Capítulo 6: ¿Quién ha decidido esto?

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Miró sin creérselo sus manos ensangrentadas. Unas gotas cálidas decoraban sus párpados y pestañas como si fuera maquillaje.

Entonces lo comprendió. Si era maquillaje, pero de una asesina.

Se dejó caer en el asfalto sintiendo que algo le quitaba el aliento, paró de respirar unos segundos para intentar calmarse, aunque nada daba resultado. Su blusa entera y parte de sus pantalones estaban manchados y su cabello había adquirido un color frambuesa.

Volvió la vista al cuerpo inerte del hombre y lo único que percibía era sangre. Una visión casi apocalíptica se le cruzó por los ojos quitándole la capacidad para razonar. Sus manos cayeron sobre su propio abdomen intentado contener la guerra de órganos que había dentro. Esto no era lo que ella quería. Siena tenía razón en parte. Podía matar a su padre, pero no sin cargar con la culpa el resto de su vida.

-¿Quién ha decidido esto?- murmuró inaudiblemente, sin percatarse de la mirada altanera que le dedicaba cierta diosa.


***

¿Cuándo dejará de ser tan imbécil? ¿La respuesta? Jamás.

El gran Perseus Jackson. Hijo del Dios griego del mar Poseidón, y de la joven mortal Sally. Héroe que salvó al Olimpo dos veces. Encontró el rayo maestro de Zeus, el vellocino de oro, luchó y salió victorioso contra Cronos, Atlas, Gea y quien sabe cuan infinidad de monstruos. Peleó en la segunda guerra de titanes. Y aun así puede ser un simple adolescente de diecisiete años, había cometido el peor error de su vida.

Se halaba sus cabellos negros intentando reprimir los pensamientos sobre semejante idiotez. Ahora sí, era un hecho, Annabeth lo iba a matar.

-Perseus- dijo uno de los botones, él levantó la mirada para detallarlo: De aproximadamente 20 años, cabello lacio y oscuro por los hombros, ojos marrones achinados, pocas pestañas, una sonrisa de exceso de emoción y vestido con un uniforme verde, con una tarjetita en el pecho que decía "Kyu". De lo más común.

-¿Sí?- el chico hizo una seña con la cabeza hacia el ascensor y le dio una tarjeta, la llave de la habitación -¿Qué hago con esto?- Kyu solo siguió sonriendo. Percy movió la mano delante de sus ojos, dándose cuenta de la situación –Dioses... - murmuró antes de que a "Kyu" le salieran alas de su espalda, su cabeza y tórax se transformaran en el cuerpo de un león y que de su espalda baja brotara una serpiente de lengua bípeda. Una quimera.

Percy sacó el bolígrafo transformándolo rápidamente en espada e hizo un corte profundo en el ala derecha. No provocó daño alguno, simplemente lo enfureció. La serpiente se lanzó sobre él escupiendo veneno encima de su piel, que inmediatamente empezó a escocer. Cayó al suelo sujetándose el brazo, con la quimera cerniéndose sobre él.

-Como odio a los monstruos- dijo jadeando y observó a su alrededor, los turistas americanos reían señalándolos y los japoneses los veían extrañados, un par de indígenas curiosos se acercaron a ellos y salieron corriendo gritando "MADRE TIERRA, AYÚDANOS" se preguntó por un momento que estarían viendo, si la niebla jugaba con la mente de cada quien guiándose por las razas.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un agudo dolor en su cintura, miró hacia abajo dándose cuenta de la herida, producida por una garra, eso estaba claro, lo que no sabía era si tenía veneno o no... esperemos que no.

Percy empuñó su espada con fuerza y la alzó verticalmente hacia arriba, justo cuando la quimera se abalanzaba en picada intentando atacarlo. Soltó a Anaklusmos rodando por el suelo a la derecha para que el icor no lo quemara más.

La quimera volvió a la forma humana de Kyu y se convirtió en polvo a sus pies, dejando a la vista la brillante espada. Se escucharon vítores, gritos, abucheos y aplausos.

