Beso

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Hoy pasó algo muy extraño.

Alonso me sonrió.

Llegué temprano por la salida programada y me topé con Alonso al formar filas fuera de las instalaciones. Había girado mi cabeza para buscar a Karen pero me encontré con los ojos de Alonso y después vi que sonreía. Cómo soy bastante inteligente sólo se me ocurrió fruncir el ceño y los labios y me giré.

Al momento de subir a los camiones Karen me había dicho que subiríamos al mismo que Alonso y que accidentalmente terminaríamos a un asiento de él.

Nuestras ilusiones se rompieron cuando nos dijeron que nos acomodarían por grupo y por año.

A veces olvidaba que Alonso era un año menor que yo.

Durante el viaje de ida escuché música y el parloteo de Nora y sus amigas.

Al llegar al museo al que debíamos ir mi maestra encargada nos dio la maravillosa tarea de ir a una conferencia y hacer un resumen de ello. Memoricé la hora y después nos dejó salir.

Podíamos ir a donde quisiéramos mientras respetáramos las instalaciones. Éste era un museo interactivo, así que había mucho que ver.

Después de comer Nora quiso ir la segundo piso, que en realidad era como un tercero por la altura pero bueno.

Yo me quedé en las escaleras, además de todos mis defectos teníamos que sumarle el vértigo. Ay, es maravilloso.

Nora llegó conmigo después de un rato, miró hacia abajo y sonrió ampliamente.

─Hey, ayúdame a gritarle

─¿Qué?

─¡ALONSOOOOOO!- fruncí el ceño – Anda, no va a pasar nada. ¡Alonsooooooo!

Me reí. Alonso obviamente la estaba escuchando, pero no volteaba porque sabía que era ella.

─¡Alonsoooooooo! ¿En serio no escucha? Vamos Emma, ayúdame.

Suspiré.

─¡Alonsoooo! –grité, no tan fuerte cómo ella pero suficiente para que varios Alonsos voltearan.

Incluyendo el nuestro.

Sentí mis mejillas ponerse coloradas cuando nuestros ojos se encontraron y volvió a sonreírme. Nora estaba que saltaba de la felicidad cuando volteó a verla.

Para romper el contacto tomé mi teléfono y miré la hora.

─Nora...ya tendríamos que estar en la conferencia.

─¿Y? Luego nos la pasan.

Pero como ella se llevaba bien con el grupo se la pasarían, a mí me ignorarían.

Tomé mi mochila y bajé lo más rápido que pude deseando ninguna interrupción.

Pero por que soy yo me encontré a Freddy abajo, muy sonriente y alegre.

─Hola Emma

─Hola y adiós –pasé de largo.

Freddy me siguió para mi mala suerte y estaba jaloneándome insistiendo que no fuera que su primo me lo pasaría después. Si solo supiera.

Al pasar a la siguiente sala Freddy se colgó de mi espalda imposibilitándome la tarea de caminar y respirar al mismo tiempo.

─Freddy, estás muy pesado, bájate.

─Ay, no seas así Emma. Si no me quieres hacer caso...

Entonces pasó Alonso con su grupo de amigos. Al verme me sonrió, pero su sonrisa se borró cuando vio a Freddy colgado de mí.

Por primera vez iba a hablarle, iba a pedirle que me lo quitara de encima.

Alonso frunció el ceño y se paró unos segundos viéndonos de frente. Abrí la boca para hablar pero Freddy me besó muy cerca de la boca. Eso no lo vieron ellos, su cabezota tapó todo aparentando que nos dimos un beso beso.

Me quedé helada.

Aproveché la situación y me lo quité de encima y tenía una sonrisa triunfante...una que quería borrarle con una cachetada.

Me giré para ver quién había visto. Los amigos de Alonso estaban con la boca abierta, desconcertados y unos molestos. Alonso...ohporDios, Alonso era el peor. Alonso estaba rojo, pero en verdad rojo, no lo había visto así jamás, y parecía que sus brazos temblaban.

Sentí la necesidad de explicarle pero cuando di un paso adelante él había comenzado a caminar.

─¡Miranda! –gritó, demasiado alto. Su volumen era innecesario ya que mi hermana estaba a dos pasos de él -¡No vayas para allá! Está...está ocupado el laboratorio.

Después salió de ahí, dando pisotones y temblando. Sus amigos lo siguieron sin dejar de vernos a Freddy y a mí.

─Nos vemos, te quiero.

Freddy se atrevió a dejarme ahí después de lo que había hecho.



Hey, love [Alonso Villalpando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora