Capitulo 8

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- Lo siento… ¿te parece si lo dejamos para otro día? Creo que estás ocupada… - le dijo Max, al verla solamente con esa camiseta a cuadros puesta y sin nada abajo más que braguitas.

- No. – se negó ella. – no es lo que tú piensas. – le dijo, Justin se volteó a mirarla, frunciendo el ceño. – él es… él es solo un amigo.

- Igual pienso que deberíamos dejarlo para otro día. No te preocupes, todo está bien. – le sonrió él. Justin soltó una risa tonta, burlándose de él.

- Todo está mejor que bien… - susurró Justin, alejándose y burlándose de nuevo. Pero esta vez dejando salir sus pensamientos hacia el exterior.

- ¿Perdona? – le contestó Max. A ________________ le entró un escalofrío. Cerró los ojos con fuerza al notar que Max había entrado a su departamento al escuchar las últimas palabras de Justin.

- Que todo estaba mejor que bien antes de que tú llegaras. – le sonrió al observar que se había acercado a él. Quería discutir, pero se había metido con la persona equivocada.

- Justin… por favor… - logró decir ella.

- Es la verdad, bonita. - contestó Justin. 

- ¿Es tu novio? - inquirió Max. 

- No… - se excusó ________________. Pero no encontró más que decir.

- Antes que tú llegaras, ella y yo…

- Basta. – ________________ se interpuso entre ambos. Se volteó para mirarlo a él. A ese idio.ta que no había dejado de armar problemas nunca. A Justin. – vete.

Justin la miró desafiante. A la misma vez, moría por comerse esa boquita. Le ponía tanto cuando se enfadaba.

- Me voy yo. – inquirió Max. Salió de aquel departamento sin decir nada más, cerrando la puerta con fuerza. Sin siquiera despedirse de _________________, que moría de la vergüenza en ese entonces.

Se hizo un silencio entre los dos. Justin la observó cubrirse el rostro, apunto de insultarlo de la peor manera. Cabreada y sexy. ¿Qué mejor combinación?

- Dijiste que no era tu…

- Vete. Vete ahora mismo Justin, lo digo enserio.

- ¿Vas a enfadarte conmigo por esto?

- No importa ¿sabes? Quiero acabar con…con esto… ni siquiera sé que es pero… no lo sé… solo déjame. – se volteó. No tenía ganas de mirarlo. ¿Cómo podía ser tan impulsivo? ¿Por qué no podía controlarse al menos un poco?

Justin apretó los ojos sin poder evitar arrepentirse por cómo se había comportado. Es que… no podía controlarlo. Era así. Era su jodida personalidad. No podía manejar algo que estaba impregnado a él.

- Yo sí sé que es. – le contestó él, acercándosele por detrás. Al tenerla tan cerca, por dentro…empezaba a desesperarse por tocarla de nuevo. ________________ se volteó. Los ojos de ambos se encontraron. Ella los cerró lentamente…negando con la cabeza. 

- ¿Quién eres? – le preguntó de nuevo. No supo por qué, pero pasó suavemente sus dedos por las mejillas de Justin. Acariciándoselas. Este tragó saliva. Nunca nadie había hecho esto antes. Moría de ganas por cerrar los ojos y dejar que lo tocara.

- Tengo una mejor manera de explicártelo. – sus manos apretaron las caderas de _____________________. A la misma vez, sus bocas volvieron a juntarse.

____________________ se separó. Justin aceptó que lo hiciera… no se interpuso… pero necesitaba seguir besándola. Joder. Esto era tan fuerte que apenas y podía asimilarlo. De pronto, ____________________ lo besó esta vez. En esta ocasión siendo ella quién lo dominaba. Lo estampó contra la pared más cercana. El mismo Justin se sorprendió de que lo hiciera. Al tenerlo encerrado entre su cuerpo y la fría pared, lo besó de nuevo. Un beso más intenso. Lleno de sentimientos y una lujuria inmensa, avanzando a un nivel extraordinario.

- Max es solo un amigo. – tuvo que separársele un poco para poder hablarle. Justin asintió. De alguna manera, eso le aliviaba muchísimo. No era que le importase… o tal vez sí… lo que sea que fuera… sentía un alivio en su interior. Se dedicó a quitarle el primer botón de su camiseta a cuadros. Primero uno, luego otro… y el último, y uno más… hasta dejar su camiseta completamente abierta. ____________________ bajó la mirada.

- Que travieso…

- Traviesa tú. – alcanzó sus labios y se los besó. Se fijó en sus ojos al besarla. Cerrados se asemejaba a un ángel. Un ángel que le ponía muchísimo. Era la primera vez que se fijaba en los ojos de una mujer cuando la besaba. __________________ separó sus labios, y esta vez lo estampó contra el cuello de Justin. Eso… había sido demasiado. Estaba tocando su punto débil.

- Joder, no hagas esto…

_____________________ besó una vez más su cuello. Su respiración chocó contra la piel de Justin. Este sintió que moriría.

- Basta gatita…- gimió Justin. Sabía que si seguía haciéndolo, se descontrolaría. Era capaz de acabar con todo esto. De tumbarla. De follarla sin previo aviso. De abrirle las piernas y hacerla gritar.

- ¿Me has dicho gatita? – enarcó una ceja, y pasó sus dedos por los labios de Justin. Este no hizo más que besárselos.

- Sí, gatita. – un beso más. La erección de Justin ya no podía esconderse ni un segundo más. Tuvo que hacer algo para demostrárselo. Para enseñarle como lo tenía. Apretó su cuerpo un poco, tanto… que __________________ soltó un gemido. – cuando cierras los ojos para besarme, te pareces a una.

_________________ soltó una pequeña sonrisa.

- Quiero verte mañana… - le dijo ella.

- Yo también.

- Entonces…¿sí?

- Sí. Sí. Sí. – le afirmó él, besándola tres veces. – pero ahora quiero terminar con algo… - se inclinó para morderle el cuello. __________________ se estremeció por completo. Si tan solo tuviera una idea de lo mojada que estaba…

- Mañana… - le susurró ella. Algo parecido a un gemido.

- ¿Por qué? – le preguntó Justin.

- Te prometo que mañana. – mordió su labio ligeramente.

Y él… él se contuvo. Guardó todas las ganas que tenía por comérsela. Se tragó todas las palabras que tenía para decirle. Aún no sabía si podría hacer que esa erección se le bajara, pero debía lograrlo. ¿Ella tenía acaso una idea de cómo se encontraba? ¿o es que era todo un plan para matarlo? Necesitaba saciarse cuanto antes.

Justin estacionó su auto. Acostumbraba ir al mismo bar casi siempre con los demás los viernes.

- ¡Mira quién ha llegado! – gritó Travis. Todos se voltearon a mirarlo. Era el único faltante.

- Hasta que llegas. – se quejó Ryan.

- ¿Dónde co.ño estás metiéndote estos días? – protestó Chaz.

Justin se limitó a no responder. No quería que nada le arruinarla la noche.

- Ya…tíos… no jodan al pobre Justin. – puso una mano tras su hombro. – te quiero presentar a alguien. – lo hizo voltearse. – no tienes que agradecerme. – una morena le dedicó una sonrisa.

- Joder… te he dicho que no me gusta que…

- Ya, ya… ¿por hoy, vale? Celébralo Justin. Ya no eres un niño.

- ¿De qué burdel la has sacado? – le preguntó frío. – te he dicho mil veces que no me gusta que me traigas a tus amigas.

- Joder. Lo he hecho por ti. Mírala. – le dijo. Justin apartó la mirada, pero poco a poco… la volvió hacia a ella. Tenía que admitir que tenía unos senos increíbles. Y ese vestido negro la hacía ver espectacular. - ¿es linda, no?

Justin se separó, haciendo caer la mano de Travis de su hombro.

- Te dejo ¿vale? Depende de ti, ahí está la puerta por si quieres irte. – lo miró despectivo. Sabía que no se negaría. Se apartó de él, desapareciendo junto a los demás en otra mesa del bar. Las mujeres de ellos aparecerían en unos minutos.

Y ella se acercó a pasos lentos. Justin tragó saliva. Con esas ganas que traía de follar… ¿Por qué no?

- Soy Ángela. – le dijo ella. Justin asintió. Se fijó de nuevo en sus senos. En uno de ellos, sobresalía un tatuaje en forma de anillo.

- Justin. – se presentó cortante. Ella soltó una risa al darse cuenta de lo que Justin miraba sin discreción.

Se le acercó un poco más, susurrándole algo al oído que hizo que el miembro de Justin cobrara vida. Los centímetros se hicieron cortos. Justin endureció los pómulos. La erección volvió. Tenía las mismas ganas de hace un rato. Aquello que no había completado con _________________, lo completaría esa noche con otra.

Tentation... (Primera temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora