Capítulo 3: Empieza la búsqueda

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Japón, Japón, Japón. Cientos de países en el mundo y tenía que ser precisamente Japón. Una de las mayores fuentes de creación. Hermoso, sin ninguna duda. ¿Que si ella sabía hablar japonés? Pero por supuesto que sí, lo sabía perfectamente. Ocho años ahí debieron servir para algo ¿no?

Caminó hacia una cabaña de madera pulida con persianas violetas, y en la puerta un par de antorchas cruzadas como el símbolo de Hécate, era una de las cabañas más elegantes aunque también una de las más peligrosas, luego de la de Ares y Hefesto. Ya habían ocurrido demasiadas explosiones por el mal uso de su poder y varios campistas heridos. La magia puede ser letal.

Dio un largo suspiro y entró para encontrarse con sus hermanos, apenas los conocía pero ya sentía la confianza suficiente para hablarles de su pasado, ellos eran los únicos que lo sabían. Que sabían la verdadera razón por la que llegó al campamento mestizo.

-¿Lucía? Creí que ya ibas a la misión ¿Qué pasó?- alzó la mirada y se enfrentó directamente al rostro de una chica, vestía una falda negra por debajo de las rodillas y tenía un top blanco que se confundía con el color teñido de su cabello y sus penetrantes ojos ámbar.

-Siena... yo... hablemos en privado- la chica asintió, desde que Lucía llegó ella se convirtió en su consejera. Salieron de la cabaña escabulléndose de la mirada escurridiza de sus compañeros, eran curiosos aunque no se metían en la vida de los demás.

Ambas se recostaron en el árbol más cercano, Siena tomó el hombro de la otra y observó con tristeza como las lágrimas marcaban su delicado rostro, corriendo el poco maquillaje que llevaba.

-Vas a Asia ¿Verdad?- Lucía asintió –No pasará nada, te aseguro que no te encontrará...-

-¿Y qué pasa si lo hace? Mientras exista una posibilidad no estaré tranquila- dijo golpeándose la cabeza contra el árbol.

-Mira el lado bueno: Vas a estar con Alan-

-No me hace gracia. Además, desde el momento que lo vi supe que era uno de esos asquerosos egocéntricos-

-Como quieras- Siena movió las manos al aire como espantando las palabras- Pero volviendo al tema, no te lo voy a repetir dos veces. No puedes matar a tu padre.-


****

-Supongo que tenemos que empacar- dijo Alan después de la repentina prisa de la chica.

-Yo ya lo hice, ahora fuera de mi habitación. Nos encontraremos en quince minutos al frente de la barrera, donde nos esperará Argos en el camión de fresas para llevarnos fuera de la ciudad, de ahí en adelante nos transportaré en viajes sombra.- dijo Nico.

-Eh, amigo. No puedes hacer todo el trabajo, nos dividiremos los viajes entre los tres, yo puedo volar como Jason, y Lucía seguro sabe hacer alguna de sus brujerías.- dicho eso, el hijo de Zeus salió dejando la puerta entreabierta. Él era el único otro hijo de los tres grandes que habían descubierto. Ya saben, otro de los "accidentes" de Zeus, ese tipo se multiplica como cucarachas.

Nico bajó la mirada, reparó en que por fin se alejaría del molesto Perseus, pero volvió a sentir ese vacío en su mente, como la vez que se fue del campamento por un "enamoramiento por Annabeth" aunque ni él mismo se lo creía. Pensaba que quizás si se marginaba, sus sentimientos volverían a su lugar, pero no fue así. Seguía cada vez más obsesionado con el bendito hijo de Poseidón.

Tomó su bolso y metió en él la ropa que tenía en la cama y algunos dólares, dracmas y los pocos yenes que le había dado Quirón. Se dirigió hasta la puerta con las manos en los bolsillos y el equipaje apoyado en su brazo.

Salió de la cabaña y se fundió entre las sombras para luego aparecer al frente de un coche Lotus negro... y recostarse en el camión blanco con una fresa gigante pintada en la puerta.

Le hizo una seña a Argos para que esperara y jugueteó con su anillo de calavera, intentando asimilar si lo que iba a hacer estaba bien.


***

-Jason ¿Tienes yenes?-

-¿Que si tengo qué?- dijo el rubio confundido ante la mirada inquisidora de su hermano, se veía más emocionado de lo habitual y eso ya era bastante.

-La moneda de Japón- aclaró sentándose en su litera y metiendo camisas a una gran bolsa de basura.

-¿Vas a Japón? ¡Yo siempre quise ir ahí!...- empezó.

-¡Lo sé!-

-... Pero no tengo dinero- eso pareció desilusionar a Alan porque dejó de hacer lo que estaba haciendo y fijó su vista en la de Jason.

-Yo no tengo ni un mísero centavo ¿No te acuerdas de como era antes de llegar aquí?- cada palabra que decía estaba medida para manipular, y lo logró.

-S...sí, ten- Jason se volvió a su litera y sacó un par de monedas –No es mucho, pero espero que te sirvan- se las tendió a Alan.

-Gracias, Jason. ¡Eres el mejor!- abrazó al chico, tomó la bolsa llena de camisetas anaranjadas y salió corriendo de la cabaña.

A lo lejos divisó una silueta negra que contrastaba con el llamativo color del camión, fue trotando al lugar y, como había dicho Nico, ahí estaba Argos, el de los ojos en todo el cuerpo. Se acercó al semidiós a su lado y también se recostó en el camión.

Vio a la chica correr hacia ellos, la seguía otra, probablemente una de sus hermanas, ellas llegaron poco después, al fin y al cabo no quedaba tan lejos.

-LUCÍA- gritó Alan haciendo eco con sus manos, aunque ya estaban bastante cerca. Ella, como toda respuesta, dijo:

-Cállate Alan, me vas a romper los tímpanos- se cubrió los oídos con las manos y caminó a las puertas corredizas del camión para luego subirse, Siena observó dudosa al chico de ojos azules y también subió.

-Le gustas y lo sabes bien- le susurró ya dentro.

-No estoy en edad para enamorarme- dijo Lucía colocando la cabeza entre las manos.

-TIENES DIECISIETE AÑOS-

-Shh, nos van a escuchar. Y no importa, mi hermana a esa edad comía tierra.- luego empujó "suavemente" a la otra fuera del camión y cerró las puertas.

Siena se quedó estática en su lugar, desde que Lucía había llegado jamás se comportó así, por lo menos no con ella. Sintió un peso en su hombro e instintivamente se volteó para atacar, pero no se trataba más que de ese chico.

-Eh, cuidadito con tus movimientos, cariño. Yo solo quería decirte algo –dijo Alan.

-¿Qué cosa?-

-Que te vayas, porque empieza la búsqueda-



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Si, se que este capítulo parece de relleno, pero no, es necesario, lo juro :3

Pregunta: ¿Qué creen que encontrará Lucía en Japón? ¿Por qué Alan manipuló tan fácilmente a Jason? ¿Piensan que Nico quiere estar lejos o cerca de Percy?

A quien responda correctamente a alguna de las preguntas le dedico el siguiente capítulo °v°



El retorno del semidiós [Percico-Pernico] #OppWards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora