Capitulo 11

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Su lengua chocó con la de ___________________. Sorprendiéndola. Tocó sus caderas lentamente a la misma vez que se acomodaba sobre ella en los asientos traseros de su Mustang.

- Quiero hacerlo aquí… - le susurró él. Enredó sus piernas con las de _________________ para que el espacio no se hiciera tan reducido. Su aliento tocó la piel de ella. Lento. Suave. Delicioso. __________________ le apretó la espalda. – me da tanto morbo saber voy a hacértelo aquí, en mi auto. – le sonrió. Ella enarcó una ceja.

- Seguro lo has hecho aquí con todas. – bufó.

- Contigo. Eres todas.

- Mentiroso.

- Te lo juro. Mi auto es sagrado. Si voy a hacerlo, tiene que ser una mujer como tú.
________________ tragó saliva. Las palabras de Justin no hacían más que calentarla más y más. Sintió los dedos de él pasearse por su abdomen. Cerró los ojos sigilosamente. Y soltó un gemido. La erección de Justin creció más, chocando así con el vientre de ella. No podía evitarlo. Estaban tan juntos que apenas había espacio para poder hablarse. Desabrochó y bajó la cremallera de los shorts de ella.

- Ento... entonces… - _________________ soltó un gemido. – s…soy…¿la primera? – logró decirle.

- Y vas a tener que recompensarme por eso. – la besó de nuevo. Esta vez apretando su cuerpo contra el suyo. Su erección chocó contra el sexo húmedo de __________________. Al mismo tiempo que su lengua se abría paso en la boca de ella. – vas a sentir mi lengua… en otro lado…
Ella se dejó hacer por él. Cerró los ojos. Estaba en sus manos lo que pasara luego. Y sintió sus dedos una vez más tocándole las braguitas y bajándoselas.

- Quiero que te sientes, gatita. – le pidió él. ______________ asintió de inmediato, completamente hipnotizada por él. Tomó asiento normalmente en los asientos traseros… - abre las piernas… - le susurró él. Y ella las separó lentamente. A Justin se le nubló la vista esta vez. Jo.der. No había nada que superara ese sentimiento. Esas ganas inmensas por tocar su húmedo co.ño con la lengua. Esas ganas por escucharla gemir. Retorcerse del placer. Por esas ganas de escucharla pedir más… y oírla gritar su nombre desesperada. De verla transpirar por la agonía. De verla despeinada y jadeante… y saber… que todo eso ha sido gracias a él. – lo bueno de estar aquí… - comentó él. Cogió los muslos de ________________ con las dos manos y se incorporó poco a poco. – es que estamos solos, y nadie… - levantó la mirada. ________________ tragó saliva. – nadie escucha lo que hacemos.

_________________ cerró los ojos fuertemente. La respiración de Justin chocaba con su clítoris. La estaba inspeccionando. Y aunque ella había creído que eso había sido todo… se había equivocado. La lengua de Justin se introdujo en su dulce co.ño con desesperación. Ella hizo la cabeza para atrás y levantó las caderas con ganas de que Justin aumentara su ritmo. Este le cargó los muslos y los colocó sobre sus hombros.

Una vez más. Su lengua tocaba ese pequeño y generoso punto débil.

- ¡Ah…! – gritó sin miedo a ser escuchada. - ¡más, MÁS! – le ordenó. Apretó la nuca de Justin, despeinándole el cabello. Él mordió suavemente uno de sus labios vaginales. – Dios mío… - jadeó ella.

- Esto es exquisito. – le dijo él. Probando sus deliciosos jugos. ________________ había llegado a correrse antes de que él lo haya previsto. Se entretuvo besándole el monte de Venus completamente depilado. Era deliciosa… relamió sus labios probando una vez el elixir de ella. Despacio, fue soltando sus muslos.

- No te vayas…

- No me voy…

- ¿Entonces por qué has dejado de…

- Me gusta ver la cara que pones cuando quieres más. – sonrió en medio de muchísima lujuria. ____________ puso los ojos en blanco.

- Ven… - le llamó ella. – házmelo. Soy tuya Justin. Solo tuya.

Y esas palabras hicieron que su erección subiera de nivel.

- Me tienes tan duro, nena…

- Lo puedo ver. - ________________ bajó la mirada, observando ese enorme bulto que yacía en los pantalones de Justin.

- Todo esto es tuyo. – le aseguró él.

- Mío y de much…

- No, no. – se acostó sobre ella de nuevo. – solo tuyo. – hablaba demasiado enserio para ser Justin Bieber. Sentía demasiado enserio para ser Justin Bieber. Ni siquiera él mismo podía tragarse o creerse lo que acababa de decir. Se le hacía difícil hacer conciencia de sus propias palabras.
Buscó una pequeña cajita dentro de los bolsillos de su pantalón. Encontró el preservativo y se bajó los pantalones y al mismo tiempo el bóxer. _____________ observó todo desde su sitio. Sus labios eran mordidos por sus propios dientes. Sus ojos se habían nublado. Y solo podía verlo a él. Sentirlo a él. Quererlo a él. Necesitarlo a él. Entreabrió los labios… el tamaño de aquella polla le sorprendía más cada vez. Deseó muchísimo ser ella misma quién le pusiera ese preservativo…
Y poco a poco…volvieron a estar juntos de nuevo…volvieron a tocarse… a enloquecerse con el tacto de la piel del otro.

- Me gustan tanto esto…

- ¿El qué? – logró preguntar _________________.

- Cuando nuestros cuerpos… - bajó la mirada. Tenía el pene a la misma altura que _______________ tenía el vientre. – se juntan.

Y la besó una vez más. Mordiéndole un labio. Juntando el sabor de lo que su lengua había probado hace unos minutos, con el caliente aliento de __________________. Esta levantó las caderas y a Justin solo le faltó moverlas un poco para volver a penetrarla de nuevo. Ella se apartó… soltó un leve gemido casi inaudible… aquello había sido suave. El pene de Justin salió de ella y entró con brutalidad una vez más. Esta vez _______________ no aguantó as ganas de gritar. Y lo hizo. Y apretó la espalda de Justin. Y le pidió más. Y el ritmo aumentaba. Un poco más. Y más. La caderas de Justin se movían en círculos, de un lado para otro, de arriba hacia abajo. Y _________________ que apretaba sus nalgas y hacía que la bombeara aún más intensamente. Y Justin… que había dejado de moverse… se estaba corriendo… y le hubiera encantado correrse en ella. Mojarla. Mojarla de él y de todo lo que sentía cada vez que se metía en su precioso cuerpo. Cada vez que lo apretaba tanto entre sus entrañas. Entre su co.ño. Nunca se había corrido de esa forma…y tan rápido.

Era maravilloso. Cada sentimiento. Cada cosa. Todo… se estaba volviendo estúpidamente especial.

 - Me gusta este. – acarició el tatuaje en forma de corona que Justin traía en el pecho. Este apretó su cintura un poco más, pegándola a él.


- ¿No te gustaría hacerte uno?

- ¿Qué? Claro que no.

- Has dicho que te gusta este.

- Pero no en mí. – puso los ojos en blanco. Había contado la cantidad de tatuajes que tenía hace un par de minutos. Nueve exactos.

- Te caería uno aquí. – la mano de Justin le tocó un muslo. _______________ se ruborizó de inmediato. Un sentimiento que se combinó rápidamente con las inmensas ganas de besarlo. – no… no, por aquí… - sus dedos subieron un poco más, llegando a tocar una de sus nalgas. – justo aquí. – tocó suavemente el borde de sus caderas. – te haría mucho más sexy.

- ¿Gracias?

- ¿Te lo harás cuando volvamos?

- ¡No! tengo miedo…

- ¿Qué es miedo? – le preguntó él. ______________ enarcó una ceja. – si no es ahora… en diez años no lo sentirás igual. – ella subió sus ojos hacia los de él. Ambos se miraron. Pero ninguno sabía de qué manera demostrarse lo que sentían en ese momento.

- Lo pensaré… - dijo ella mordiéndose un labio.

- Así me gusta.

El silencio se abrió entre los dos. Ambos deseando saber que canción era la que seguía en los amplificadores del auto de Justin. Won’tgo home without you de Maroon five sonó de repente. {canción}

- ¿Te gusta Maroonfive? – le preguntó ella. Aquello le había sorprendido muchísimo viniendo de un hombre como él.

- Sí. – contestó Justin, tratando de recordar la letra de la canción. Y no iba a decirle la verdad, detestaba esa banda. Pero por alguna razón, _________________ la amaba. Él lo había descubierto la primera vez que habían fo.llado juntos y esa misma noche, revisándole el celular para apuntar su número en su agenda, había descubierto que aquella era su canción favorita.

- No lo puedo creer… ¿enserio?

- Sí. – volvió a mentir. – y esa es mi canción favorita.

______________ entreabrió los labios.

- Bromeas. ¡La mía también!

Justin se rio por dentro. Le hacía tanta ilusión verla sonreír de esa manera. Sabía lo que seguramente ella estaría pensando de él en ese momento. Que era perfecto. Que estaba hecho a su medida. Algo como: “¿por qué no apareció antes?” Y se preguntaba… ¿Por qué estaba haciendo todo esto? ¿Por qué había tratado de llamar su atención desde la primera vez? ¿Por qué estaba empezando a acostumbrarse a ser otro que no era? ¿por qué había cambiado por ella? ¿Por qué se le hacía tan desesperante ser perfecto para una mujer? ¿por qué para __________________?

- It’s not over tonight… – cantó él. ¡Vaya suerte! Se había aprendido el coro y era justo la parte que tocaba de la canción. – just give me one more chance to make it right… - ________________ soltó una risita graciosa al verlo bailar de una forma rara y chasqueando los dedos. Fue incorporándose de pronto, y se dio cuenta de la bonita voz que tenía Justin. – I may not make it throught the night…

- I won´tgo home without you… - continuó __________________. Y Justin se acercó a ella. Le comió la boca despacio. Besándola con delicadeza. Y sus cuerpos se tocaban, dentro de un Mustang del 2011, bajo un cielo lleno de estrellas… perdidos en medio de la nada. Solo los dos. Sin importar más. Nadie a su alrededor. Aunque ella no supiera nada. Aunque no tuviera idea de con quién estaba compartiendo esos besos. Y se tocaron una vez más. Y _______________ que se volvía reír de los cantos de Justin. Y Justin que le apretaba las caderas. Y Justin, que ya no era consiente de cada paso que estaba dando. Y hasta donde estaba llegando. Y de quién… se estaba enamorando.

Tentation... (Primera temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora