Secuencia de memoria 4

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Frontera Alemania-Polonia, 30 de Agosto de 1939.

La frontera que dividía a Alemania del país polaco estaba fría, el lugar estaba tranquilo y silencioso, entre varios árboles se lograba ver un avión militar nazi en el que Evelyn y su aprendiz descendían, tras tomar sus cosas y estar listos, ambos miraban con atención aquella arboleda.

— Ya estamos aquí, tenemos que pensar alguna forma de parar ésta farsa— exclamó la asesina.

Su alumno respondió — Aún podemos pensar en algo, falta tiempo para el anochecer.

Ella se hizo con un fusil de francotirador que tenía en el avión y lo colocó en su espalda con ayuda de una correa para que éste no cayera al suelo, después de ello, ambos caminaron por el solitario lugar polaco.

— ¿Cómo sabes que aquí será el punto en el cual iniciará el ataque? — cuestionó Carl.

Evelyn continuaba caminando — Éste punto de la frontera es el más cercano a Berlín, el canciller tiene la costumbre de atacar lugares cercanos.

Ambos continuaban charlando hasta llegar a un edificio viejo, al parecer una iglesia abandonada llena de musgos verdes, había varias ventanas y plataformas de madera alrededor que parecían resistentes, Evelyn detuvo a Carl.

— Cuidado, aquellas plataformas se ven resistentes y recién puestas, al menos no tienen musgo, alguien debió estar aquí.

Carl se fijó en aquella estructura — Posiblemente guardan algo en su interior.

— No es mala intuición — agregó la asesina.

Terminando de decir eso, ambos se acercaron a la puerta del edificio para darse cuenta que se hallaba sumamente reforzada.

— Maldición — exclamó Evelyn.

El aprendiz rió — Creo que alguien escalará.

Los dos se dirigieron al costado de aquella iglesia para subir al tejado, una vez arriba se encontraron con una puerta en la azotea, Carl se acercó con cuidado para abrirla y Evelyn entró de inmediato.

— Espera aquí, revisaré rápidamente.

Carl se quedó solo en el tejado y observó a los alrededores, de pronto se percató de la presencia de soldados nazis que se aproximaban a lo lejos, cuando estaba dispuesto a avisar a su compañera, ésta habló.

— ¡Carl!, ¡ven a ver esto! 

El asesino bajó por aquella puerta y entró a la abandonada iglesia aterrizando en una de varias plataformas de madera que habían en el interior, el lugar estaba iluminado gracias a que Evelyn encendió algunas lámparas, en cada plataforma habían varias cajas, Carl se movió entre cada una de ellas para bajar hasta donde moraba su mentora.

— ¿Qué sucede? — preguntó éste.

Ella mostró un uniforme que pertenecía a un soldado polaco, vestimentas verdes y cascos muy duros con el símbolo del escudo de Polonia — Hemos encontrado el atrincheramiento alemán, tal vez si logramos deshacernos de esto.

—  Sería una genial idea pero soldados nazis vienen hacia aquí — interrumpió el asesino.

Evelyn observó el resto de cajas — Entonces este lugar debe ser importante. 

Carl revisó más cajas para percatarse de que había una gran cantidad de uniformes polacos y fusiles de armería estándar alemana. 

— Parece que usarán una gran cantidad de fusiles, no es gran problema — tomó un arma y la observó con detenimiento — ¡Qué gusto refinado tienen!, un fusil Mauser Kar, un arma elegante, poderosa y precisa.

Assassin's Creed: HolocaustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora