El día de hoy había sido un fiasco.
Nos cambiaron el horario...justo en martes, justo en la clase en la que vería Alonso.
Me parecía una pesada broma o una mala forma de la vida de decirme olvídate de él.
No me concentré en Historia, tampoco me concentré en Inglés, mucho menos en Física.
Cuando mis padres me pregunten porqué ando mal en la escuela ¿qué les diré? ¿Hay un chico que me trae como idiota todos los días de todas las semanas de todos los meses?
Suspiré.
─¿Ya te vas? –me preguntó Estela, una chica que hasta ahora me empezó a caer bien porque empezó a detestar a Nora.
─No –me encogí de hombros –aun no sale mi hermana.
─Ah...
Me quedé esperando a que saliera del segundo edificio y sin siquiera pedírselo, Estela se quedó conmigo.
El salón 11 y el 12 se abrieron al mismo tiempo, de uno salía Miranda y del otro salía Alonso.
Miranda y él bajaron al mismo tiempo y cuando llegaron al pie de la escalera Mirando lo abrazó y le dio un beso en la mejilla.
Mi corazón se aceleró.
Nunca había pensado en la posibilidad de que a Miranda le gustara Alonso. Ni siquiera la más mínima me cruzó por la mente, y ahora siento como si me hubieran dado un golpe en la boca del estómago.
─Viene para acá
Miré a Estela sin entender. Giré la cabeza y vi que era Alonso.
Hice lo que cualquier chica haría.
Me di media vuelta e iba a irme pero Estela me detuvo.
─Sabes, pienso que te mirarías mejor con él que Nora.
Me sentí feliz por unos segundos.
Iba a decir algo pero Nora, quien no había visto que había aparecido gritó a mi lado.
─¡Alón! ¿No me vas a saludar? –e hizo su típico puchero de niña berrinchuda que no sé quién le dijo que se miraba tierno. Parecía un Gremlin cuando hacía eso.
Alonso volteó a verla y rodó los ojos, abrió la boca para decir algo y volteó a ver la pequeña fila que había para saludarlo, nuestros ojos se encontraron y sus mejillas se tiñeron de un rojo casi imperceptible por la luz del sol que hacía que el rojo en su rostro fuera bastante normal.
─Hola niña callada –respingué al oír la voz de Karen.
Me giré para verla y sonreírle.
Iba a caminar pero Karen me detuvo.
─Estás loca si crees que dejaré que desaproveches esta oportunidad –me guiñó un ojo y me agarró del brazo con su mano imposibilitándome la huida recién planeada.
Alonso se acercó a Nora y le dio un beso rápido en la mejilla y se quitó antes de que pudiera tocarlo, siguió con Paola, luego Ximena, siguió Estela con la misma rapidez de Nora y seguía yo.
Se detuvo frente a mí y me sonrió.
Si pudiera morir de felicidad, éste sería el momento perfecto.
─Hola –me saludó. Sentí de pronto que hola era la palabra más bonita que pudiera existir.
─Hola –le respondí muy bajito, y él sonrió de nuevo.
Lo hice sonreír. ¡Lo hice sonreír!
Segundos más y creo que él me vería llorar de felicidad.
Entonces se acercó a mí. Reaccioné e hice lo mismo. En cuanto sentí sus labios en mi mejilla y yo toqué la suya con los míos fue como si el tiempo se hubiera detenido, incluyendo los latidos de mi corazón. Fue como si Nora y su séquito, Estela y Karen, los amigos de Alonso, todos hubieran desaparecido y solo estábamos él y yo en ese momento que me pareció eterno. No quería moverme, se sentía bastante bien. Me sentía feliz.
─Eh...Alon... -un amigo suyo le llamó.
Alonso dio un respingo haciendo que el momento se perdiera. Nos apartamos lentamente y nos miramos a los ojos. Me sonrió. Me regaló una sonrisa tímida y se despidió de mí con la mano.
Con Karen fue igual de rápida.
O fue rápida a comparación de conmigo.
No lo sé, solo sabía que quería llegar a casa y experimentar lo que era llorar de felicidad.
¿Saben que es lo mejor?
La cara furiosa de Nora la gremlin al ver aquello.
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Hey, love [Alonso Villalpando]
FanfictionConocer a Alonso Villalpando pudo ser la peor cosa que me pudo haber pasado.