- RÁPIDO.
-VOY LO MÁS RÁPIDO QUE PUEDO.
-NO ME GRITES.
-NO ESTOY GRITANDO.
-Ambos están gritando así que cállense –dijo Nico tranquilo mientras se abría un espacio entre los dos chicos –Primero, ella no quería que la rescatáramos. Segundo, no veo la prisa que tienen, por si no lo saben... no tenemos ni idea de donde se encuentra.
-P... pero –tartamudeó Percy.
-Calla.
-Yo nunca la abandonaré –Alan dio un paso y se puso una mano en el pecho, mirando al frente.
-¿Qué, en el nombre de Hades, haces? –preguntó Nico y Percy se golpeó la frente con la palma de su mano.
-Estoy mirando hacia el horizonte.
-Es hacia la izquierda, tarado.
Siguió caminando sin importarle las quejas de los chicos que tenía detrás. Todo se volvió silencio a su alrededor, eso le dio tiempo de recordar el beso; Percy probablemente ya había besado un millón de veces a Annabeth, pero él no, nunca nadie le había tocado de esa forma tan peculiar; inconscientemente, se llevó los dedos hacia sus labios, volviendo a vivir la calidez de aquél entonces.
-Eh, Nico –escuchó para luego sentir un golpe en su nuca. Se volteó lentamente, sin ninguna prisa, para casi asesinar con la mirada a un nervioso hijo de Zeus.
-¿Qué quieres? –dijo meditando sus palabras, dando a saber que no tenía ganas de hablar. Alan dio un paso atrás asustado.
-¿En Japón se practica el cristianismo? –preguntó Percy alzando la mano para señalar a una iglesia que unos minutos atrás había sonado sus campanas.
-A veces –respondió secamente y se dirigió decidido hacia la iglesia. Puede que sea una oportunidad para encontrarla. Escasa, pero una oportunidad al fin y al cabo.
Percy y Alan lo siguieron sin mediar palabras, tal vez porque no querían que los callara de nuevo, o tal vez porque no había nada que decir.
La silueta de la iglesia resaltaba a contraluz, mostrando las piedras preciosas que adornaban la cúpula curveada, mientras que en su cima sostenía una cruz. Estaba pintada de blanco y beige, las ventanas tenían vitrales de colores representando las primeras estaciones del viacrucis y poseían un marco de madera acorde.
Lo atípico de la situación era que en las puertas principales se reflejaban luces rojas y azules.
Los tres chicos se quedaron estáticos, frente a esa agraciada iglesia había mínimo cinco coches de policía y un gran camión de bomberos, con el color rojo intenso desentonando.
-¿Pero qué está pasando aquí? –preguntó Alan acercándose a un oficial con lentes oscuros y labios fruncidos. Éste se volteó y observó al joven con soberbia; si tan sólo supiera que aquel "niñato" era hijo de Zeus, no andaría presumiéndose por ahí como si nada.
-¿Quién eres tú para saberlo?
-¿Te gusta responder con otras preguntas?
-¿Debería?
Ambos sonrieron. Nico tenía dos dedos apretándole las sienes, suspiró pesadamente.
-Percy... –gruñó –Encárgate tú –Percy colocó una mano en el hombro del menor y ladeó la comisura derecha de sus labios, dedicándole una mirada adorable.
-Por supuesto –miró su reloj plateado –Vuelvo en diez.
-CORRE, PERRA. ¡CORRE! –le gritó Alan.
Dicho eso se alejó corriendo detrás de la iglesia evitando cualquier contacto con los policías.
En esa parte precisamente abundaba el olor a quemado, el humo amenazaba con calar sus huesos y podía sentir el calor avivándole la piel. Percy no era fanático del fuego, para nada, pero por eso era que lo podía controlar.
Cerró los ojos y activó sus sentidos de semidiós, alzó su brazo derecho y apuntó a las primeras llamas que vio. De inmediato una gran cantidad de agua salió de un grifo en la pared por detrás de él y arremetió contra el fuego, apagándolo por completo.
Siguió haciendo lo mismo mientras avanzaba por dentro de la iglesia. No tardó mucho en llegar a las butacas perfectamente alineadas, se detuvo y pasó una mano por la madera pulida, pensó que tal vez si no hubiese sido hijo de algún Dios griego, sería católico ¿Cómo es la vida de un católico? Al creer en algo que no puedes ver, desearía poder experimentarlo.
Dejó esos pensamientos a un lado cuando escuchó un ruido cerca del altar. Fue corriendo hacia el lugar sin dejar que el déficit de atención le distrajera de su verdadero objetivo; encontrar a Lucía.
Dio un paso atrás cuando oyó un chirrido, pero rápidamente se recompuso y llegó sin titubeos al altar, éste tenía un manto blanco bordado con un cáliz dorado en el centro y la frase "Kyrie, ignis divine eleison" Algo que habría entendido si su padre hubiese sido Neptuno y no Poseidón.
Ignoró el hecho de que en su estadía en el campamento Júpiter no aprendió latín y siguió adelante, rodeó el altar con cautela por si se encontraba a algún monstruo causante del incendio... pero no fue así.
Sonrió aliviado.
-Te encontré.
c/
Gomenasai *se inclina* Estoy consciente de que pasé más de un mes si actualizar, en serio pido sus disculpas.
Por otro lado. Alan x Policía ¿eh? *codazo codazo* okno
Pregunta: ¿Quién quiere Percico el próximo cap? :D vamos, esa es fácil de responder. Ahora, ¿En qué se ha cumplido la profecía según ustedes? (cualquier respuesta es válida)
ewe sería mala profesora.
We, espero que hayan disfrutado el capítulo. Hasta la próxima actualización =>.<=
Cap dedicado a:
Brooke14580 y jessicatorres130902
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El retorno del semidiós [Percico-Pernico] #OppWards2016
FanfictionUn año después de la última Gran Profecía todo fue normal, los semidioses volviendo a pelear con monstruos, los sátiros trayendo nuevos campistas y los Dioses encargándose de sus deberes, excepto una. Hybris. ¿La conocen? Eso pensé. Hybris está o...