cuando abrí la puerta de la casa de Jason, una fila de personas hizo que abriera mis ojos como platos. Todos sonreían alegremente y muchos de ellos llevaban botellas de bebidas alcohólicas en sus manos. ¿Se habrán confundido de casa?

-¡Feliz cumple años Madie! –Exclamó Oliver, el capitán del equipo de futbol. Me atrajo a su cuerpo y me dio un fuerte abrazo. Petrificada, no le devolví el gesto pero solté una risita nerviosa.

Luego me hizo a un lado y entró en la casa, saludando a todos los presentes, quienes no estaban para nada sorprendidos. Traidores.

Las personas de la fila, entraron de una saludándome o estrechándome en un abrazo. Allí habría casi veinte personas que dudo haber tenido más de una conversación en todo mi vida con cada uno de ellos. Sin embargo todos parecían saber mi nombre. Que locura.

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