- ¿Y si grabamos películas porno y las vendemos?
- Estás loco.
Justin le besó un hombro desnudo.
- Eso dicen… - sonrió. ___________________ traía los ojos cerrados. – te juro que te he extraño muchísimo estos dos días, gatita.
- Y yo también a ti… - se volteó y giró su cuerpo para quedar cara a cara con Justin.
- ¿Cómo te fue?
- Pues aún estoy viendo si me aceptan en uno de los bancos en los que mi ex jefe no se quejó de mí…
- Yo… yo lo siento mucho…
- Ya pasó. – acarició una de sus mejillas sutilmente. – gracias por defenderme.
- Eres mi chica… tengo que defenderte. – se acercó a su boca y se le besó lentamente.
- Oye…
- Dime.
- ¿Qué te pareció Emily? – le preguntó de repente. – es que… le hablé mucho de ti y… bueno, había querido conocerte desde hace mucho.
- Pues es… linda… - le confesó.
- Hombres.
- ¿Qué quieres que te diga?
- Nada. Al menos yo le habló a mis amigas de ti.
Justin tragó saliva.
- Yo también lo he hecho. – la miró a los ojos. Jo.der. ¿Por qué las cosas tenían que ser así? ¿Por qué no podía ser como en cualquier otra historia? ¿Por qué no podía ir y presentarle a sus amigos sin que estos intenten algo con ella?
- ¿En serio? – ella lo miró ilusionada.
- Sí… - una vez más la miró a los ojos. Adoraba su tierna inocencia. Adoraba lo tierna que era. Como ninguna otra mujer. Le gusta muchísimo. Le ponía y a la vez le daba un arranca de dulzura cada vez que la veía.
- Te preguntó lo de Emily por qué… veras, ella va a cumplir años mañana y… me pidió que…
- ¿Mañana?
- Sí, sí mañana. – repitió ________________. – me pidió que te invitara. Ya sabes, si podías venir conmigo a la reunión que hará y… esas cosas… - le dijo ligeramente nerviosa.
¿Y cómo decirle? ¿Cómo decirle que mañana iba a robar otro banco? ¿Cómo decirle que tenía compromisos con la mafia que había abandonado solo con palabras pero no oficialmente?
- ¿Vendrías conmigo? – le preguntó __________________. Su voz tocó su corazón. Sus ojos tocaron su cuerpo. Era precisa la manera en la que lo dominaba. Una dominación literal. Pero podía hacerlo hacer las cosas que quisiera con aquella mirada. Su corazón se estremeció por dentro. Mier.da ¿Qué iba a hacer?
- Sí, iré contigo. – y ella lo besó en la boca. Suave. Un beso pequeño.
Y aunque no lo supiera, esa era la última vez que además haría cosas a sus espaldas. La última vez que fingiría ser quien de alguna manera no era. La última vez que ___________________ tendría una imagen buena de él. La última. Después de ese día, las cosas cambiarían mucho, y probablemente para siempre.Noche del Jueves.
- Esta va a ser la última vez que participo en esto. – dijo Justin. Mientras, Travis y Chaz alistaban los pasamontañas y recargaban algunas armas. Ryan, que fumaba desde la ventana, se volteó a mirarlo.
- ¿Han oído? Justin se larga de Tentation. – dijo irritado pero a la misma vez sonriéndole irónicamente. – se larga y lo deja todo.
Justin fingió no haber escuchado nada. Observó una vez más el mapa que había memorizado y que él mismo había diseñado sobre el banco que robarían esa misma noche. Atrás, las paredes de su departamento yacían llenas de varias fotos. Fotos de los trabajadores del banco. Del tipo de seguridad. De su reemplazo. De los horarios de este. De los horarios de todos. De los nombres de algunos. De los importantes. Direcciones. Números. Calles. Códigos. Todo lo que adornaba aquella pared, había sido memorizado por Justin.
- ¿Por qué haces esto? – preguntó Chaz, levantando la vista. Colocó la ametralladora sobre su hombro y apuntó directo al suelo.
- Yo no tengo porque darles explicaciones.
- Sabes que no puedes irte Justin. Es inútil. – intervino Travis. – nadie puede… lo sabes perfectamente…
- Exacto. Lo sabe. – rio Ryan, de repente. – sabe perfectamente que nadie puede irse de Tentation, pero él aun así insiste… ¿y saben por qué? – levantó una ceja y dejó caer el cigarrillo por la ventana. – por la bonita cajera.
- Cállate la maldita boca… - susurró Justin. Últimamente había aprendido a manejar sus impulsos. Probablemente era algo que había aprendido gracias a __________________. De otra manera, Ryan ya estaría derribado.
- ¿Miento? – dijo subiendo los hombros. – dime que es mentira.
- Me voy a largar de esta maldita mafia. No por ella, sino por mí.
Ryan sonrió una vez más. Los demás se dedicaron a no intervenir.
- Esa zorra está causando demasiados problemas… - le dijo este otra vez. – no te sorprendas que uno de estos días, no amanezca viva por todo lo que está causando.
Y había sido todo. Perdió el control y se puso de pie rápidamente con la intención de golpearlo hasta que se tragara todas y cada una de sus palabras. Travis logró detenerlo, con todas las fuerzas de sus brazos y cuerpo, se interpuso entre Justin y Ryan. Pero aun así, Justin no pensaba en detenerse.
- La tocas, y te juro que te mato. – le apuntó con el arma que guardaba entre sus pantalones.
- Mátame. Hazlo si esa zorra lo vale.
- Lo vale más que tú.
Ryan dejó salir aire… bajó la mirada y volvió a subirla rápidamente. Aunque Travis estaba entre los dos, podía sentir todo el rencor que Justin estaba sintiendo por él en ese momento.
- Escúchate imbécil. – le pidió. - Estás perdiendo la cabeza por una mujer que se va avergonzar de ti…cuando se entere de esto… - extendió los brazos y señaló con la mirada todo lo que Justin había planeado para el siguiente robo. – tú eres esto. – le dijo. – tú eres esta jo.dida mafia. Ella… ella no quiere esto ¿o sí? ella no está enamorada de esto… - Justin endureció la mandíbula y desvió la mirada, sin dejar de apuntarle directo a la cabeza. – ella está enamorada de un Justin que nunca existió.
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_____________________ terminó de alisarse el cabello. Miró la hora en el celular y a la misma vez buscó el número de Justin entre sus contactos… pensó en él. En las cosas que habían pasado últimamente. En las cosas que se había atrevido hacer con él. Sonrió y se sonrojó al mismo tiempo. Era muchísimo, en tan solo una semana. Pero era más fuerte y poderoso que cualquier cosa que le hubiera pasado. Le gustaba. Le gusta más y más cada día… lo quería para ella. Cada cosa. Cada faceta que tenía. Cada vez que la llamaba “gatita” tan particularmente. No se arrepentía de nada. Probablemente, era una de las mejores cosas que le había pasado en la vida.
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- Este no es tu problema – Justin bajó el arma y trató de tranquilizarse. Caminó hacia el escritorio, donde se encontraba el mapa, de nuevo.
- Se supone que soy tu mejor amigo y debo decirte las cosas. – le aclaró. - ¿de verdad crees que ____________________ va a aceptarte cuando le cuentes la verdad? ¿de verdad crees que no va a empezar a sentir miedo?
Justin les dio la espalda. Cerró los ojos. Cada palabra le dolía en el corazón. Entraba de una manera única, rompiendo su alma. Quebrando su esperanza. Endureció la mandíbula y se abrazó la cabeza. ¿Por qué no podía ser un tipo normal? ¿Por qué no podía estar en esa reunión con _________________ justo ahora? ¿Por qué era lo que era? ¿Por qué? Se odiaba. Sentía rencor por sí mismo. Por primera vez sentía repugnancia hacia él. Hacia lo que era.
- Chaz. – llamó Justin. Bajó sus brazos y volteó. – quiero que estaciones el auto en la puerta número tres. Las cámaras están desactivadas y el tipo de seguridad es mayor de cincuenta años. Porta un arma, pero tiene bajo calibre. – le señaló el camino en el mapa del escritorio. Estaba evadiendo el tema, no quería que se metan más en su vida. - No habrá problemas con él si le disparas o tan solo si intentas correr. Si te dispara, dispárale dos veces en el brazo derecho, es su punto débil.
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____________________ marcó su número. Esperó ansiosa a que contestara. Quería oír su voz. Le hacía muchísima ilusión presentarles a todos sus amigos esta noche. Marcó dos veces. Pero la contestadora respondía lo mismo. Su celular se encontraba actualmente apagado. Miró la hora. Más de las ocho. Jo.der…
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- La primera cajera. – señaló el dibujo. – su nombre es María. Tiene dos hijos. El primero tiene dos años y el segundo diez. Solo he logrado averiguar el nombre del segundo, James. Dile el nombre de este y dile que lo tienes secuestrado. Si no te cree, finge marcar su número y finge hablar con él hasta que te dé el dinero. Ella tiene las claves de la caja fuerte mayor. Si la tienes a ella, el robo está hecho.
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Y la hora se pasa. Ahora son más de las ocho y media… ¿Dónde estás Justin? Aprieta su celular con las manos y mira la hora de nuevo.
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- El tiempo calculado es de quince minutos. – les dijo Justin. – dos minutos para llegar, tres para la espera, cinco para el robo y cinco para salir de ahí y volver hasta aquí. Si hay tiempo de más, la policía llegará.
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Nueve de la noche. Y Justin, que no llega. Su corazón latía muy rápido, pero no sabía por qué. Había algo que no le dejaba en paz. Algo que le avisaba que esta noche sería muy larga. Una mala vibra. Mordió ligeramente su labio inferior… ¿Por qué no contestas? Se preguntó. ¿Y si algo le ha pasado a Justin? Ni siquiera una llamada o un mensaje, esto era demasiado raro. Cerró los ojos con fuerza y se dedicó a tranquilizarse. Algo no estaba bien. Algo no iba a estar bien. Así que cogió el celular con fuerza y se puso de pie. Abrió la puerta de su departamento y salió… decidida a buscarlo.
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Preparó el auto. Las armas. Los pasamontañas y los datos que había reservado para aquel robo. Dejó la puerta de su departamento sin ninguna llave. Si las cosas salían mal, y alguno de sus colegas era perseguido por la policía, tendría donde refugiarse sin necesidad de alguna llave en su departamento. Había planeado este robo menos que los anteriores. Y aun así ganaría mucho dinero esa noche, pero perdería algo más valioso que eso.
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Tentation... (Primera temporada)
FanfictionEse mismo día...robaron el banco más grande de todo Estados Unidos. Ese mismo día, uno de ellos... se enamoró para siempre. Novela Pervertida.