-Bien, chicos. Terminó el espectáculo, vuelvan a sus lugares- pudo oír un "ahhhh" conjunto al tiempo que se iban retirando lentamente a sus habitaciones. Suspiró y tomó la tarjeta dirigiéndose al elevador, vio la puerta cerrarse... Y después no pudo ver nada más.


***

-¿Por qué está aquí?-

-Porque sí -

-Dime-

-No-

-¿Qué relación tiene contigo?-

-Ninguna-

-¿Y qué...?- Nico interrumpió a Alan agarrándolo de la camiseta, él chico lo observó sorprendido y asustado al mismo tiempo. El aura de Nico estaba marchitando el pasto a su alrededor y convirtiendo el ambiente más frío, el hijo de Hades afinó los ojos y lo miró con rabia. Para después soltarlo.

-Solo no toques el tema ¿Sí?- parecía dolido. Y era algo que Alan, como legado de Afrodita, no podía dejar pasar.

-¿Te gusta?- dijo y luego cerró los ojos con fuerza, esperaba una golpiza de Nico, aunque lo único que recibió fue un suspiro – ¿Qué pasa? ¿Acaso no te molesta?-

-Te he dicho que no tocaras el tema. Pero claro, haz dado justo en el clavo-

-Entonces... ¿Eres gay?- Nico bajó la mirada.

-Nací hace mucho tiempo, en Venecia. En esa década había bastante discriminación así que era difícil para mí simplemente aceptarlo. Aunque sí, supongo que lo soy- se sonrojó, a Alan se le nubló la vista, era un espectáculo demasiado adorable.

De pronto se sintió molesto con Percy, ¿Cómo alguien podía hacer sentir triste a tan tierna persona?

-Ya, Nicolás. De seguro encontrarás el amor en otra parte si no es con él- <Pero lo será> pensó.

-No me llamo Nicolás-

-No importa, por ahora tenemos que encontrar un lugar donde pasar la noche- tomó a Nico de la muñeca y lo llevó corriendo entre la gente por las calles de Osaka. Se detuvieron a preguntarle a una mujer donde quedaba el hotel más cercano, aunque no les supo decir mucho.

Treinta minutos.

Cuarenta.

Cincuenta.

Una hora caminando y sin encontrar alojamiento. Nico arrugó la nariz.

-Todo es tu culpa- dijo.

-¿Eh?-

-No seguiste las instrucciones de la señora- reclamó.

-¡¿Qué?! Si sonaba algo como: Hai, shikai no sé qué lalala mademuelle no tsukiam-

-No es ni remotamente parecido a lo que dijo- Alan bufó y se cruzó de brazos.

-Si Lucía estuviera aquí no habría problema con el idioma...- paró de hablar, se observaron.

-¿Y Lucía?- dijeron simultáneamente.

-¿No estaba comprando comida?- preguntó Alan.

-Eso fue hace mucho...- no le dio tiempo de terminar, Alan lo volvió a agarrar del brazo. ¿Qué manía tenía este tipo con eso? -¿Qué en el nombre de Hades...?

-Un hotel- interrumpió señalando una gran edificación, era muy hermosa, estaba cubierta de pequeños trozos de vidrio y cerámica como decorativos, no muy eficiente en caso de terremotos, pero hermosa al fin y al cabo –Vamos-

Llegaron trotando hasta la puerta del hotel, las personas se estaban disipando a partir del mismo centro, tal vez hubo una pelea entre empleados o cosas por el estilo.

Nico le restó importancia, hasta que su vista se fijó en el ascensor que ya se estaba cerrando, y el chico dentro de él que caía inconsciente al suelo.



N/A: Nah, pos nadie respondió a las otras preguntas. Como sea, ¿A quien mas le caía bien Kyu? Y... emm No se acordaron de Lucía, que malos amigos son.

Pero al punto: Hace poco la historia tenía 269 vistas, y yo estaba como "¿269? 269 69 ¡69! ¿Coincidencia? No lo creo 7u7r

PREGUNTA: ¿Ya saben por qué Alan puede manipular? ¿Qué le pasa a Percy? ¿ Por qué dice que Annabeth lo va a matar? ya saben el proceso de dedicaciones, vai °3°

El retorno del semidiós [Percico-Pernico] #OppWards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora