Miradas

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Mi amistad con Alan había avanzado a tal punto en que ya me había confesado quién le gustaba y yo estaba muy feliz por él. La chica en la que se había fijado era muy bonita y linda.

─Sólo ve y hablale –le decía

─Ay sí, a ver, ve y habla con Alonso –frunció el ceño –Ya debes de saber que eso no es nada fácil –suspiró –Además ¿cómo voy a llegar con ella? Las niñas siempre están con sus amigas en bolitas y siempre están mirando cuando hablas con una sola de ellas... ¡Mira! –me tomó de los hombros y me giró para que pudiera ver a Estela, Nora, Ximena, Paola y Karen viendo en nuestra dirección.

Rodé los ojos.

─Ellas sólo son chismosas

─Como todas las niñas. –alcé una ceja –Sí, lo siento. –asentí- sólo no puedo

Fruncí el ceño.

Estaba escondido detrás de una pared. Me asomé tantito para poder ver a la niña que traía loco a Alan y él al instante me regresó jalándome de la camisa.

─No seas paranoico –reí –Ya has intentado...

Justo en ese momento sentí que el aire me faltaba.

Desde un segundo piso vi que Alonso estaba recargado en el barandal viendo hacia abajo. Hacia nosotros. Con el ceño fruncido. Aun lado de él había una chica que siempre estaba revoloteando a su alrededor como mosquito con la luz, no sé su nombre, pero ella me estaba mirando peor que un prisionero a su carcelero.

─Ah...eh...-me volteé con Alan otra vez. Él tenía una sonrisa de oreja a oreja. –Ya has...pensado en...eh escribirle una carta –solté aire –eso es muy bonito

─Deberías saludarlo

─No estamos hablando de él.

Pero Alan me ignoró y saludó a Alonso desde lejos, moviendo su mano de un lado a otro. Alonso se sobre saltó y se movió de lugar, dándonos la espalda y mirando a su amiga.

─Aw, se puso celoso

─No está celoso, Alan. Deberías escribirle una carta.

Pero en eso salió Freddy. Nos vio juntos y nos saludó. Alonso se volteó y seguía con el ceño fruncido, su amiga seguía con la mirada de muerte. Freddy se acercó a Alonso y le susurró algo, Alonso volteó a verlo molesto y se metió a su salón echando humo. Freddy desde arriba me sonrió y agitó su mano.  


Hey, love [Alonso Villalpando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora