Capitulo 15

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- No quiero que vuelvas a hacerlo ¿vale? Prométemelo. – me susurra. 

- Te lo juro. – alcanzo una de sus manos con mis labios. Acabo de jurar la primera cosa en mi vida. Y mi corazón late fuerte. Abrazo un poco más sus caderas con mis brazos y la cargo un poco más. Observo sus ojos, ese bonito color _____________(co) le asienta perfecto. Y miro sus labios. Rosados. Míos. Los he comido más de una vez. Y quiero hacerlo ahora. Tumbarla y comérmela sin ningún temor. Hacer eso… eso que llaman: “hacer el amor”. Saber que se siente, aunque probablemente ya lo he hecho con ella. Aunque probablemente ella haya sido la primera en hacerme sentir aquello. 
Mis labios se acercan a los suyos e intento besarla.

- Tienes que irte… - me dice sonriéndome ligeramente. – yo… solo quiero pensar las cosas ¿sí? 

Me lo pienso dos veces. Es lo mínimo que merezco. 

- Sí… - asiento con la cabeza y despego mis brazos de ella. Se me hace difícil. Tanto, que se me queda un vacío en el cuerpo. Intento irme y avanzar hasta la puerta. Pero algo no me deja. Algo me obstruye y me dice que no puedo hacerlo sin antes a vérselo dicho. Hay adrenalina. Hay mucha. Mis manos sudan y mi corazón se sale. Volteo y al mirarla, es aún peor. Siento que jamás he dicho esto con tanta sinceridad. Que jamás… se lo he dicho a alguien. Trago saliva. Me está mirando y no sabe por qué no me he ido todavía. 

- ¿Estás bien? – me pregunta. Tal vez ha visto mi aspecto. Debo lucir tan ridículo. 

- Quiero decirte algo. – le digo y respiro hondo. _________________ enarca una ceja. 

- ¿Qué cosa? – me pregunta inocente. 

- Yo… - suelto el aire. Vamos, ¿por qué co.ño esto tiene que ser tan difícil? - yo… yo te quiero. – muerdo mi labio y siento que el corazón se me sale. Abro más los ojos. ¿Qué cosa acabo de decirle? Mi piel se eriza y trato de parecer frío ante mis últimas palabras. Pero no lo logro. Estoy más nervioso que nunca en mi puta vida.
- ¿Qué? – me pregunta divertida.

- Que te quiero. Te quiero para mí… te necesito para mí… - aquello me ha costado menos. Y me besa. Se acerca a mi tanto que apenas y puedo seguir respirando. Su labio inferior toca el superior mío. Abro la boca. Su lengua entra. Moja la mía. Mis ojos se abren un poco y puedo mirarla besándome. Aprieto sus caderas. Qué bonita es esta puta sensación. 

- Te quiero Justin. – me responde en medio del beso. La aprieto un poco más. Sí…sí… me muero por hacerle el amor. Por desnudarla. Por contar los lunares de su cuerpo. ¿Por qué alguien no me dijo que existían este tipo de sentimientos? ¿era por ella, verdad? Seguramente querían que me la encuentre en el camino. 
Y bajo mis manos, tocando sin discreción sus bonitas nalgas. Me ponen. Y ella hace lo mismo. Toca mi trasera sin piedad alguna y aprieta aún más nuestros cuerpos. 

- ¿Quieres estar conmigo? – una nueva pregunta atraviesa nuestras miradas. Cuando reacciono, no sé muy bien si ha entendido mi pregunta. Ni siquiera yo sé si he entendido lo que he dicho. Jo.der, ¿Cómo se preguntan estas cosas? 

- ¿Estar… juntos? - __________________ abre más los ojos. 

- Juntos…sí…sí, juntos. – le respondo. Y pienso un poco más. Lo tengo. Es aquí donde formulo por primera vez esta pregunta. – quieres…¿Quieres ser mi novia, gatita? 

Y sonríe. No se ha creído la pregunta. Pero me besa de nuevo. Me besa y hace que nuestros alientos se unan por última vez en esa noche. 

- Sí. – me dice. Aprieta mis labios de nuevo. – quiero ser tuya… tu novia, tu todo… 

Y entonces... es ahí, justo en ese momento… donde hay una sola pregunta que ronda tu cabeza y no tiene respuesta. Las demás, se han ido muy lejos. Solo hay una. Te la formulas. Y aunque nadie puede escucharte… piensas… ¿habrá alguien en otro lugar que te haga sentir lo mismo? Y al final de la pregunta, obtienes la respuesta. Estas cosas, solo se viven una vez. 

+++

Justin soltó humo.

- ¿Tienes uno? – le preguntó Ryan, sentando frente a él. Justin negó con la cabeza mirando hacia el horizonte. Su cabeza y sus pensamientos estaban en otra dimensión.

Una camarera se acercó a ellos. Una grande. Rubia y guapa.

- ¿Les sirvo algo? – preguntó. Ryan jaló del pañuelo que esta traía enredado a la cintura, y la volteó para él.

- La otra noche no terminamos. – le sonrió. Justin bajó la cabeza y negó con esta mientras reía.

- Será para otra noche Ryan, ahora no puedo. – le dijo la rubia solo para sus oídos. Lo miró despectiva. - ¿van a tomar algo o…

- Una cerveza para mí. Hazme el descuento, que me lo debes. – le dijo Ryan. - ¿tú? – le preguntó a Justin.

- Nada gracias.

La rubia no pudo evitar mirar a Justin totalmente sorprendida. Estaba diferente… ¿o la diferente era ella? Rápidamente apuntó lo pedido en una libreta y caminó de regreso al bar.

- ¿Por qué no pediste nada? Yo te iba a invitar.

- Siempre termino pagando yo.

- Como quieras. – la rubia regresó con la cerveza de Ryan y la colocó sobre la mesa.

- ¿Qué quieres? – le preguntó Justin. Exhaló el humo a un costado.

- Travis me dijo lo que pasó hoy. – Ryan tomó de la botella, relamió sus labios y limpió la comisura de estos. Parecía tranquilo. – estuvo bien…¿no?

- Tenía que arreglar algunas cuentas. Tú ya me conoces.

- Sí, sí… está bien. – tomó de nuevo. Justin esperó a que terminara de hablar. - ¿Qué te pasa Justin? – le preguntó acercándosele. Sus ojos azules intercedieron los marrones de Justin. – olvida Tentation ¿vale? No es por eso… pero…¿Qué te pasa a ti? Jo.der… - negó con la cabeza y juntó su espalda a la butaca. - ¿Dónde co.ño está mi mejor amigo?

- ¿Crees que estoy haciendo las cosas mal?

- Te has alejado, es todo.

- No toda la vida íbamos a ser los cuatro niños que jugaban juntos, Ryan. – el cigarrillo se consumió por completo y aprovechó a tirarlo. – entiéndelo.

- Entonces es verdad… - lo miró a los ojos de nuevo. – te has enamorado de la cajera.
Justin tragó saliva. Su cabeza volvió a llenarse de imágenes de _____________________. Su corazón latía cada vez que la recordaba. Latía fuerte y temía que los demás escucharan aquello.

- Tal vez. – susurró.

- ¿Y tan mal gusto tiene ella?

- Parece que sí.

- Jo.der, ¿crees que tenga una amiga?

Justin sonrió y bajó la mirada. Puso ambas manos sobre la mesa y jugó con sus dedos. Varios segundos de silencio se abrieron entre los dos.

- El único problema es que ella no sabe nada… nada de mí. – le confesó.

- ¿Y qué tendría que saber? – preguntó Ryan. – ella no tiene por qué enterarse sobre nosotros.
Varios segundos se volvieron a abrir entre los dos. La música de ambiente se escuchaba en aquel bar en el que los dos acostumbraban visitar casi siempre. La gente pasaba. Un hombre entraba, y otro salía.

- He pensado en irme. – Justin levantó la mirada. Ryan tragó saliva y trató de asimilar y sobre todo entender lo que este le acababa de decir.
- ¿Irte…

- No quiero seguir en Tentation.

Ryan soltó aire por la boca y se desvió la mirada. Posó sus manos sobre la cabeza y no quiso mirarlo más. No quiso ni siquiera hablarle. Tentation era más que una simple mafia. Era más que una simple unión. Justin sabía por qué. Ryan sabía por qué. Travis sabía por qué. Chaz sabía por qué.
Y se puso de pie, dejando a su mejor amigo… o ahora… un simple conocido, sentado en aquella mesa de bar. Esa frase, había terminado la noche.

Tentation... (Primera temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora