-Ya van semanas desde que la vi
-¿A quién? -preguntó Diego
-A Kathy, no he sabido nada de ella.
-¿Kathy? -preguntó Diego reprochando a Alexander -, se va a España en unos días.
-¿Tan pronto? ¿Cómo lo sabes?
-Kathy se volvió gran amiga de Maggi, y se lo comento.
-¿Cuándo se va? Debo verla
-¡No! -grito Diego amargamente -, Alexander ella pidió que no te dijéramos nada, además estás saliendo con Gemma.
-Lo sé pero
-Pero nada -interrumpió Diego -, ¿qué le dirás? No te vayas, quédate y se mi amante ahora que salgo con Gemma.
-No, es solo que, no siento lo mismo con Gemma.
-¿A qué te refieres?
-No lo sé, sabes solía creer que ella era la indicada, solía imaginar a pequeños niños con nuestros apellidos.
-¿Y qué pasó?
-Kathy fue lo que pasó, yo no esperaba una relación pero ella apareció y cambio mi mundo por completo.
-Alexander debiste pensar antes de engañar a Kathy con Gemma.
-Es que fue imposible.
-Nada lo es, solo debiste pensar quién era mejor para ti. Pero tú decidiste el camino fácil creyendo que quizá estarían las dos para siempre.
-No es así, es que son completamente distintas. Por un lado está Kathy con su sonrisa encantadora, además de que basta solo un beso de su boca para que te enamores, pero por el otro está Gemma con su intempestiva actitud que provoca un no sé qué que te altera enseguida.
-Suena difícil.
-Es algo complicado a más no poder, es como cuando eres niño, tus padres te dicen que no juegues con los cerillos porque puedes quemarte, pero siempre existe la duda latente en ti, la pregunta, ¿qué pasará si lo hago? Quizá no te quemas pero te gusta porque sabes que los demás se equivocaban, sabes que no te quemaste y empieza a gustarte el fuego.
-Solo que en este caso tú no eres un niño y Gemma no es fuego.
-Escucha Diego, solo sé que me equivoqué con Gemma, no es lo que yo esperaba. Aparenta ser la chica tierna y dulce pero en realidad es la chica egoísta y presumida.
-Quizá no, pero no puedes hacer nada, Kathy se va el jueves, y no se detendrá por ti.
-¿El jueves? Hoy es martes, me voy debo hablar con ella.
-No debí decir eso.
-Lo siento Diego pero debo intentarlo -contestó Alexander mientras corría a su auto para buscar a Kathy.
No fue necesario ir hasta su casa, Kathy pasaba por la casa de Diego camino a ver a Maggi así que la detuvo.
-Hola
-¿Alexander? ¿Qué haces aquí?
-Diego vive cerca, vengo de visitarlo, ¿y tú?
-Voy camino a casa de Maggi -dijo Kathy dándose la vuelta -, hasta pronto
-¡Espera! Me enteré que te vas pasado mañana.
-Si, ¿cómo lo sabes?
-No importa cómo lo sé, importa que no puedes irte.
-¿Qué? ¿De qué hablas? Esta todo listo.
-¡No! Kathy por favor te extraño.
-¿Qué? Alexander no me puedes decir esto, tengo todo preparado.
-No dije que te amaba, jamás supiste la verdad.
-Alexander, sé que estás saliendo con Gemma y la verdad es que no me importa, tú eres libre de hacer lo que quieras pero por favor no me vengas con que me amas.
-Es que fui un idiota, yo lo reconozco. Nunca me había sentido tan arrepentido en mi vida.
-¿Y crees que es el momento de decirlo? Solo te pedí honestidad, pero tú en cambio me decías que me querías por teléfono y sabrá dios que hacías con ella mientras tanto.
-Ya te he dicho que lo siento.
-¿Por qué será que los hombres piensan que todo se soluciona con un simple lo siento?
-Kathy, nunca hice nada más allá de besarla. Y bueno dormí con ella pero no pasó a mayores.
-¡Aaaa! Eres un idiota Alexander -dijo Kathy casi gritando y mientras caminaba.
-Kathy espera, regresa a mi, quiéreme de nuevo, borra todo el dolor que al irte me dio, recuperemos lo que perdimos.
-Alexander, no sé qué decir.
-No puedo más si tú no estás.
Alexander no pudo contenerse más, intempestivamente tomo a Kathy entre sus brazos y lentamente la beso, no era como aquel primer beso, era como si dos personas totalmente distintas se enfrentarán entre sí, era como si Kathy tuviese las respuestas a todo lo que tanto había buscado Alexander. Fue un beso que por supuesto Kathy correspondió, no fue un beso corto, pasaron varios minutos antes de que se separasen.
-Alexander qué te pasa -dijo Kathy soltando una bofetada a Alexander -, no puedes besarme y hacer como si nada hubiese ocurrido.
-Kathy, sé que aún me quieres. Pude sentirlo, tus ojos se llenaron de brillo, es como si tus labios estuviesen destinados a ser tocados por los míos.
-No....no.. No lo negaré tú fuiste todo para mí pero Alexander me mentiste, no puedo dejarme llevar por un simple beso.
-Bien, no lo hagas por un simple beso, hazlo por todos los que te daré si te quedas.
-¿Y cuál es la garantía? ¿Cómo sabré yo que cuando me digas que no puedes verme no estás con alguien más?
-Yo te prometo honestidad, no necesito más que me digas que sí.
-No Alexander debo irme a España pasado mañana.
-Kathy por favor.
-¡No! Qué pretendes, que nos fuguemos juntos y olvide todo.
-Es una gran idea, vámonos juntos -dijo Alexander tomando a Kathy de las manos -, vámonos juntos, iré contigo a España, aquí no hay nada excepto mi padre que me detenga pero el entenderá.
-¿Hablas enserio?
-Nunca había sido tan honesto.
-Alexander pero ..
-Pero nada, puedo estudiar la universidad en España además de que mi padre me propuso la gerencia de Lafontaine Industries en España. Así que me iré contigo
Kathy no contuvo ni un momento más la inmensa alegría que sentía, abrazo a Alexander y con un beso se prometieron irse juntos.
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¿Amigos?
RomansLos Lafontaine son una de las familias más poderosas de la ciudad, Alexander el hijo menor de esta familia es el soltero más codiciado, tiene mujeres por montones, pero, ¿qué pasa cuando una de ellas decide hacerlo sufrir?. Acompaña a Alexander en e...