Capitulo 22

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Se puso un sujetador antiguo y unas braguitas. Revisó entre su ropa interior por si encontraba algo más cómodo que aquello, pero le fue imposible, todo estaba tan desordenado. Puso sus manos sobre la cintura y frunció el ceño. De pronto, alguien tocaba sus manos, tratando de tocar su cintura de igual manera. ______________ abrió ligeramente los labios y el pulso le corrió rápido.

- Hola mi amor. – un beso en el cuello, que bajó por su espalda y volvió hasta su nuca.

_________________ cerró los ojos. Podía reconocer esos labios. Relamió los suyos y lo dejó besarla. – me gusta el diseño… - bromeó él, al observar los gatitos que adornaban la ropa interior de __________________. Ella sonrió y abrazó su cabeza. Un beso más. Ahora en el hombro. Un fuerte espasmo recorrió el cuerpo de ______________________.

- ¿Me has estado espiando?

- ¿Yo? – Justin abrió los ojos y la miró totalmente sorprendido e indignado. – sí, desde hace un buen rato. – sonrió y asintió con la cabeza. – me gusta mirar mientras te cambias.

- ¡Tonto! – se volteó y le golpeó el pecho con las manos. Justin la apretó contra su cuerpo. Un beso en los labios ahora. Pequeño y suave. Un beso de bienvenida.

- No sabes cuánto me ponen esas braguitas de gatito… - le sonrió y alcanzó uno de sus labios para mordérselo. Ella gimió despacio.

- Si me hubieras dicho que venías, te habría esperado con otra cosa.

Aquella frase hizo que Justin se tensara muchísimo.

- ¿Con qué, por ejemplo? – por detrás, apretó sus manos contra las nalgas de _______________. Le besó los labios una vez más. Moviéndolos suavemente sobre los suyos. Despacio. Tan lento. El sonido de sus bocas se escuchaba en medio de la noche, solo haciendo que Justin se excitara más y más. Y no podían parar. Había pasado tan solo un día, y parecían extrañarse muchísimo más cada minuto. Fue entonces cuando Justin la cargó entre sus fuertes brazos y la llevó hasta el borde de la cama. Caminó de rodillas sobre ella con _________________ en los brazos. Las manos de ella apretaban su rostro sin dejar de besarlo. – como me gustas… - le susurró aún sin tumbarla sobre su cama. Abrió los ojos mientras ella lo besaba. La imagen era tan adictiva. Necesitaba verla besándolo siempre. Era la droga más dulce que sus labios jamás habían probado.

- Y tú a mí… gatito. – le acarició el cabello con los dedos. Justin sonrió en medio de ese beso. La dejó caer sobre la cama y se acostó sobre ella. Se despegaron. Ella mojó sus propios labios para sentir el sabor de los labios de Justin tan solo unos minutos más. Poco a poco ambos se tocaban de nuevo. Ella había pasado de tocar su cabello a subirle la sudadera y acariciar su espalda. Tensándolo.
De pronto… la imagen de Max intentando besarla en los labios se le vino a la cabeza. ____________________ se detuvo y esperó a que él lo notara.

- Justin… - le llamó ella, cerrando los ojos con fuerza. No sabía si lo que haría estaría bien. Conocía a Justin tanto que sabía que le molestaría. Pero no podía seguir con ese peso encima. No podía seguir disimulando que nada había pasado, ella no era así.

- ¿Sí? – le preguntó él. Notó en sus ojos una pequeña angustia. La conocía mucho a pesar del tiempo. - ¿ha pasado algo?

- No… - negó. – bueno sí…- admitió ahora. - pero no es importante.

- ¿Qué es?

- Ya te dije… nada importante… - jugó con el cabello de Justin. Este se tumbó a su costado, acomodándose para poder escucharla. ______________ tuvo que girarse para quedar frente a frente con él. Se puso cerca de él. Muchísimo. Y se hizo pequeña para acurrucarse en su pecho. Al subir la mirada, le besó suavemente el cuello. Justin cerró los ojos y los volvió a abrir. - ¿me prometes que no te enfadaras?

- Te lo juro.

- Estoy hablando en serio, Justin. No quiero más problemas. – ambos sostuvieron la mirada. Tan cerca. Y él necesitaba tocarla. No podía con semejante tentación, pero la escucharía primero. Así que estiró la mano hacia al frente y la abrió juntando los dedos.

- Te lo prometo.

- Vale… - ___________________ trató de buscar las palabras adecuadas. Rogaba con toda su alma que Justin cumpliera su palabra y que el carácter no le ganara. – últimamente he visto a Max…

- ¿Quién es Max?

- No te hagas.

- ¿El tipo que quería estar contigo?

- Sí, sí… él… - afirmó ella y puso los ojos en blanco.

- ¿El que golpee y dejé completamente molido?

- Sí, Justin, ese.

- ¿El que…

- Sí, ese. – le detuvo ella. Justin sonrió y se inclinó para besarla una vez más. – y no me parece divertido ¿sabes?

- Lo siento. – farfulló Justin, aguantándose la risa. __________________ lo miró mal.

- Pues… hoy nos besamos.

Justin enarcó una ceja, sin dejar de mirarla. _____________________ sintió que moría. Se lo había dicho de una manera tan tranquila y natural que ni siquiera ella misma se lo creía.

- No fue así exactamente… - trató de explicar ella.

- ¿Puede besar? Pensé que le había dejado la boca hecha pedazos.

- Es que… no fue como piensas… fue todo un mal entendido…

- ¿Y besa bien? – preguntó irónico. Apretó los pómulos. Sus músculos se habían endurecido de un momento a otro.

- Justin… no fue así ¿vale?

- Vale. Como tú quieras. Siempre tengo que ser yo el que aguanta estas cosas.

- ¿Pero qué… - ella frunció el ceño.

- Que no puedo quejarme por nada. Pero tú sí. ¿Cierto?

- No es así. – le susurró. Justin se le separó. Miró hacia el techo y flexionó sus brazos tras su nuca.
Se quedó ahí por varios minutos. Un silencio eterno se había abierto entre los dos. Dentro de él, ardía en los celos. Tenía mucho por decirle a ___________________. Pero sabía que si abría la boca, terminaría estropeando todo lo que había logrado recuperar. Por lo que se quedó callado.

- Fue solo un beso, mi amor…- ______________________ trató de pegarse a él de nuevo. El semblante frío de Justin la hizo sentirse más culpable todavía. – tenía que decírtelo… - acarició su abdomen con las manos y subió poco a poco hasta su torso.

- ¿Él no sabe que estás conmigo de nuevo?

- Sí… lo sabe…

- ¿Y entonces por qué demonios no respetó eso? ¿Acaso no le bastó con lo que hice la otra vez?

- Perdóname. – lo miró a los ojos. Una mirada tan irresistible. Seductora y estúpidamente sensual. Tan dulce. Tan bonita. Justin tragó saliva.

- Estoy seguro que fue él quién te besó.

- Ya pasó mi amor… - se posó sobre él, sentándose sobre su abdomen. Sus manos tocaron su pecho, subiendo y bajando de ahí. Justin le rodeó la cintura y subió la mirada encontrándose con ambos senos de ella. Su erección creció y su pensamiento se nubló por un momento.

- Vas a pagarme esto. – le dijo. Ambas manos subieron desde la cintura hasta el sujetador de ______________________, para luego tocarle la espalda. Ella sintió un escalofrío perfecto sobre su cuerpo.

- Haré lo que tú quieras.

- ¿En serio?

- Sí. – se inclinó y tumbó todo su cuerpo sobre el de Justin, cubriéndoselo. – soy tuya… y de nadie más. – un beso más. Y las ganas de Justin eran infinitas. Aún tenía mucho por decirle aquella noche, y es que recién estaba empezando. Pero haría que esta vez, fuera la más especial que hubiera tenido. Dejó caer el cuerpo de ___________________ sobre la cama, mientras él se ponía de pie. Ella lo miró como una niña pequeña, inocente y dulce, entre las sábanas. Lo vio salir de su habitación y volver con un disco en la mano. Uno que había cogido de la columna de la colección que tenía en la mesita de afuera. Abrió los ojos y enarcó una ceja.

- ¿Qué es eso?

- Quiero escuchar esto… - le mostró el disco. “+” de Ed Sheeran estaba entre sus dedos. – mientras hacemos el amor.

Tentation... (Primera temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora