Capitulo 21

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- ¿Por qué no abrías? – Ryan entró sin previo aviso al departamento de Justin. Sacó un cigarrillo y lo encendió en sus narices.

- ¿Qué haces aquí? – le preguntó Justin al verlo entrar tan frescamente. Cerró la puerta detrás. 

- Mírate… - sonrió Ryan. Lo miró de pies a cabeza, notando lo despeinado y agitado que estaba. - ¿has estado viendo porno?

- Púdrete. – refunfuñó Justin. Le dio la espalda e intentó tranquilizarse él mismo. Ryan había interrumpido ciertas cosas importantes. 

- Agradece que te he venido a ver para hacer las paces, guapo. – soltó humo de entre su garganta. - ¿sabes? Es ridículo estar cabreado contigo. 

- Tú empezaste todo.

- Sí, sí… ya, y fui un imbécil ¿vale? Te lo digo en serio Justin. – este se volteó para escucharlo. Cruzó los brazos y se pegó a una pared. – me jode que esto sea así por una simple chica…

- Ella no es una simple chica y… - se acercó a Ryan y le quitó el cigarrillo de la boca bruscamente. – no fumes en mi casa, ella está aquí y odia eso. – tiró el cigarrillo al suelo y le dio un fuerte pisotón. Cuando volvió la mirada a Ryan, este estaba boquiabierto. 

- ¿Está aquí? – sonrió y enarcó una ceja. – vale… ya entiendo porque estabas así de agitado…

- No tengo porque darte explicaciones.

- Co.ño, deja de estar cabreado conmigo. – le pidió Ryan. Justin desvió la mirada. – todo pasó ¿sí? no vas a enojarte de por vida conmigo por esa tontería, ¿Eh Justinsito? – se le acercó y golpeó uno de sus brazos con fuerza, Justin puso resistencia y le devolvió otro aún más fuerte. – imbécil. – se quejó Ryan, y le dio uno más triplicando su fuerza. Y Justin hizo lo mismo. Y Ryan una vez más…

La puerta de la habitación de Justin se abrió de un momento a otro. _____________________ vestida de nuevo, salió de ahí. 

- Sí, sí… voy de inmediato… - respondió con el móvil puesto en el oído. Colgó la llamada y guardó su celular dentro de uno de los bolsillos de sus shorts, en donde lo había tenido. – tengo que irme. – le dijo a Justin. Caminó hacia él y acercó sus labios hacia su oído. – surgió algo en el banco y tengo que ir para haya ahora mismo… - susurró entristecida. 

- ¿Quieres que vaya a dejarte? – se ofreció Justin. 

- No, no te preocupes. – le sonrió ella. Por varios segundos, Ryan había desaparecido.

- Soy…soy Ryan… - logró decir este. Su boca entreabierta decía muchas cosas con solo mirarlo. Estiró su mano hacia la de _______________, quién lo recibió estrechándosela. 

- Es mi mejor amigo. – le presentó Justin.

- ______________ Peterson. – se presentó ella, le dedicó una preciosa sonrisa. 

- Tengo que irme. – besó rápidamente los labios de Justin, que se quedaron juntos cuando esta tuvo que despegarse, y le dio un pequeño beso en la mejilla a Ryan. Abrió la puerta del departamento y salió fugazmente de ahí. 

Tras varios segundos en silencio, donde Ryan sacó de nuevo otro cigarrillo y logró encenderlo, este mismo decidió romper el hielo.

- Huele bien. – le dijo a Justin, refiriéndose a ________________.

- Dímelo a mí. – suspiró este. 

- ¿Y tiene amigas?

- Sí.

- ¿Amigas para mí?

- Qué se yo Ryan. – rio Justin. Cogió un cigarrillo de la cazadora de Ryan y lo encendió con el mismo cilindro que este. 

- Co.ño, está buenísima Justin. – le codeó.

- Qué bueno que lo reconozcas. 

- Te lo mereces. Tiene todo tan… - con sus manos dibujó en el aire la silueta de ____________________ y mordió sus labios imaginándoselo todo. 

- Ya… ya… - le codeó Justin con fuerza esta vez. 

- El único problema es que… no sabe sobre…
- _____________________ ya lo sabe todo, Ryan. Todo.

¿De verdad podría estar con un hombre como Justin? Una duda que tenía en la cabeza y que no saldría de ahí hasta que ella misma pudiera resolverla. Pero ya tenía la respuesta. Justin le encantaba. Tanto… muchísimo, que había dejado todos los problemas y defectos a un lado para fijarse en lo que sentía por él. Eso era más fuerte, juraba. ¿Pero y si en algún momento se arrepentía de estar con él? ¿Eso podría pasar? ¿Qué haría? ¿Podría alejarse de él como pensaba? ¿Y si después de saber su secreto… lo que tenían dejaba de funcionar? ¿Y si él se alejaba de ella? ¿Y si mentía de nuevo? ¿Y si volvía a desconfiar de él? ¿Cómo estaría segura de cada cosa que Justin le dijera?

- ¿Terminaste? – una voz al frente de ella la hizo volver a tocar tierra. _______________ se sobresaltó y abrió un poco más los ojos.

- Sí, sí… en un momento termino. – le dijo a María, la secretaria de su nuevo jefe.

- Me llevas los papales a la oficina ¿vale?

- Vale. – respondió __________________. María salió de su pequeña oficina y tiró la puerta al salir. Todavía no lograba llevarse bien con ________________. Cuando esta miró el monitor, notó que ni siquiera había avanzado la mitad de lo que le habían ordenado aquella tarde. Jo.der. Se estiró sobre la silla giratoria y dejó salir aire. Al subir la mirada, se encontró con los grandes ojos de Max, que había abierto de la puerta silenciosamente. – Ho…hola… - dijo ella con dificultad y ligeramente sorprendida.

- Hola bonita.

Aquella frase hizo que la piel de _______________ erizara.

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- Tentation no va a ser lo mismo sin ti. – dijo Chaz. Se sirvió un poco más de cerveza y se tomó todo al primer sorbo.

Justin sonrió y bajó la vista, de la misma manera, sirvió un poco de cerveza a su vaso y tomó de ella.
- Se va y sin decirle nada a nadie… - susurró Travis, que fumaba desde el otro extremo de la mesa.
- Y nadie tiene porque saberlo, ni siquiera notarán mi ausencia.

- No sabes lo que dices. – intervino Ryan.

- Oh…¿te entristece que Justin se vaya? – Chaz le apretó una mejilla, Ryan terminó por golpearle el brazo. Travis rio y soltó humo de su garganta hacia el techo.

- Me entristece que la cajera se vaya a quedar con él sin siquiera habernos conocido.
Justin frunció el ceño.

- ¿Crees que si te hubiera conocido te habría elegido a ti?

- Tal vez. – los cuatros rieron. Pequeñas risas que quedarían grabadas en la memoria de Justin después de aquel día.

- ¿Le vas a pedir que se vaya contigo? – preguntó Travis.

- Es lo que quiero. – le respondió Justin. Sus palabras eran ciertas. Lo que más quería en ese momento era escuchar un “sí” de los pequeños labios de _______________. Un “sí” que haría que se la llevara lejos. Solos. Los dos. Sin importar el mundo.

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- ¿Cómo te han dejado pasar? - ____________________ se puso de pie.

- Les dije que venía a dejarte algo, ¿Por qué?

- Ya sabes… soy nueva. – subió los hombros y sonrió ligero. Aquello fue lo más bonita que Max hubiera visto jamás. Es que ese día, solo tenía un propósito. – no permiten visitas a los nuevos.
- Todos te extrañamos en el otro banco…¿sabes? Tu lugar es ahí…

Ella mordió sus labios enternecida por sus palabras. No iba a mentirle, extrañaba su anterior trabajo y el ambiente que conllevaba ese.

- Todo te extrañan… en especial yo.

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- ¿Y qué pasará? – preguntó Ryan. Justin pensó de inmediato en una respuesta. Sus ojos se pasaron entre la gente del bar. Gente que conocía. En la barra, Chaz y Travis pedían dos tragos. Extrañaría a ese par de gilipollas. Se le hizo difícil respirar en ese momento. Y a su costado, Ryan, el tipo con el que las anécdotas, se habían hecho las mejores aventuras de su vida. Su mejor amigo. – quiero decir… - soltó aire y dejó salir la tensión. - ¿ni siquiera llamarás una vez por semana?
Justin rio fuertemente y empujó su brazos con el suyo.

- No voy a olvidarme de ustedes. – dijo y tomó de su cerveza. – pero no voy a llamarte una vez por semana.

- Era un decir, tampoco es que quiera.

- Sí, claro…

- En enserio.
- Ya.

- Y si quieres… ________________ y tú me pueden visitar. – lo miró y sonrió al terminar de pronunciar el nombre de ella. – pero si quieres, ella sola y se queda a dormir…

- Co.ño, consíguete a tu chica.

- Es que la tuya está buena.

- Pero es mía.

- Vale Romeo… - le respondió. Justin lo miró mal. - ¿quién iba a decir que te vería así por una mujer?

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- Yo también los extraño. – dijo tratando de desviar el tema. Los ojos de Max no mentían. Y ella había empezado a percatarse de lo que estaba buscando.

- ¿Y a mí? – se le acercó poco a poco, rodeando el escritorio y llegando hasta ella.

_________________ trató de retroceder, pero la pared trasera se lo impedía, por lo que al volver la vista… se encontró con Max. Muy junto. Pegado a ella. No había centímetros que lograran separarlos. Y tampoco para el beso que él había empezado a darle.

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- Hazla feliz, tío. – las palabras de Ryan hicieron que la atención de Justin se centrara en él. – si hubiera sido cualquier otra mujer, tal vez no te habría aceptado al contarle la verdad. – Justin asintió. Parte de aquello era verdad. _________________ era especial. Especial desde el primer momento. Desde que la había mirado y había tocado sus manos. - Y si tiene hermanas, que me presente alguna.

- Después de haberte visto no creo que quiera.

- Cállate.

Justin volvió a reír. A su alrededor, el ambiente seguía igual. El mismo bar de siempre con las mismas personas. Y él también. Sentado junto a Ryan. Pero algo había cambiado, tal vez no superficialmente, pero sí en su interior. Sus pensamientos. Su propio carácter. Su corazón. Su forma de ver las cosas. Tal vez ahora ya no sentía que la vida lo llenaba de problemas, sino que lo había llenado de uno solo… uno con nombre y apellidos. Un problema que le llenaba el corazón. Que lo ponía mucho. Que lo excitaba de ciertas maneras. Que lo hacía sonreír de un momento a otro. Que lo había hecho dejar de fumar en su presencia. Que lo había hecho cantar por ella. Un problema llamado ____________ Peterson. El mejor problema de su vida.

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- No… - __________________ se separó. Los labios de Max quedaron estirados y aún listos para ella. Sin embargo, esta se volteó y le dio la espalda totalmente avergonzada.

- Yo… sé que acabas de terminar con él… y que probablemente no quieras nada con nadie… pero te juro que yo no voy a fallarte de la misma manera. – con sus dedos recorrió los brazos de __________________. Su tersa piel. – soy muy diferente a ese tipo.

- Lo siento. - ___________________ se giró. – Justin… él y yo… nos hemos visto de nuevo… - trató de decirle. Poco a poco, la expresión de Max cambiaba de color. – creo que… - cerró los ojos y respiró hondo. – no lo sé… vamos a intentarlo de nuevo…

Tentation... (Primera temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora