Aparco el Mustang justo al lado del auto de Max. Este se ha metido a una tienda de licores, una que yo ya conocía muy bien. A diferencia de él, me quedo en mi auto esperándolo. Esperándolo como una carnada fría. Enciendo un cigarrillo, uno de los que reposan en mi cazadora. Se hace tarde. Veo como el sol empieza a nublarse ahí arriba. Pero no me quejo. Hay bonita vista. Entonces me concentro en relajarme completamente. Y lo veo salir de la tienda de licores con una bolsa en los brazos… bajo del auto, lo cierro y camino en dirección opuesta a él… chocándole.
- Fíjate, jo.der. – se queja. Me bajo un poco las Ray Ban y logro mirarlo. Aún no me ha reconocido. Pero me mira fijamente como si intentara recordarme. - ¿tú no eres…
Y antes de que pudiera terminar aquella oración, lo empujo abriendo las puertas de la tienda de licores y lo hago entrar bruscamente a ella. Se resbala y cae al suelo. Por detrás, Travis cierra las puertas de la tienda que él mismo administra. Por fin sirve de algo.
- Hola, nenita. – le saludo sonriendo y tiro el cigarrillo sobre él. Max me mira desde el suelo. Las botellas de licor se le han caído al suelo y están tirada por todas partes. - ¿me recuerdas?
- ¿Qué co.ño quieres? – intenta ponerse de pie, pero vuelve a resbalar.
- ¿Qué co.ño quieres tú? – me le acerco. Odio que me hable de esa manera. Odio que se atreva a insultarme cuando el único que puede tener el control en ese momento soy yo. Trago saliva. - ¿eh? ¿acaso no me escuchas? – pateo fuertemente contra uno de los estantes de licor y estos caen de inmediato encima de Max. – te he preguntado algo, ¿qué co.ño quieres con ______________________?
Travis, que vigila que nadie más entre a aquella tienda justo ahora, se detiene y voltea, mientras Max sonríe. Me mira con rencor y de pies a cabeza.
- ¿Todo esto es por ella? – ríe. - ¿estás defendiéndola?
- Tómalo como mejor te parezca. Mientras no te duele mucho.
- ¿Eres su novio, cierto?
- Sí. Su novio. – le miento. Pero aquello me ha sonado a verdad dentro de mí. – su novio, pedazo de imbécil. El novio que va a partirte la cara si no dejas de hablarle como se te da la jodida gana. – pateo una vez más, dándole en la pierna. Max gime y se revuelca en el piso. Pero logra refortalecerse y vuelve a encararme.
- No me sorprende ¿sabes? Cuando me acosté con ella, supe desde un principio que le gustaban los tíos como…
Lo tumbo contra el piso de nuevo. Esta vez siendo yo, y como casi siempre, el que tiene el control. Volteo su rostro con los puños. Me refortalece. Y siento como va doliéndole más y más. Y no tengo control. Algo dentro de mí odia con intensidad que se haya atrevido a decir eso sobre ella. Un golpe más. Su boca está ensangrentada y tiene los pómulos hinchados. Pero no me detengo. Aquello me ha dolido en el fondo del alma. Y sigo… solo ella podría hacerme parar… ella, pero no está aquí. ¿Y si es verdad? ¿Y si lo han hecho juntos? La piel se me eriza de solo imaginármelo. Mis puños revientan su rostro. Puedo sentir su sangra en las manos…
- ¡Basta! – grita Travis, colocando sus manos en mis brazos. Hace que me detenga y yo le esquivo colocándome de pie. Golpeo más y más. - ¡lo vas a matar! – grita de nuevo. - ¡y te va a joder, entiéndelo!
Suelto aire. Me relajo. Pero no sirve. Solo quiero ver a ___________________. Besarla. Acariciarla tanto y como pueda.
- Que se largue. – le digo a Travis. - ¡Que se largue! – grito esta vez. Si volteo a mirarlo, voy a irme sobre él de nuevo.
Escucho varios pasos. Seguro es Max que intenta huir, y al sentir que se va… le detengo con la voz.
- Max. – le digo sin mirarlo. – vuelves a hablarle de esa manera, y termino contigo ¿vale?
Lo escucho salir. Me da igual si me ha tomado enserio o no. Sé perfectamente lo que digo. Y jamás he hablado tan enserio como ahora. Me tranquilizo. Volteo a observar a Travis.
- ¿Qué te pasa? ¿tengo cara bonita, o qué? – le pregunto riendo.
- Ese cabrón va a denunciarte ¿lo sabías? Te va a jo.der y nos va a jo.der a todos Justin. Va a jo.der Tentation, y entonces de verdad no te quedaran ganas de seguir con esto.
- ¿Te vas a cabrear por esto? Tío, es una tontería. A Max se le pasa mañana o pasado.
- ¿Pero a ti cuando se te va pasar el lío que tienes con la cajera?
Desvío la mirada.
- ¿Ella sabe a lo que te dedicas? – me pregunta ahora. Sigo sin mirarlo. Y esa es la pregunta más difícil que me ha tocado escuchar. – tal vez sea momento de que lo sepa…Toco un par de veces la puerta de su departamento. Es la primera vez que entro y utilizo la puerta de la manera adecuada, tal vez de la manera a la que ella le gustaría. Vuelvo a tocar, nadie ha abierto todavía. ¿Estará? Claro que sí… son más de las ocho…
Entonces, siento que sigilosamente me abre la puerta. Y siento además, como quita los miles de seguros que esta traía.
- Hola… - le saludo. Pero _________________ no responde. – tenía muchas ganas de verte… - cuanto me cuesta decir este tipo de cosas. Pero con ella, solo fluyen.
- ¿Qué haces aquí? – me pregunta fría.
- Te lo dije… tenía muchas ganas de verte. – abro un poco más la puerta de su departamento con las manos para poder entrar y la abrazo a ella, haciendo que sus pies dejen de tocar el suelo. Acomodo mis manos en sus caderas y le beso la nariz rápidamente. La puerta se cierra sola. - ¿estás bien?
- Me han quitado el trabajo. – susurra. Su mandíbula empieza a temblar. Y reconozco muy bien el matiz de sus ojos. Pocos días… y me he convertido un experto en ella…
- Jo.der, ¿por qué?
- No lo sé. – sus manos cogen mis brazos y hacen que los baje de sus caderas. Me abstengo. Lo hago. Le hago caso siempre y ahora no será la excepción. – mi jefe fue golpeado brutalmente por alguien que quería que yo recuperara el trabajo cuando no lo tenía. – me mira. Está buscando respuestas y está logrando colocarme nervioso. – hoy… después de días de recuperación, por fin pudo caminar y venir a decirme que nunca más trabajaré en ese jo.dido banco. – cierra los ojos y deja escapar algunas lágrimas. - ¿por qué Justin?
- Te puedo explicar lo que pasó…
- Max está en el hospital. – continua. Me tiene atrapado. Trago saliva y veo como una lágrima le adorna las mejillas. Y ahí va otra. - ¿se puede saber quién te ha dicho que puedes meterte en mi vida de esta forma?
- Quería defenderte, eso es todo.
- ¿Golpeándolos? – grita. Endurezco la mandíbula y evito que su mirada me debilite más.
- Yo no quería…
- ¿Tú no querías qué? ¿Meterme en esto? ¿jo.derme más de lo que ya estaba sin ti?
Me quedo callado. Aquello ha dolido más que un golpe en la mandíbula. Más de lo que yo he podido dar en años. Y ella lo maneja en palabras que golpean fuerte… más fuerte que yo.
- Las cosas no son así ¿vale?
- ¿Y cómo van las cosas contigo Justin? – busca mis ojos y yo hago que se encuentren con los suyos. Nos miramos. Quiero besarla. Quiero quitarla ese enojo a base de caricias. Me pone. Me encanta. Es preciosa. - ¿Quién eres y por qué quieres manejar mi vida de esta forma?
- Yo no quiero manejarte.
- Estás haciendo que todo se salga de control.
- Dijiste que necesitabas ese trabajo…yo solo…
- ¿Tú qué? – grita de nuevo.
De sus ojos empiezan a brotar innumerables lágrimas. No sabe cómo mirarme. No sabe si quiera si puede hacerlo. Se tapa el rostro y camina de un lado para otro.
- Y ahora tengo que conseguir un abogado ¿sabes? Me han denunciado.
Abro los ojos. ¿De qué otra manera puedo arruinar más la vida de alguien que en verdad ha empezado a importarme? ¿De qué otra manera no puedo dejar de su un problema para todos? Es ir. Aparecer. Y dejar una pequeña huella en cada persona que conozco.
Está de espaldas. La escucho llorar. A la misma vez mis propias manos no pueden controlarse más y se ponen sobre sus hombros. Quiero tocarla. Quiero embriagarme en el perfume de su piel. Acaricio sus hombros y acerco mi boca a su oído…
- Perdóname.
¿Cuántas veces he dicho la misma palabra?
- Eso no va a solucionar las cosas Justin… - me dijo sin parar de llorar. Mis labios tocan su cuello lentamente. Mi piel se eriza y la de ella también. Puedo sentirlo. Abro un poco más la boca y aprieto su cuello suavemente con ambos labios.
- Me has vuelto loco…
- ¿Tienes una idea de en cuantos problemas me estás metiendo?
- Yo no quería, te lo juro.
- ¿Por qué? ¿por qué haces estas cosas?
- Viene en mí. No puedo controlarlo… - admito. Jamás nadie ha escuchado decir esas palabras de mi boca. Bueno, ahora sí hay alguien. – no puedo controlarme cuando alguien hace algo injusto contigo.
- ¿Y tengo que seguir soportando lo mismo cada vez que no puedas controlarte?
- Soy así ____________________. – susurro en su oído. Ella cierra los ojos y deja caer algunas lágrimas.
- ¿Cómo sé que no podrías hacerme lo mismo a mí?
- Eso es imposible…
La volteo de repente. Se aprieta los labios y contiene las lágrimas. Me quedo sin aliento al notar que ha accedido a acariciar mi rostro con sus manos. Me despeina un poco. Me gusta. Me gusta muchísimo…
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Tentation... (Primera temporada)
FanfictionEse mismo día...robaron el banco más grande de todo Estados Unidos. Ese mismo día, uno de ellos... se enamoró para siempre. Novela Pervertida.